La industria de la destilería es uno de los tantos sectores afectados por la crisis económica que comanda el gobierno de Javier Milei. A ello se suman los efectos de las desregulaciones en la economía.
Con la firma del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 en diciembre por parte del presidente de la Nación, se comprometieron varios sectores de la economía. Si bien, tras idas y vueltas, e incluso con internas en La Libertad Avanza, el DNU fue rechazado por 42 a 25 votos en el Senado, aún mantiene plena vigencia, hasta que el mismo no se rechace también por la Cámara de Diputados.
En este caso, para adentrarse en la situación de la industria de la destilería, este medio dialogó con Matías Hallu, maestro destilador y docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Cómo funciona la industria de la destilería
“En las destilerías se pueden elaborar una gran variedad de bebidas espirituosas, dependiendo del equipamiento del que uno disponga”, precisó Hallu, como primer acercamiento a la actividad.
En tal sentido, ejemplificó: “El whisky y el ron pueden fabricarse con los mismos equipos, pero se necesitarían otros para elaborar vodka”.
Actualmente, Hallu trabaja en destilería Brightfield, en Carlos Keen: “Allí elaboro gin de calidad de exportación y whisky que aún no salió al mercado, porque el añejamiento lleva algunos años de espera”, explicó.
Respecto a los tiempos de fabricación, el mismo varía dependiendo de cuál se trate: “Si hablamos de gin, el proceso puede ser cuestión de un día o dos, en cambio en bebidas que requieren añejamiento en barricas la situación es muy distinta”.
El tiempo de añejamiento depende también de las temperaturas, en tanto que en las regiones más frías se pueden encontrar whiskies de más de 50 años, según contó el entrevistado.
Cómo afecta la desregulación de importaciones a las destilerías
La actividad de la industria de la destilería, además de sufrir la caída en ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo por parte de la población, se ve sometida a las desregulaciones que permiten las importaciones de productos.
En este sentido, existen dos vertientes, por un lado, la posibilidad de los productores de acceder a materias primas variadas y por otro, el sometimiento a la competencia con los importados.
En tanto, el director del Centro Tecnológico de los Alimentos de la UTN, Matías Hallu, ve con buenos ojos la posibilidad de optar por una variedad de materias primas: “En especial en lo que respecta a botellas que, hoy día, la oferta es muy acotada”. En tal sentido, esta posibilidad ofrece “un panorama muy diferente de cara a cómo presentamos nuestros productos a los consumidores”.
Por otra parte, esta apertura también posibilita la entrada de bebidas importadas, situación que pone en riesgo a la industria nacional.
Pese a las complicaciones, el fabricante afirma que en el país “tenemos todo para competir con el mercado internacional, tanto en calidad como en precio”. Respecto a ello, repasó: “Un gin de una reconocida marca internacional intermedia los 22 mil pesos, cuando uno artesanal hecho en Argentina y de calidad está al mismo precio o incluso un poco menos”.
Como cierre fomentó el consumo nacional: “Es cuestión de atreverse a conocer nuevas marcas, ni más ni menos”.
Fuerte descenso en el consumo de bebidas espirituosas
A partir del fuerte golpe al bolsillo de la población, el sector de la destilería sufre el impacto en ventas. Esto se debe a que las medidas del gobierno de Javier Milei atentan contra el consumo.
Tal como ocurre en otras actividades, las destilerías no están ajenas a la situación actual. “Nos afectan los aumentos de precios de las materias primas”, comentó.
Además, Hallu consideró que “enfrentan desafíos importantes frente a lo que es un marcado descenso en el consumo de bebidas espirituosas”. Como todo producto que no categoriza como bien de primera necesidad, ante la crisis, es lo primero en sufrir recortes por parte de los consumidores.
En tal sentido, las cifras respecto al gin, una de las bebidas emblemas de destilería, son contundentes: “Venía siendo la bebida más consumida, marcando crecimientos interanuales de 81%, y entre enero y febrero de 2024 su consumo disminuyó un 64,7%”.Respecto al futuro inmediato, el maestro destilador consideró que los próximos meses serán difíciles “en especial para quienes cuentan con una estructura de costos más desarrollada, ya que se nota la disminución en las ventas”.