Frente a la aceleración de precios, detectada por mediciones privadas durante la primera semana de marzo en las cadenas de supermercados, el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con los líderes de los principales firmas de consumo masivo para discutir el plan económico y reclamar por los precios de las góndolas. “Los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica”, planteó el Ejecutivo frente a los CEOs de los grandes supermercados.
Durante la reunión en el Palacio de Hacienda acompañaron a Caputo el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Pazo, y su par de Comercio, Pablo Lavigne. Por parte del sector empresarial, participaron representantes de Coto, La Anónima, Carrefour, Chango Más, Día y Cencosud. No es la primera reunión que el Gobierno lleva adelante con los grandes formadores de precios, ni la primera vez que el líder de Economía pone sobre la mesa al sistema de promociones, utilizado frente a la caída de ventas por las empresas, como un problema.
En esta ocasión, el Gobierno remarcó su desacuerdo frente a los aumentos excesivos y las promociones especiales. Además, la cartera de Economía manifestó su preocupación por los descuentos en las góndolas como un intento de impulsar las ventas. Según la justificación del Ejecutivo, el INDEC no puede relevar las promociones, solamente los precios oficiales del producto, dañando la estadística real en los números de la inflación.
Respecto a la reunión con les empresaries, la cartera informó que “se debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios” con el fin de “proteger a los consumidores”. En este marco, Caputo confirmó que “el país no cambiará su curso económico, más allá de los vaivenes políticos”, e insistió: “Se está siguiendo a rajatabla el programa económico, basado en el equilibrio fiscal y en la recomposición del balance del Banco Central”.
El sistema de promociones
El Ministerio de Economía acusa a las cadenas de grandes supermercados de generar un “overshooting”, es decir, un ajuste de precios mucho más alto del necesario frente a la suposición de una caída de las condiciones económicas del país luego de la devaluación de diciembre.
Si bien, según el Ejecutivo, las empresas ya empezaron a retraer esos aumentos por la caída de ventas, los precios de la lista no han bajado. En este escenario, el pedido principal de Caputo es un “sinceramiento” por parte de las empresas sobre el valor que venden los productos, descartando el sistema de promociones.
Para el Gobierno, las promociones del “2×1” o el “50% de descuento en la segunda unidad” evitan que les inspectores del INDEC puedan captar los verdaderos precios a la hora de la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC), es decir, la medición de la inflación mensual. Esto se debe a que el ente estadístico toma el precio declarado por las empresas, no el implícito que resultaría de la aplicación de la rebaja.
Para les supermercadistas, las promociones o rebajas no son una nueva estrategia. Es un mecanismo que se utiliza hace años para sostener las ventas en una actividad donde existe una alta rotación de mercaderías, con una obtención de bajos márgenes de ganancias por unidad. Anteriormente, se había logrado una regulación a partir de los programas como Precios Justos, la Ley de Góndolas y Abastecimiento, los cuales este gobierno decidió cerrar y derogar. Para les empresaries, el pedido del Gobierno se traduce a que el proceso de desinflación de la economía no es tan marcado como se esperaba.
Milei sobre la inflación
La reunión se llevó adelante un día antes de que se conozcan los índices de la inflación de febrero 2024. El mismo lunes, el presidente Javier Milei anticipó que «Marzo va a ser muy complicado en materia de inflación». El mandatario reconoció que “siete de cada diez argentinos entiende que estamos peor” que el gobierno anterior. En ese marco, aseguró: “Yo jamás lo negué”. E insistió: “Dije que el inicio iba a ser durísimo”.
Este martes el INDEC dará a conocer la inflación de febrero que, según consultoras privadas, se estima que se ubicará en torno al 15%. En diciembre de 2023 la inflación se posicionó en el 25,5% mientras que en enero mostró una desaceleración de casi 5 puntos, marcando una cifra inflacionaria del 20,6%. Si en febrero se posiciona en el 15% como aseguran las consultoras privadas, el Gobierno podría demostrar la continuidad de una desaceleración de 5 puntos. Aunque para marzo se espera un incremento más alto.
Milei insistió en que “marzo va a ser un mes muy denso” en materia de aumentos, pero no descartó que “en abril pueda haber un derrumbe con la inflación como el derrumbe que tuvo el dólar en febrero”. Además, confirmó que el ajuste fiscal total que el Gobierno aplicó desde el inicio de su gestión “es equivalente a los 10 puntos del PBI”, un ajuste récord en todo el mundo, y se defendió: “Era la única forma que tenía de evitar una hiperinflación”.
Respecto a la aceleración de precios en los alimentos durante la primera semana de marzo, el mandatario explicó que es un síntoma estacional. “Fue menor al de la primera semana de febrero, que había sido menor al de enero”, argumentó.