La película El acontecimiento (Audrey Diwan, 2021) es más que una adaptación del libro homónimo de la escritora francesa Annie Ernaux (2000). Es a la vez una experiencia corporal, la de un combate cuerpo a cuerpo entre el público y la joven protagonista quien se ve obligada a decidir entre interrumpir su embarazo o continuar con sus estudios, y una invitación a pensar nuestro presente a la luz del pasado.
Francia, 1960. Una estudiante de literatura llamada Anne (Anamaria Vartolomei), quien representa a Annie Ernaux en los años sesenta, queda embarazada accidentalmente. Tras enterarse de su embarazo, busca información sobre su situación en una biblioteca. Sin embargo, se encuentra desamparada, ya que solo encuentra algunos libros de medicina que no le brindan mucha ayuda: el aborto es ilegal y, por lo tanto, un tema tabú.
Es así como nos encontramos con la soledad de una joven de esa época, oculta al fondo de la biblioteca, abandonada a su suerte frente a un embarazo no deseado. En aquel entonces, las mujeres se dividían en dos categorías: las que aparentemente no han tenido relaciones sexuales y las que, sin duda, ya lo han hecho.
Revelar su condición significaría caer en la segunda categoría, sintiendo vergüenza y provocando la misma sensación en quienes la rodean. Intentar interrumpir el embarazo también significaría enfrentarse a la legislación de la época, que amenazaba con prisión para quienes realizaban abortos.
Por lo tanto, una adolescente se ve obligada a enfrentar su situación en soledad: los padres no pueden abordar el aún tabú tema de la sexualidad, y ni los médicos ni sus compañeros de clase estarían dispuestos a arriesgar su futuro al convertirse en cómplices de una operación ilegal.
El acontecimiento: el otro lado del mainstream
Si bien muchas ficciones abordaron el tema del aborto, no proporcionaron detalles sobre cómo ocurrió exactamente. Entre el momento en que la niña descubrió que estaba embarazada y el momento en que ya no lo estaba, había una elipse.
L’Événement aborda esta elipse, este vacío, al sumergirse en las condiciones del aborto clandestino antes de su legalización mediante la Ley del Velo (1975).
La película recorre y recuerda todas estas experiencias que el mainstream evitó durante mucho tiempo: la búsqueda de información, las visitas médicas clandestinas y los intentos de aborto casero, seguidos de la colocación de una sonda en el cuello del útero y el peligro de aborto espontáneo que enfrentaban las mujeres que optaban por interrumpir su embarazo. Esta meticulosa exploración de la realidad del aborto clandestino antes de su legalización ofrece una mirada cruda y honesta a una parte de la historia que fue pasada por alto durante mucho tiempo.
Estos detalles, esta materialidad, Annie Ernaux ya los había insinuado por primera vez en 1974 en Les Armoires vides (Los Armarios Vacíos), justo antes de la promulgación de la Ley del Velo. Unos veinte años después, Audrey Diwan nos devuelve estas inmersiones en el aborto clandestino de una manera aún más impactante en la pantalla.
Si la historia autobiográfica de la escritora proporcionó esta valiosa información a sus lectores en una etapa tardía de su vida, la película de Diwan nos la presenta en un momento en que varios Estados en los que la interrupción voluntaria del embarazo era un derecho conquistado están reconsiderando la cuestión del aborto.
Con la cámara cerca de la actriz Anamaria Vartolomei, apenas percibiendo los ruidos externos detrás de su respiración, nosotres, como espectadores, verdaderamente habitamos el cuerpo de esta joven, sintiendo con ella cada dolor, cada respiración, semana tras semana del embarazo hasta el aborto.
Con este proceso de identificación más íntimo, lo que L’Événement nos ofrece es una película histórica y atemporal. A través del relato de una aventura del cuerpo, se establece un puente entre las mujeres de los años sesenta y algunas contemporáneas en los cuatro rincones del mundo.
La continua realidad de los abortos clandestinos
Los abortos clandestinos no desaparecieron, solo se desplazaron en el mapa mundial. Existían en Irlanda y Argentina cuando Ernaux publicó su libro hace 20 años, y continúan existiendo en Polonia, Malta, Marruecos, Colombia, Tailandia y otros lugares mientras Audrey Diwan estrena su película.
En un contexto de repolitización de los debates sobre el aborto, esta obra cinematográfica es una invitación a vivir físicamente una experiencia transhistórica y universal. Durante el debate que cerró el preestreno de la película el 12 de noviembre de 2021 en París, la directora compartió la importancia que tuvo en su propia vida la historia de Annie Ernaux, recomendada por una amiga en el momento de su aborto allí hace varios años. Para ella, respondió a la necesidad de encontrar otras mujeres, otras historias comparables a la suya.
La reciente modificación constitucional en Francia, que consagró la libertad de la mujer para recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), convirtió al país en el primero en ingresar el derecho al aborto en su constitución nacional, estableciendo un punto de referencia en su evolución legislativa en materia de derechos reproductivos.
Desde la despenalización temporal en 1975 hasta las reformas más recientes que ampliaron el acceso al aborto y extendieron el plazo legal, Francia demostró un firme compromiso con el fortalecimiento de este derecho fundamental. Sin embargo, la persistencia de los abortos clandestinos en otras partes del mundo subraya la importancia continua de narrativas como la de El acontecimiento, que nos invitan a reflexionar sobre la necesidad urgente de garantizar un acceso seguro y legal al aborto en todas partes.