En vísperas del aniversario del golpe de Estado de la última dictadura cívico-militar, el reclamo sindical se vuelve protagonista en una ciudad clave para la industria argentina, donde trabajadores de la metalurgia fueron víctimas de represión estatal en 1975.
En un contexto marcado por la caída de la actividad económica y la eliminación de la obra pública por parte del gobierno de Javier Milei, en la ciudad de Villa Constitución, ubicada en la provincia de Santa Fe, la empresa siderúrgica Acindar paralizó la producción por un mes.
Tras esta medida, comunicaron que las contratistas de Acindar se preparan para proceder con la suspensión de 1700 trabajadores. Ahora, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, que se encuentra en estado de lucha, fue convocada a una audiencia con las empresas en el Ministerio de Trabajo provincial.
La crisis de la actividad industrial
El mercado mundial del acero está controlado por China, que no sólo es el mayor productor sino que avanza eliminando la competencia. En este marco, los países centrales buscan evitar el cierre de sus industrias siderúrgicas con medidas proteccionistas.
Sin embargo, en la Argentina, el gobierno neoliberal de Milei va en camino contrario: con sus políticas de ajuste fiscal y liberación de la economía provocó una caída en las ventas del mercado interno y, en consecuencia, una contracción de la actividad industrial.
Ante esta serie de hechos, sumado a la eliminación de la obra pública en todo el país, la empresa Acindar sufrió una caída del 40% de sus ventas. Debido a la decisión de paralizar la producción, se ve amenazado el trabajo en Villa Constitución, donde 3000 obreres trabajan de manera directa en la empresa y más de mil de forma indirecta.
La histórica resistencia de Villa Constitución
Casualmente (o no), la ciudad santafesina vuelve a ser víctima de una vulneración de derechos de les trabajadores. Es el mismo lugar donde a partir del 20 de marzo de 1975, en la antesala de la dictadura, tuvo lugar una fuerte represión de la lucha obrera.
Paradójicamente, el pasado noviembre comenzó el juicio por crímenes de lesa humanidad contra trabajadores de las empresas metalúrgicas. Con un total de 89 víctimas, se cometieron homicidios, desapariciones forzadas y privaciones ilegítimas de la libertad, entre otros delitos.
Los acusados por participar en el llamado “Operativo Serpiente Rojo del Paraná” son ex policías federales, un ex policía santafesino y un ex jefe militar, además de los ex directivos de Acindar, Roberto Pellegrini y Oscar Torralvo.
La represión fue una forma de amedrentar la lucha sindical, que un año antes había logrado el “Villazo”, una gesta obrera que llevó al triunfo de la “lista marrón”, en defensa de la democracia frente a la burocracia sindical y las patronales.
“El ataque generalizado hacia parte de la población civil de nuestra ciudad se trató de una prueba piloto de la sangrienta dictadura cívico-militar que se instalaría en nuestro país a partir de 1976”, recordó la UOM.