El próximo jueves 18 de abril llega al Cine Gaumont (Avenida Rivadavia al 1635) el estreno de Cinensangre, una comedia documental protagonizada por Fabián Arévalo y vecines de Zonda, un pueblo en el desierto en la provincia de San Juan.
La película se proyectará diariamente en la sala 3 hasta el miércoles 24. Además, se podrá ver de forma gratuita en la plataforma Cine.ar Play, del 20 al 25 de abril, en todo el territorio argentino. Nota al Pie entrevistó al director del film, Eduardo Spagnuolo, para conocer más acerca del proyecto y la idea detrás del mismo.
–¿Cómo surge este film y cuál es su objetivo?
Cuando supe que en Zonda, un pueblito en el desierto de San Juan, Fabián filmaba la vida de la montonera Martina Chapanay. Casi un western con tiros, sangre, caballos, de época y sin apoyo financiero; solo con voluntad, ingenio y el apoyo de sus vecinos gauchos que entregaban tiempo, esfuerzo y caballos.
Al ver sus imágenes, me impresionó lo bien que resultaban sus ingeniosos FX (efectos especiales) y decidí hacer un documental. Después, tomé el camino de ampliar el panorama más allá de la anécdota.
Me di cuenta que yo, director profesional de Buenos Aires, tenía las mismas dudas, miedos y conflictos que él. En definitiva, más allá que pertenecemos a mundos diametralmente opuestos, somos directores de cine y nos iguala la pasión por filmar, esa es para nosotros la vida.
–¿Qué significado tiene “Cinensangre”?
El título del film surge de reconocer que Fabián, yo o cualquier director o creador cinematográfico hacemos cine porque no tenemos más remedio. Lo llevamos adentro, es lo que nos hace sentir vivos. Casi como una adicción, no tenemos alcohol en sangre, ni azúcar en sangre, tenemos Cineensangre.
Esa frase sintetiza, en mi opinión, todo lo dicho hasta acá. Fabián y yo pertenecemos a dos realidades geográficas, sociales, culturales casi opuestas y, en consecuencia, nuestras posibilidades y maneras de filmar también son muy diferentes.
Yo no podría filmar como él, y estoy seguro que él nunca se adaptaría a las presiones del cine profesional, pero para ambos nuestra vida es el cine, todo gira en torno al cine, sufrimos la misma enfermedad: llevamos el cine en la sangre.
–¿Qué expectativas tiene al momento del estreno?
En este momento la mayor expectativa es poder concretar el estreno cuando todo parece estar en contra, que la gente venga a la sala, vea mi película y sienta que el cine, nuestro cine, le pertenece. Que el cine no es un problema económico, es un tema cultural identitario.
Con respecto al film, quiero mostrar la pasión vital que tenemos los directores, más allá de las luces, los brillos y los presupuestos. Sacar del mundo íntimo y personal esta necesidad vital que tenemos por concretar nuestros sueños, contra viento y marea.