A diferencia de otros años y de otros gobiernos, en lo que va del 2024 la política argentina estuvo más activa que nunca en una época en la que el turismo y la temporada teatral suelen ser los protagonistas de todas las portadas. Sin embargo, el debate ardido en el Congreso de la Nación y la caída prematura de la Ley Ómnibus fue lo que esta vez se llevó toda la atención.
Por la cantidad de modificaciones que la denominada “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” planteaba, por la gravedad de la propuesta, por la represión a manifestantes, pero también porque dio cuenta de algo que muches advirtieron con antelación: que el gobierno de Javier Milei no es más que una aventura de un par de delirantes que confundieron la dinámica de las redes sociales con la rosca política.
La caída de la Ley Ómnibus
El viernes pasado, el proyecto que venía a “cambiarlo todo” consiguió la aprobación en general. Sin embargo, con el correr de los días empezó a flaquear debido a la inexperiencia e incapacidad de negociación que tiene el Gobierno Nacional. En medio de la sesión del martes y con tono de hartazgo, el jefe de bloque de Hacemos Coalición Federal (HCF), Miguel Ángel Pichetto, se los quiso advertir, pero no hubo caso.
“Al oficialismo le pedimos que tengan alguna cuota de flexibilidad… les encanta seguir perdiendo. Traten de ver cómo tratan de resetear algunas propuestas y ganar. No hay que perder, hay que ganar”, expresó Pichetto.
El ultimátum, en tanto, lo dio el propio presidente del bloque de La Libertad Avanza, Oscar Zago, cuando pidió que el proyecto vuelva a Comisión. Es decir, que la propuesta vuelva a foja cero. Si bien no se sabe si fue una definición propia de Milei para evitarse un papelón mayor o una torpeza del bloque oficialista, lo cierto es que la ley de la que mucho se esperaba, nada está haciendo.
Milei, el despechado
Tras el fracaso, lejos de replantearse una postura de consenso, el oficialismo optó por tildar de traidores a les diputades que fueron votando en contra y hasta el propio presidente uso sus redes para difundir el listado con nombres y apellidos. No obstante, hubo un agradecimiento sólo para los presidentes de bloque del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal, aunque no fue suficiente para calmar las aguas. Sobre todo, con les legisladores del radicalismo y de HCF.
El destrato a los bloques que eran identificados como “dialoguistas” valió incluso el llanto en cámara por parte del diputado cordobés Rodrigo De Loredo. “Nosotros somos reformistas. Eso significa que la reforma sucede cuando uno la va construyendo y había una gran oportunidad de hacer reformas para la Argentina. Pero vienen los fundamentalistas de siempre que nos hunden como país y empieza todo de cero”, lamentó entre sollozos el radical.
Pero la bronca libertaria no quedó ahí, sino que también salpicó a gobernadores que habían sido acusados de “delincuentes” por el jefe de Estado y que ahora se enfrentan a él tras el anuncio de eliminación del fondo con el que se subsidiaban a las empresas de colectivos urbanos del interior del país. No obstante, la medida de Nación no afectaría tanto a las autoridades provinciales; más bien, es un duro golpe al bolsillo de les ciudadanes que, por resentimiento de Milei, podrían pagar más de mil pesos el boleto.
Les trabajadores también como enemigues
Último, pero no menos importante, es el lugar que tienen les sindicalistas y les trabajadores estatales en la lista de enemigues que Milei se propuso, quizás el epicentro del fenómeno libertario que le dio impulso al discurso “anti-casta”. De hecho, una publicación que el mandatario hizo este jueves en su feed de Instagram da cuenta de eso. Es que, en su mundo imaginario, en el que él cree ser Terminator, Milei presenta como oponentes y parte de la “casta” a todes aquelles que se interpongan en su plan para despedazar al Estado, entregar la soberanía y dejar todo en manos del mercado.
“A mí me parece que es necesario ubicar que no es que los trabajadores estatales ‘somos importantes’, sino que les servimos como primera línea para construir un discurso que les permita legitimar la entrega y la privatización”, opinó al respecto Nuria Giniger, investigadora y secretaria general de la Junta Interna ATE CONICET CABA.
En ese sentido, en diálogo con Nota al Pie, la investigadora remarcó que, a diferencia de lo que pasó en la década del 90, las propuestas del nuevo ciclo privatizador encabezado por el libertario ya no tienen a la eficacia como principal argumento. “Sino que hoy hay uno peor: que los trabajadores del estado somos desechables, la casta o que trabajamos poco”, agregó.
No obstante, Giniger advirtió que, a pesar del ataque discursivo, las políticas de ajuste de Milei no tienen como punto un grupo específico, sino que afectarían a todes les trabajadores por igual. “Hay que tomar conciencia que esta doctrina del shock ultraliberal va por todos: desde los privados hasta los que hacen changas. Hay que poder ubicar que este proyecto político y este proyecto de país que se intenta establecer es un proyecto para el 10% de la población”, concluyó.