La madrugada del 3 de marzo, una gran tormenta azotó las capitales provinciales de Corrientes y Chaco. Según el gobierno correntino, se trató de la peor catástrofe climática en mucho tiempo. Además, resultó ser la provincia más afectada, ya que en la capital del Carnaval cayeron 300 mm en apenas 5 horas.
Esto trajo como consecuencia más de 750 evacuades, y cientos de animales afectados. Algunas personas que debieron dejar sus hogares llevaban consigo a sus mascotas, pero muchas otras no, quedando estas a la deriva. Además otras alimañas, asustadas por las inclemencias, escaparon o migraron hacia zonas más altas para huir de la inundación.
Lastimaduras por cortes con alambrados, mordeduras por peleas por el territorio y la aparición de enfermedades fueron algunas de las consecuencias que sufrieron estos animales, convocando a veterinaries a ponerse en acción. Un ejemplo de este accionar fue puesto a prueba por Veterinarios en Catástrofes, una organización sin fines de lucro que rescata y asiste animales, tanto domésticos como silvestres.
En este marco, Nota al Pie dialogó con el Dr. Javier Aranda. Es médico veterinario de Resistencia y ha participado en anteriores catástrofes junto a dicho organismo, como los incendios en Iberá acontecidos en febrero de 2022 y 2023.
“La zona sur de Resistencia fue la más afectada, pero no hubo demasiados problemas porque el agua drenó bastante rápido. Pero, acá cerca, en Puerto Tirol, hay problemas con ganado menor, como chivos y ovejas. Hay lagunas saturadas, se inundaron los campos y al sacar a los animales del agua se ven problemas en las patas y se le aflojan las pezuñas“, sostuvo.
El día después de la inundación
“La mayor parte de la tormenta afectó a Corrientes, que está a 25 km cruzando el río. El agua bajaba hacia el río en la parte de la costanera y el problema está en la parte sur de la ciudad, donde hay barrios muy poblados y carenciados”. Allí está trabajando la Dra. Andrea Santamarina, médica veterinaria de Corrientes e integrante de la Red.
“El problema se suscita después de la catástrofe, no en el momento de la lluvia sino después. Ahí empiezan los problemas en las patas, como la aparición de lastimaduras que terminan en miasis”, agregó el Dr. Aranda. La miasis es una infección por larvas de moscas, que son como gusanos que causan heridas.
Además, “el agua se contamina y lo que produce son diarreas. Muchas veces los animales conviven con las familias pero también hay que hacer especial énfasis en los animales que están evacuados. Están en una escuela, durmiendo en el mismo lugar y pueden estar con sarna o con diarrea. Esto puede ser un peligro para los chicos y personas con alguna enfermedad de base”, mencionó.
Con respecto a las especies más afectadas, sobre todo en zonas periurbanas, son los animales de granja. “Los chivos y las ovejas comienzan a comer el pasto contaminado, lo que les causa diarreas. Esta enterocolitis se debe a que el agua que contamina los pastos es agua servida. Recordemos que hay zonas donde no tienen cloaca entonces por ahí tienen un pozo negro y al llenarse rebalsa todo. Esto es una fuente de dispersión de enfermedades”, alertó.
Aparición de roedores, víboras y mosquitos
Después de las inundaciones, una de las especies que más se presentan son los roedores. “Las ratas que aparecen pueden ser fuente potencial de leptospira”, mencionó. La leptospirosis es una enfermedad causada por la bacteria leptospira y se transmite a través de la orina infectada. También “hay víboras como la yarará o cascabel que causan mordedura. Estas especies está porque “si bien llovió, no refrescó, por lo que sigue haciendo calor”.
Otro tema preocupante son los mosquitos, ya que las lluvias causan gran proliferación de estos insectos que transmiten el dengue. Por eso es fundamental el descacharrado y vaciar todos los objetos que acumulen agua, además de usar repelentes aprobados por las autoridades sanitarias.
“El problema también es que si hay desplazamiento de animales silvestres pueden traer potenciales enfermedades emergentes, como ser la Leishmania, que hay un montón acá”, agregó. Es una enfermedad causada por un parásito, y se transmite por la picadura de mosquitos flebotomos.
Respecto a las donaciones para la asistencia de animales, recurrentes en estos casos, el Dr. Aranda señaló que: “Por ahora no estamos solicitando ayuda. Nos estamos manejando con medicamentos que tenemos de donaciones anteriores. Ahora hay una partida grande desde Buenos Aires, pero no tenemos cómo traerla por los costos del traslado”.