Mujeres, diversidades, activistas y agrupaciones comenzaron a organizarse de cara al próximo Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo. Con asambleas masivas en varias ciudades, el ajuste y el hambre estuvieron en el centro de la agenda.
Distintos espacios que venían acumulando indignacion ante la situacion económica actual, o ante las medidas tomadas por el gobierno, encontraron cause a sus demandas en la organizacion del próximo paro feminista.
Cabe mencionar que, desde su campaña, e incluso una vez asumida la presidencia, el presidente Javier Milei proyectó en los movimientos feministas sus principales rivales.
No solo entre sus primeras medidas estuvo cerrar el Ministerio de la Mujer, sino que reiteradas veces se ha pronunciado en contra de la perspectiva de género y la igualdad. Incluso, frente al Foro Económico de Davos, culpó al feminismo por los males que atraviesa el país.
Al 8M se llega organizadas
En CABA, ya se realizaron dos asambleas para organizar la marcha que ocurrirá en marzo y sus demandas. La primera, fue los primeros días de febrero en el patio de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), mientras que este jueves se llevó a cabo la segunda jornada. Ambas sorprendieron por su carácter masivo y transversal.
Hubo presencia de los sindicatos, organizaciones a favor del aborto y en contra de la violencia de género, agrupaciones barriales, sociales y personas que se acercaron sin pertenecer a ninguna organización.
La falta de alimentos a los comedores y la caída del salario estuvieron presentes en cada una de quienes tomaron la palabra. “Unidad transversal es lo que necesitamos para enfrentar estas políticas de hambre, odio y saqueo”, expresaron finalizada la reunión desde el Colectivo Ni Una Menos.
Si bien dicha convocatoria fue masiva, no fue la única. Distintos barrios replicaron la juntada en sus zonas para organizarse para el próximo 8 de marzo. Tal fue el caso de Avellaneda y de la Red de docentes, Familias y organizaciones del Bajo Flores, la cual convocó a reunirse el próximo sábado 24, en las inmediaciones de la Escuela 12.
Algo similar ocurrió en La Plata: la Multisectorial de Mujeres, trans, travestis, lesbianas y bisexuales de La Plata, Berisso y Ensenada se reunió el primer viernes del mes en el patio de la Facultad de Trabajo Social. El debate continuará este viernes en el mismo lugar.
“El 8 tenemos que ser miles, las feministas debemos unirnos a pesar de las difernecias”, expresó a este medio Maria Julia Constant, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto de La Plata.
Feliz día, de lucha
La transformación del festejo del Día de la Mujer con flores y bombones a asociarse a un día de lucha llevó muchos años. En octubre de 2016, tras el femicidio de Lucía Perez, las mujeres argentinas convocaron al primer paro de mujeres como modo de protesta.
Dicho femicidio ocurrió un día después de la realización del 31º Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, donde hubo una participación de setenta mil mujeres. A su vez, a nivel internacional en el mismo mes, las mujeres de Polonia convocaron a un paro nacional en rechazo a los cambios que quisieron imponer en la legislación local para restringir todavía más el acceso al aborto.
Tras el paro de mujeres de octubre y los antecedentes de las concentraciones masivas bajo la consigna #Ni una menos, fue que se pudieron fortalecer alianzas para llamar al primer Paro Internacional de Mujeres, el 8 de marzo de 2017. A partir de allí, la iniciativa se repitió todos los años.
La lucha del feminismo interseccional
Si bien los femicidios y la desigualdad de género han sido los principales reclamos de los feminismos, en estas jornadas lo que marcó el tono principal de las intervenciones fue la cuestión del ajuste y del hambre. La emergencia alimentaria en los comedores, en los barrios y en las casas particulares, sumada a la imposibilidad de llegar a fin de mes, marcaron de manera interseccional todos los otros debates.
Las diferentes intervenciones de las activistas, tanto en Capital, como en La Plata y en todas las provincias, coincidieron en que la seguridad alimentaria y la crisis económica son los primeros reclamos a tratar.
En este contexto, el desafío de los feminismos es que sus paros sean capaces de contener las muchas realidades y problemáticas que atraviesa nuestro país.
Por otro lado, un punto central que buscan defender los feminismos el próximo 8M es la cuestión del aborto legal. Bajo la consigna “Ni un paso atrás”, reclaman no solo que no se modifique la ley vigente, sino también que se cumpla en todos los puntos del país y que también se ejecute lo contemplado en la ley de Educación Sexual Integral (ESI).
Otro aspecto central que ocupó tiempo de las asambleas es el contexto de violencias. A su vez, se cuestionó la criminalización de la protesta y la persecución política como un problema central.