El Año Nuevo Chino, o Fiesta de Primavera, es una celebración milenaria que comienza el primer día del primer mes lunar. Esta tradición se basa en el calendario lunisolar, que tiene en cuenta tanto las fases tanto de la luna como las del sol. Los festejos del Año del Dragón 4.722 se extienden hasta la Fiesta de los Faroles, 15 días después. Según el horóscopo chino, este año está representado por el Dragón de madera.
El Año Nuevo simboliza un nuevo comienzo. Según la cosmovisión oriental, un año no empieza y termina en forma finita a través de una fecha en particular como sucede en occidente. Su calendario agrícola habla de un tiempo que es cíclico. Por eso, el año nuevo simboliza el comienzo de un nuevo ciclo, y está representado por uno de los 12 animales del horóscopo junto a uno de los 5 elementos.
Los festejos en la Ciudad de Buenos Aires comenzaron el viernes 9, en la víspera del Año Nuevo Chino del Dragón. En una conmemoración única, 8 de los monumentos más emblemáticos de la ciudad se iluminaron de rojo en honor al número de la fortuna. El Puente de la Mujer, el Planetario, la Torre de los Ingleses, el Monumento a los españoles, La Usina del Arte, el Palacio Lezama, el Viaducto VIAVIVA y el Arco del Gran Barrio Chino fueron bañados en luz roja en honor al color de la hermandad y la buena fortuna.
Esta iniciativa fue liderada por Carlos Lin, organizador de “La Ruta del Año Nuevo Chino” y referente de la comunidad en Argentina. Además, el “Dragon Bus”, un vehículo turístico ploteado de dragones llevó a 88 artistas a bordo para una performance tipo “flashmob” en el Puente de la Mujer.
Nota al Pie conversó con Ana Kuo, presidenta de la Asociación Cultural Chino Argentina para conocer más sobre esta tradición milenaria que continúa vigente. La institución realiza actividades de capacitación en idioma mandarín y traducciones e interpretaciones para facilitar la comunicación. También se dedican al bienestar corporal, con diferentes propuestas tales como Tai Chi y masajes.
El comienzo de un nuevo ciclo del dragón
En occidente, cada 31 de diciembre marca el fin de un año que no volverá más, pero esto no sucede en el calendario agrícola chino porque considera que el tiempo es cíclico. “El año nuevo chino simboliza el comienzo de un nuevo ciclo, que se representa a través de uno de los 12 animales del horóscopo, junto a uno de los 5 elementos. Los ciclos duran 12 años ya que se van rotando los animales. Además, hay un gran ciclo de 60 años donde se cumplen todos los animales con los respectivos elementos”, comenzó explicando Kuo.
“Este año es el dragón de madera, y se volverá a repetir en 60 años. En el hemisferio norte el año termina en el crudo invierno y comienza en la primavera”, agregó. Esto se relaciona con el calendario agrícola, que está basado para trabajar la tierra. “Se calcula en forma minuciosa el momento en que las temperaturas van a empezar a repuntar. Ese es el momento de regresar a las tierras y trabajarlas, de producir para cosechar en el nuevo año. Por eso en oriente se dice año nuevo o la fiesta de primavera”, describió.
El origen de año nuevo se remonta a la época de los primeros emperadores de China que armaban un ritual en la naturaleza pidiendo un buen año. “Pedían buenas cosechas, buena lluvia y buen viento para acompañar el trabajo en la tierra. Esta ceremonia dando ofrendas al cielo, y donde se desea un buen año de buenas cosechas, que comenzó hace casi 4000 años sigue vigente. El dragón era la deidad que comandaba todas las aguas, ya sea la lluvia, los ríos, los mares y el viento, son los recursos cruciales para obtener buenas cosechas”, mencionó.
El dragón es un animal benévolo que simboliza una intensa fuerza positiva y el poder. “Para los chinos simboliza emperador, poder. La madera es símbolo de la vida, porque es la planta que crece. Simboliza la primavera, la vida y el crecimiento. Se supone que nos va a traer esa fuerza, nos invita a ser creativos y ambiciosos”, sostuvo.
El Año Nuevo Chino o la Fiesta de Primavera, una tradición milenaria
El Año Nuevo o Fiesta de Primavera se extiende durante varios días y consta de distintas ceremonias. Lo más importante es prepararse para regresar a visitar a la familia, en caso de vivir lejos. “La reunión con los seres queridos es el fenómeno migratorio más grande del planeta, este año aún más después de la pandemia. Es un gesto de amor y de respeto más profundo hacia los progenitores”, explicó.
También se realiza la limpieza y purificación de la casa, tanto la física como “también la casa personal donde habitan nuestras almas”. Además, se debe fijar un deseo y declararlo. “Las personas más apegadas a la tradición escriben coplas, frases tipo augurios en papeles rojos, y los pegan en lugares visibles, para recordarlos”, indicó.
Las casas se visten con recortes de papeles que se pegan en los vidrios, y figuras de papel, y se decoran con flores de cerezos. “La gente se viste con ropa nueva de colores alegres, con un toque de rojo siempre porque es el color de la buena suerte”, agregó. “La noche anterior se suele comer una comida que tiene una forma de lingotes de oro, con un simbolismo de reafirmar el deseo de vivir con abundancia.
“En el primer día del año nuevo las personas salen a saludar a otros familiares, por eso en las casas siempre hay comida dulce para recibirlos”. Es muy importante estrechar vínculos, y según el horóscopo chino, hay que acercarse a las personas que llevan a un buen camino, que enseñan, que son los mentores de la vida. “Termina 15 días después con la Fiesta de los Faroles, donde los faroles forman figuras del horóscopo. En la antigüedad, en esa noche las mujeres solteras podían salir a la calle a disfrutar”, indicó Kuo.
“Según el horóscopo chino uno en la vida tiene que ir alimentándose, capacitándose para cuando llegue la oportunidad poder aprovecharla. ser acompañada por aquellas personas que puedan ser mentores de tu vida. Ese es el mensaje del año del dragón de madera: creatividad y ambición”, concluyó Kuo.