Este miércoles, el presidente argentino, Javier Milei, dio inicio a su segunda gira internacional desde que asumió como jefe de Estado. En una apretada agenda, el viaje incluirá estadías en Estados Unidos y Dinamarca.
En medio de un contexto de creciente conflictividad social como consecuencia del salvaje ajuste aplicado por el Gobierno, Milei está fuera por una semana. La gira contará con una mezcla de espiritualidad, negocios y show.
Lo que hará en Estados Unidos
Esta mañana, acompañado por una comitiva, el mandatario arribó a Miami. Durante esta tarde recibirá, junto a Karina Milei, la distinción de “Embajador Internacional de la Luz”. Éste es un reconocimiento que otorga la polémica organización transnacional Jabad Lubavitch, una congregación del sector más ortodoxo de la comunidad judía.
La distinción, que se dará en el marco de la inauguración del Centro Menachem Mendel Schneerson, será por “sus incansables esfuerzos por Israel y la comunidad global y honrando su inquebrantable dedicación a difundir la libertad, la esperanza y la positividad frente a la oscuridad”. Un premio que, sin ninguna duda, contribuirá a reforzar el espíritu mesiánico del presidente argentino.
Sin embargo, y aunque así sea su costumbre, no todo será el fortalecimiento de su propia espiritualidad, ya que el jueves, el jefe de Estado mantendrá una reunión con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. En el encuentro expondrá su concepción anarco-capitalista del mundo en el Instituto de Políticas Públicas Jack D. Gordon (FIU).
Para finalizar con su agenda en el país norteamericano, visitará el sábado 13 de abril la fábrica de Tesla, en Texas, y concretará el tan ansiado encuentro con el empresario Elon Musk. Más allá de lo que suceda en dicho encuentro, existen dos certezas: el espectro libertario se auto celebrará la foto como parte del relato de la vuelta de Argentina al mundo occidental y los intereses de Musk en nuestro país seguirán avanzando.
Dinamarca y un show para celebrar la compra de los F-16
El último destino de la gira de Milei será Dinamarca. El domingo, con escala previa en París, la comitiva presidencial llegará a Copenhague. Una vez allí, el presidente planea reunirse con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. El encuentro será la antesala del verdadero objetivo de su estadía en el país nordico, ya que la idea es realizar una ceremonia para oficializar la compra de los aviones F-16.
Como era de esperar, dicha ceremonia contará con el infaltable show que forma parte de su estilo. Según revelaron diversos portales de noticias argentinos, Milei se realizó en las últimas horas chequeos médicos para poder subirse a un F-16. La idea es que pueda atestiguar personalmente, como copiloto, las capacidades del avión de combate comprado al país nórdico.
De esta manera, Milei se convertirá en el segundo presidente argentino en subirse a un avión adquirido por su Gobierno. El primero fue Carlos Saúl Menem, quien hace 35 años realizó una demostración aérea en un IA-58 Pucará. El neoliberalismo en materia económica, la subordinación a Estados Unidos y la política como show, una receta compartida entre ambos presidentes.