Este último sábado, en horas de la tarde, la intersección de las calles 14 y 67 en la ciudad de La Plata se llenó de curioses cargades de expectativas. Allí se encuentra uno de los portones de entrada al viejo Jardín Botánico del Parque Saavedra.
Diferentes colectivos que integran la regional de Unidxs por la Cultura en La Plata, Berisso y Ensenada realizaron una expedición en los interiores del Parque. Se trató de una caminata con reconocimiento de plantas, relatos e historia de la zona.
“Lo generamos en conjunto, es nuestra primera experiencia con la unión de todos los proyectos”, explicó una de las guías. Se refería a las organizaciones que promovieron el encuentro: Proyecto Arbórea; Tuatha de Dannan; Al rescate del patrimonio; Los Jardines Interiores; El Arpa Errante y Pyracantes.
Entre árboles y mosquitos, un grupo de alrededor de 50 personas se sumaron a esta experiencia única cargada de aire puro. Nota al Pie estuvo presente y compartió con les presentes un poco de este encuentro mágico y natural.
El Botánico, un escenario de cuento
El reloj marcaba las 16 y la expedición estaba por comenzar. Las rejas separaban la transitada feria artesanal del Parque Saavedra de la tranquilidad del Jardín Botánico, mientras un puñado de personas esperaban.
Algunas llevaban mate y otras cuadernos. Las bicicletas y cámaras fotográficas se hacían presentes. Y un objeto infaltable para el selecto grupo era el frasquito de repelente. Bajo la guía de una mujer ataviada con atuendo élfico, integrante del colectivo Tuatha de Dannan, comenzaron la caminata.
El escenario era idílico: se trataba del Jardín Botánico en el sector cerrado del Parque Saavedra. El mismo abarca cuatro manzanas y posee una gran variedad de árboles, algunos monumentos que luchan contra el olvido, además de la famosa biblioteca Del Otro Lado del Árbol, entre otras cosas.
Andrea Suárez Córica, artista visual a cargo del Proyecto Arbórea, explicó a les presentes de qué se tratan estos espacios abiertos al público. “Los jardines botánicos se abren al público con la Revolución Industrial en Inglaterra, debido a la gran polución, el desarrollo industrial y el concepto higienista de ciudad”, aclaró.
Agregó que estos espacios, ubicados generalmente en las grandes urbes, albergan distintas especies para la preservación, investigación e intercambio de semillas. “Hay unos 3.500 aproximadamente en todo el mundo”, especificó.
Bajo un techo de árboles
Si bien La Plata es una de los sectores más afectados por la invasión de mosquitos que azota el AMBA, los insectos fueron tolerantes en esta ocasión con les paseantes. Bajo la voz experta de Andrea Suárez Córica, comenzó la expedición en el Jardín Botánico.
La mujer comanda Proyecto Arbórea, cuya “idea nació hace 15 años, cuando mi hijo tenía siete”, confesó a les presentes. En ese tiempo, la artista visual se formó de manera autodidacta sobre los árboles que conforman la capital bonaerense. “Me considero una especialista de vereda”, agregó entre risas.
Durante la tarde, Andrea invitó a quienes integraron esta expedición a reconocer la flora existente en el lugar. Enseñó a distinguir palos borrachos, tipas, aromos y coníferas, entre otros. Mostró la diferencia entre los tipos de hojas y destacó que hasta ahora contó alrededor de 130 especies de árboles en la ciudad.
También destacó que el Jardín Botánico es un sitio creado específicamente para los árboles. “Si alguno tiene algún defecto y causa una dificultad, se debe buscar una alternativa para preservarlo, antes de talarlo”, defendió. “Los árboles no pueden reclamar, no tienen voz propia y no pueden escapar”.
Además, la especialista explicó que no todos se pueden plantar en las veredas. Eso depende del tamaño de la misma, del lugar disponible en la cazuela y de si hay o no cables o balcones. “Por eso es vital la importancia de planificar el arbolado público”, reflexionó.
En definitiva, “los árboles nos enseñan sobre la vida diaria, nos muestran la convivencia de lo distinto, de lo nuevo y lo viejo”, compartió Andrea al hablar de las hojas marchitas y las que aún están verdes.
En un contexto político donde el cuidado del medio ambiente está en peligro, la encargada de Proyecto Arbórea invitó a pensar sobre la relación de la noción de progreso con la eliminación de la naturaleza.
Al rescate de la historia
La expedición continuó a cargo del investigador Ezequiel Aldazábal, a cargo del proyecto Al rescate del patrimonio. A través de él, se compartieron historias acerca de la fundación y desarrollo de la ciudad de La Plata.
Mientras el cielo se nublaba, el viento empezaba a soplar y los mosquitos comenzaban a molestar, Ezequiel explicó que su objetivo es repensar cómo les platenses pueden relacionarse con la historia de la localidad.
Así, contextualizó el origen del Parque Saavedra y la plantación de los árboles que les expedicionarios reconocieron hasta el momento. Contó que allí funcionaba la Dirección de Árboles, a donde en los albores de La Plata les vecines acudían a buscar lo que plantarían en sus veredas.
Además de destacar la importancia del arbolado público, Ezequiel guió a les presentes por algunas estatuas y monumentos que se emplazan olvidadas en el Jardín Botánico.
Una de ellas mostraba a un trabajador agotado, muy delgado, con el pantalón que se cae y apoyado en un pico que no puede levantar. Se trataba de una estatua creada hace muchas décadas, pero que tranquilamente podría representar a une laburante en la actualidad.
Más tarde, la expedición finalizó con un traslado a un jardín interior, donde se realizó un encuentro mucho más íntimo. El camino estuvo acompañado por les integrantes de Tuatha de Dannan, con sus atuendos del mundo mágico, y la música celta de Pyracantes.
En conclusión, este encuentro no solo invitó a les presentes a abrazarse con su jardín interior, sino a hacer parte de la misma a la naturaleza, siempre presente en cada espacio que recorremos.