El próximo jueves llega a las salas nacionales la atrapante película «El Viento que Arrasa», bajo la fluida dirección de Paula Hernández. La misma es una adaptación cinematográfica de la primera novela de Selva Almada, que se centra en la vida de un pastor religioso y su hija, quienes se ven enfrentados a una situación inesperada.
Con un certero elenco conformado por Alfredo Castro, Sergi López y Almudena González, entre otros, se trata de una sólida trama que transporta a la platea por rutas inhóspitas de la Mesopotamia argentina en un mixtura de emociones sin límites.
Esta nueva propuesta de Hernández cautiva desde un principio por su bella fotografía, que realza los paisajes naturales argentinos. La historia, filmada durante gran parte en Uruguay, traza un camino desde Entre Ríos hasta Chaco.
En un principio, la misma se centra en Leni, una joven que viaja por estas rutas argentinas junto a su padre, Un reverendo llamado Pearson. El hombre, quién predica de manera muy particular la palabra de Cristo, vendrá con una misión: evangelizar zonas despobladas con su templo itinerante.
Sin embargo, Leni comienza a cuestionarse su propósito en ese viaje, la verdadera identidad de su padre y experimenta una extraña sensación interna cada vez que escucha en secreto melodías de rock con su añejo reproductor de cassettes. Siente que algo no encaja del todo con su vida religiosa.
Todo se precipita aún más cuando el auto en el que viajan se descompone y se ven obligados a detenerse en un taller mecánico en medio de la nada. Allí se encuentran con un hombre, corto de palabras, Junto a su peón adolescente quién lo ayuda en el oficio de motores.
A lo largo de su estancia, el reverendo intentará acercarse al joven desde su misión pastoral, a pesar de la negativa del jefe, quien no cree en la religión y considera que es una forma de evadir responsabilidades. Mientras el día se convierte en noche, las relaciones y tensiones entre los personajes crecen y se vuelven más densas y peligrosas. Y todo se volverá un choque de ideas y posiciones que mantiene en tensión la trama hasta el final.
Lucha de ideales y creencias
El conflicto reina en esta película, ya que a pesar de tener un principio desconcertante, la platea rapidamente se da cuenta que todo se centra en las diferencias entre estos dos hombres, personajes que ven al mundo con otros ojos. Por un lado, el Gringo con su visión más realista de la realidad; y en la vereda del frente, Pearson, un místico de pura cepa.
El reverendo, de una manera irritante pero convincente, es un hombre de fe, seguro de lo que hace. Y que cuando se da cuenta que ya no puedo confiar en su hija como la semilla para esparcir la palabra del Señor, encuentra en un joven desconocido su posible sucesor. Y hará todo lo posible para atraparlo con sus herramientas de fe, metáforas de cielos, infiernos y salvaciones.
A pesar de su ritmo pausado, la trama pasa por distintos periodos desde la calma antes de la tormenta, hasta un clímax emotivo, donde la música de Virus se convierte en un himno de emancipación y exploración personal. En última instancia, la película invita al espectador a reflexionar sobre el poder de tomar las riendas del propio destino.
A través de un elenco destacado, encabezado por Alfredo Castro y Sergi López, la película plasma la represión ejercida por los padres sobre sus hijos, destacando la influencia de la religión y el patriarcado. La actuación de los jóvenes actores, Almudena González y Joaquín Acebo, aporta autenticidad a la historia y guía a la platea a través de procesos de auto-descubrimiento loable y agridulce.
En resumen
«El Viento que Arrasa«, es una propuesta que desafía las convenciones y se convierte en un viaje cinematográfico lleno de interrogantes y confrontaciones religiosas. Una trama de tormenta, alcohol y conflictos familiares, en donde la protagonista, Leni, se debate entre el legado de su padre y sus propias inclinaciones más modernas.
Además, presenta una increíble atmosfera, una fotografía impecable que trasmite esa lluvia, con vientos y olores propios de un territorio del interior del país. Finalmente, nos invita a reflexionar sobre las diferentes perspectivas del mundo y los caminos que se elige seguir en la búsqueda de la propia verdad.