Estados Unidos y el Reino Unido, bajo el amparo de una operación militar internacional denominada «Guardian de la Prosperidad» integrada por distintos países satélites del eje anglosajón, continuaron esta semana con los bombardeos en Yemen contra objetivos estratégicos de los rebeldes hutíes, la organización político-militar del país de Medio Oriente que, en respuesta al genocidio en la Franja de Gaza, realizo desde noviembre pasado diversos ataques a buques comerciales e internacionales dirigidos hacia Israel en el Mar Rojo.
En un contexto de una gravísima inestabilidad regional por la incesante agresión de Israel en la Franja de Gaza, con la justificación de «garantizar la seguridad de la navegación comercial en el Mar Rojo», el eje anglosajón sigue echando más leña al fuego en Medio Oriente. En este sentido, profundizando la estrategia belicista e injerencista anunciada en diciembre con la operación «Guardián de la Prosperidad», tropas tanto de EEUU como del Reino Unido realizaron el pasado lunes una nueva serie de ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen.
Más leña al fuego en Medio Oriente
En la declaración conjunta, ambos países calificaron a esta ronda adicional de ataques como «proporcionados» e indicaron que «tuvo como objetivo específico un sitio de almacenamiento subterráneo de los hutíes junto a lugares asociados con sus capacidades de vigilancia aérea o de misiles». Del mismo modo, a pesar remarcar que el objetivo principal es restaurar la estabilidad en la zona, advirtieron que no dudarán en defender «el libre flujo del comercio en una de las vías fluviales más críticas del mundo frente a las continuas amenazas».
De igual manera, dos días más tarde, las fuerzas del Comando Central del Ejército de EEUU (CENTCOM) destrozaron dos misiles antibuque hutíes que, según los militares norteamericanos, «estaban preparados para el lanzamiento». Por medio de un comunicado, el CENTCOM explicó que las fuerzas estadounidenses «determinaron que representaban una amenaza inminente tanto para los buques mercantes como para los buques de la armada de EEUU en la región».
Los hutíes, que aclararon que continuarán con sus operaciones militares hasta que se logre un alto el fuego en la Franja de Gaza, respondieron en la misma jornada atacando tanto destructores como buques de guerra estadounidenses en el golfo de Adén. «Varios de nuestros misiles balísticos alcanzaron sus objetivos, a pesar de los intentos de los buques de guerra por interceptarlos», destacaron los rebeldes mediante un informe.
Las repercusiones: Estados Unidos y el Reino Unido continúan con los bombardeos
El pasado lunes, luego de la nueva agresión anglosajona, el líder del gobierno provisional de los hutíes en Yemen, Mohammed Ali al Houthi, afirmó que «si EEUU está dispuesto a luchar contra nosotros, es un orgullo que estemos luchando contra un enemigo del mundo». Del mismo modo, además de advertir que Estados Unidos «no es un Guardián de la Prosperidad sino un Guardián de la Destrucción», sostuvo que «cuanto más nos bombardean, más poder tenemos».
El martes, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, señaló que tanto EEUU como Gran Bretaña «han cometido un error estratégico al lanzar un ataque militar contra Yemen» e indicó que esto solo aumentará los riesgos de una expansión de la guerra en la región. En ese sentido, el canciller iraní aseguró que «poner fin al genocidio en la Franja de Gaza es la clave principal para restablecer la seguridad regional».
El jueves, además, una delegación de los hutíes se reunió con el Viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mijaíl Bogdánov, para abordar la crisis que tiene lugar en el Mar Rojo. Según el comunicado de la cancillería rusa, durante el encuentro «se condenaron enérgicamente los ataques con misiles y bombas lanzados por Estados Unidos y Gran Bretaña contra Yemen, que pueden desestabilizar la situación a escala regional».
No obstante, más allá de las distintas voces que advierten que los ataques podrían desestabilizar aún más la situación en Medio Oriente, el gobierno de Joe Biden ha declarado no tener la intención de frenar con los bombardeos. En una rueda de prensa celebrada 18 de enero, el presidente de Estados Unidos reconoció que los bombardeos no han disuadido a los huties de terminar con sus operaciones militares pero, al mismo tiempo, adelantó que los ataques en Yemen van a continuar de todas maneras.