El jueves 18 de abril, la agrupación estudiantil De Sol a Sol organizó una feria en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El evento contó con la participación de más de 120 personas, entre ellas emprendedores locales.
El día anterior, la agrupación Utopía realizó una feria similar en la Facultad de Psicología de la UNLP, la cual contó con la misma participación. Cientos de personas armaron sus puestos en ambas casas de estudios, donde ofrecieron sus productos en el marco de los reclamos por la continuidad universitaria ante la crisis económica.
Algunes feriantes eran estudiantes, mientras que otres son emprendedores que integran grupos de Whatsapp multitudinarios en La Plata. En estos espacios se comparte información sobre eventos para poder exponer sus productos.
Ante la situación actual, cada vez más personas deciden comenzar su propio emprendimiento. Por eso, Nota al Pie quiso indagar en si es posible vivir de la venta en ferias y redes sociales. A continuación, la palabra de dos emprendedoras de larga data: Gisela, de MG Joyas en Acero Quirúrgico, y Graciela, de Las Artesanías de Graciela.
Espíritu emprendedor
En la multitudinaria feria de la Facultad de Artes, había un puesto que mantenía la atención del público constantemente. Les estudiantes que salían de sus cursadas se aglutinaban a ver los productos de MG Joyas en Acero Quirúrgico.
Gisela, junto a su pareja, está al frente de este emprendimiento, donde ofrecen una variedad de productos que incluyen aros, anillos, pulseras y todo tipo de joyas en ese material. Con precios accesibles al público universitario, se convirtieron en un éxito total durante el evento.
“Comenzamos hace ocho años”, comentó Gisela. “Arrancamos en el Parque Saavedra con dos pavaditas, y de a poquito fuimos creciendo”, recordó sobre sus inicios en una plaza de La Plata que cuenta con una feria histórica.
Ahora asisten a mercados de emprendedores, los cuales abundan en la capital bonaerense. Además, desde hace casi 5 años, tienen un puesto fijo los fines de semana en Predio 80, un paseo de compras ubicado en las calles 134 y 80.
Por su parte, Graciela no participó en la feria de la Facultad de Artes, pero sabía de su existencia. Sin embargo, suele estar activa en grupos de WhatsApp donde artesanes y vendedores comparten información, y decidió prepararse para la feria en El Conventillo, a la que asistirá este sábado.
Sin embargo, en su emprendimiento, Las Artesanías de Graciela comercializa productos en tela para el hogar. Ella misma realiza toallas, toallones, repasadores, cartucheras, delantales y todo lo que su mente creativa imagina.
“Ya cosía antes y siempre hacía regalos para mi familia y mis amigas. Todos me daban fuerzas para que empezara hasta que un día me animé”, comentó Graciela, quien, a mediados de 2018, se lanzó al mercado de ferias por necesidad económica y por realización personal.
No tiene un puesto fijo en un mercado, sino que todos los fines de semana participa de diferentes ferias en La Plata y alrededores. Como otres emprendedores, además de ofertar sus productos al público utiliza esas fechas como punto de entrega con clientes habituales.
¿Se puede vivir de un emprendimiento?
Tanto Gisela como Graciela cuentan con una larga experiencia en el mundo emprendedor. Vivieron diferentes situaciones económicas en el país e incluso una pandemia, pero lograron continuar con sus negocios desde diferentes puntos de vista.
Gisela explicó que, junto a su familia, lograron vivir del emprendimiento. “Trabajamos los fines de semana y con eso podemos reponer mercadería y sobrevivir últimamente”, explicó, teniendo en cuenta la situación económica actual.
“No nos pasaba hace un tiempito atrás, pero se empezó a complicar un poco”, agregó. Si bien tienen otros trabajos por fuera del emprendimiento con el que invierten en MG Joyas en Acero Quirúrgico, “nuestra idea es solo vivir de esto”, aclaró.
Por su parte, Graciela lo ve más como una entrada complementaria. “Para mí es mitad hobby y mitad ayuda económica, estoy lejos de vivir de mi emprendimiento”, afirmó. Su intención es continuar con ese estilo, ya que Las Artesanías de Graciela es sobre todo un proyecto de realización personal.
Además, el crecimiento del emprendimiento requiere de más recursos. “Puede llegar a crecer, pero es complicado porque soy la única que hace todo: desde elegir, comprar las telas, diseñar y coser el producto, y después subirlo en las redes para venderlo”, ilustró.
Sin embargo, en algo coincidieron: la situación económica se hizo notar. “Después de las elecciones se cayeron las ventas”, se lamentó Gisela. “Recién pudimos reponer mercadería en marzo porque nos encontramos con un montón de aumentos y trabas”.
A su vez, comentó que, al no ser un producto de primera necesidad, les clientes mermaron. “No es comida, hay mucha gente que dejó de lado comprarse estos accesorios para priorizar los alimentos”, concluyó.
Graciela siempre se caracterizó por vender sus artesanías en tela a precios muy accesibles. “Entre diciembre y marzo tuve que subirlos, ya que estaban muy bajos”, recordó. En cuánto a la compra de mercadería, explicó que en el verano se dio la fuerte suba de precios.
La clientela de Graciela la sigue a donde quiera que vaya con Las Artesanías de Graciela. Sin embargo, aseguró que el público que asiste a los mercados ya no compra en la misma cantidad que antes. “A veces solo van a pasear, o bien optan por llevar productos más chiquitos”, afirmó.
Para finalizar, la artesana reflexionó sobre el mundo feriante y su realidad, que pese a no estar ajena a la actualidad que nos afecta, mantiene la empatía. Por la crisis económica, hay lugares que mantuvieron “los costos de participación en las ferias”, puntualizó. Esta medida es, en definitiva, “una ayuda al emprendedor”.