Este 24 de marzo se cumplen 48 años del último golpe cívico-militar perpetrado por miembros de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), en contra del gobierno encabezado por Isabel Perón. Bajo la definición de “Proceso de Reorganización Nacional”, la Junta Militar le puso fin a la Democracia y desplegó el terrorismo de Estado para acabar con aquelles que consideraban “el enemigo subversivo”.
Con una impronta de extrema violencia, la dictadura ejecutó un plan sistemático de exterminio a través del cual censuraron, secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles y miles de personas. Como consecuencia, hasta el retorno de un gobierno democrático en 1983, la Argentina estuvo envuelta por un manto sangriento que dejó como saldo más de 30 mil desaparecides.
Pero en medio del terror, de a poco se gestaron pequeñas expresiones de resistencia que comenzaron con un grupo reducido de madres que pedían saber dónde estaban sus hijes. En paralelo surgió también el de las abuelas, otro conjunto de mujeres que reclamaban a sus nietes nacides en la clandestinidad.
Con el correr de los años, a esas manifestaciones que hoy son organismos de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, se les sumó H.I.J.O.S, una agrupación conformada en los años 90 por hijas e hijos de desaparecides durante la dictadura.
Desde entonces, tanto Madres, como Abuelas e H.I.J.O.S fueron les exponentes en el reclamo por la memoria, verdad y justicia para las victimas del terrorismo de Estado. Sin embargo, la reivindicación de esa lucha se vio amenazada con la llegada de Mauricio Macri al poder y su idea de terminar con lo que definió como “los curros en derechos humanos”.
Frente a ese escenario, otra generación entendió que era su momento y comenzó a tejer redes para organizarse contra el neoliberalismo. Así nació Nietes, un grupo de jóvenes y adolescentes que heredó la lucha de aquella militancia que peleó por un país más justo e igualitario.
¿Qué es Nietes?
“Nietes surge a partir de replantearnos cómo un gobierno neoliberal podía llegar al poder a través del voto popular”, contó Malena Moreno, una de las militantes que integra la organización que nació en La Plata en 2019. En diálogo con Nota al Pie, recordó el contexto en el que chiques que iban a la escuela o a la universidad se encontraron para dar lugar al organismo de DDHH que nuclea una tercera generación.
Si bien existió un primer intento cuando se conectaron por Facebook en 2015, fue durante el gobierno macrista que las ganas de organizarse tomaron mayor impulso. La difícil situación que atravesaba la educación pública motivó a les jóvenes a agruparse para discutir el presente, proyectar a futuro, pero sin soltar las enseñanzas del pasado.
En ese sentido, Malena explicó que, además de levantar las banderas de la memoria, la verdad y justicia, el posicionamiento de Nietes apunta a la defensa de la democracia. “Siempre pensamos en la construcción de la democracia entendiendo eso como nuestro presente y en cómo los derechos humanos son vulnerados o garantizados a partir de distintos proyectos socioeconómicos”, remarcó la militante.
En efecto, aclaró que la lucha de esta organización, a comparación de Madres, Abuelas e H.I.J.O.S, no viene tanto por la reparación o la búsqueda de identidad. Sino por generar conciencia y resaltar la verdad y la memoria como el punto de partida para construir lo que proyectan.
“Entonces, hay algo que es común y que parte de esa misma lucha, pero nos toca otra tarea, nos toca otro contexto y también es mucho gracias a ellos y ellas”, añadió.
Socializar la lucha
Para quienes conforman Nietes, el objetivo principal es poder involucrar a la juventud en la construcción de la democracia. “Que no nos quiten la sensación de que la participación de nuestra generación puede hacer cambiar el rumbo de la historia”, expresó Malena.
Al mismo tiempo, remarcó que esas proyecciones tienen que ver con demandas colectivas que, además, fueron retomadas de los anhelos de aquelles militantes de los 70. “La idea es empezar a pensar esta historia como algo que no solo nos atañe a quienes tenemos algún familiar desaparecido, sino a toda la juventud. Entender que esta historia es una historia colectiva”, aseveró.
En tanto, aclaró que Nietes se trata de una organización de “población abierta”, por lo que sus integrantes no necesariamente son familiares de desaparecides. Según explicó Malena, esta idea es tomada de lo que Hebe de Bonafini planteó como la “socialización de la maternidad”.
Es decir, cuando las madres decidieron “dejar” de buscar a sus hijes de manera individual y pluralizar esa búsqueda. Asimismo, la militante de Nietes habló también de las demandas propias de esta generación que nace al calor de la última ola feminista en nuestro país.
Por eso, Nietes incluye en su temario nuevas postas: se nombra en lenguaje inclusivo, reclama por los 400 desaparecides del colectivo LGBT+ y levanta las banderas del orgullo y del aborto legal.
El desafío de Nietes en la era Milei
Por último, Malena habló sobre cómo se encuentra el organismo de jóvenes bajo el gobierno de Javier Milei, que se caracteriza por ser un proyecto que en muchos aspectos reivindica la dictadura. En ese sentido, la militante expresó su preocupación ante esta nueva avanzada, “porque nunca se había planteado de una manera tan clara el negacionismo”.
“Entonces para la construcción en torno a los derechos humanos y la pelea por una patria más igualitaria es un desafío pensar cómo se gana esta batalla de sentidos”, reflexionó. Asimismo, mencionó el ataque que sufrió una militante de H.I.J.O.S y que se conoció hace un par de días.
Al respecto, opinó que desde el campo de los DDHH tienen que intentar que esta situación no les paralice, ni les genere miedo. Y considero que, muchas veces, lo que se intenta hacer con este tipo de agresiones es frenar la lucha que estos espacios llevan adelante.
“En su momento lo hicieron implantando terror y ahora con las herramientas que tienen, que también suele ser lo socialmente aceptado. Entonces tenemos que cuidarnos, sabiendo que nuestras herramientas siempre van a ir desde el lado del amor”, concluyó.