Esta semana, en el conflicto entre Rusia y Ucrania, las fuerzas del Kremlin lograron una victoria estratégica que complica aún más la situación para Kiev en términos militares. Por otro lado, Estados Unidos está elaborando un plan para la paz entre Palestina e Israel, aunque una ofensiva del Estado hebreo en Rafah podría tirarlo por la borda. Mientras tanto, el bloque multipolar de los BRICS continúa expandiéndose en la economía mundial.
Una victoria estratégica para Rusia
El viernes, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales, el nuevo comandante en jefe del Ejército de Ucrania, Oleksandr Sirski, anunció la retirada de las tropas ucranianas de Avdivka, una localidad estratégica al norte de Donetsk. De esta manera, tras 4 meses de intensos combates, las fuerzas de la Federación Rusa han logrado una victoria crucial que solo refuerza lo evidente para todos los actores involucrados en el conflicto: en el aspecto militar, la derrota ucraniana parece ser inevitable, sin importar cuándo termine la guerra.
«Basándome en la situación operativa en torno a Avdivka (…) decidí retirar nuestras unidades de la ciudad para trasladarnos a la defensa de posiciones más favorables», sostuvo Sirski en Facebook. Del mismo modo, el asesor de la Oficina Presidencial ucraniana, Mijaíl Podoliak, reconoció que Advidka es una ciudad estratégica e indicó que «no se trata de un simbolismo sino de la importancia operativa de un territorio en particular». El funcionario de Kiev, en declaraciones a The Guardian, remarcó que la ciudad le permite a las tropas rusas «controlar el espacio alrededor de Donetsk».
Este sábado, en el marco de su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, señaló que «es importante para nosotros preservar las vidas de nuestro pueblo, ese es un objetivo principal. Estamos salvando nuestras vidas, nuestros soldados porque, esa es nuestra defensa». Sin embargo, aunque la realidad indica otra cosa, Zelenski también afirmó que «esa decisión ha sido tomada para retroceder a otras líneas, Rusia no se ha apoderado de nada».
¿Reconocimiento del Estado palestino?
El miércoles, en un marco donde el conjunto de la Comunidad Internacional le advierte al país hebreo que no realice su ofensiva en Rafah, el Washington Post reportó que el gobierno de Estados Unidos se encuentra trabajando junto a países árabes en un plan para lograr la paz entre Palestina e Israel, conflicto que desembocó en una gran inestabilidad para Medio Oriente. Segun el diario norteamericano, que cita como fuente a funcionarios de la administracion de Joe Biden, el plan contemplaria el reconocimiento del Estado palestino, la retirada de los colonos israelis en Cisjordania, el establecimiento de la capital palestina en Jerusalén Este e, incluso, la reconstruccion de la Franja de Gaza.
Del mismo modo, el plan estableceria un acuerdo de gobernanza para Palestina en su conjunto, es decir, un mismo gobierno para la Ribera Occidental como Gaza. Según el diario estadounidense, citando a funcionarios árabes, la idea es conformar un gobierno de tecnócratas que contenga la aprobación de todos los grupos palestinos, incluida la rama política de Hamas. Esto contaría con el visto bueno del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien podría conservar su posición como jefe de Estado.
No obstante, para que el acuerdo pueda convertirse en un horizonte posible, 2 elementos se configuran como necesarios. En primer lugar, una tregua en la Franja de Gaza, que daría tiempo a conseguir el respaldo internacional para dicho plan, pero impensable si Israel procede con su ofensiva en Rafah. En segundo lugar, el punto más importante, la aprobación del gobierno de Israel, quien no ha dado ninguna muestra de ceder ante tales peticiones. Para esto último, según el Washington Post, al país hebreo no solo se le ofrecieron garantías específicas de seguridad sino también la normalización de las relaciones con diversos países árabes, entre ellos Arabia Saudita.
Los BRICS versus el G7
El martes, durante una intervención realizada en el evento conocido como World Governments Summit celebrado en Emiratos Árabes Unidos (EAU), la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), la brasileña Dilma Rousseff, indicó que los países miembros de los BRICS superaran al Grupo de los Siete (G7) en términos de participación en el PIB mundial en los próximos 4 años. Según pronóstico Rousseff, gracias a la ampliación del bloque, los BRICS alcanzarán entre un 35% – 40% en su cuota de producción económica mundial, mientras que la del G7 descenderá hasta aproximadamente un 27,8%.
Del mismo modo, la ex mandataria de Brasil también señaló que la presencia de los países miembros de los BRICS en el comercio mundial ha pasado del 37% al 41% en el periodo 2016-2022. De acuerdo a la presidenta del NBD, los números contrastan de manera ostensible con lo que sucede con las principales economías del mundo nucleadas en el G7 que, en el mismo periodo de tiempo, han visto una disminución del 62% al 58%.
En este sentido, Roussef sostuvo que «el poder de los países BRICS ha crecido rápidamente, lo que es una buena base para comprender la fuerza que sustenta el multilateralismo». En esa misma línea, la jefa del NBD destacó que «si se miden según la paridad del poder adquisitivo, los países BRICS en la actualidad representan el 31,5% del PIB mundial, superando a los países del G7. que representan el 30,8%».