Un caso fatal de meningitis fue confirmado por el Ministerio de Salud. Se trata de una niña de 9 años que vivía en San Justo, Santa Fe. Había ingresado a un sanatorio privado de la capital provincial con un cuadro de infección generalizada. Los resultados de las muestras de laboratorio determinaron que el agente responsable fue la bacteria meningococo.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias indicaron la medicación preventiva, con antibióticos tanto por vía oral como inyectables, a todos los contactos familiares y cercanos. Esto se definió con el fin de eliminar a los portadores de meningococo y evitar la aparición de casos secundarios.
Además, se expresaron las pautas de alarma y control por el médico de cabecera frente a cuadros febriles de los contactos. También se recomendó la consulta a quienes hubieran estado en contacto con la paciente una semana previa al inicio de los síntomas.
Nota al Pie conversó con la Dra. Vanesa Castellano (MN 111.169) para conocer más sobre esta enfermedad y cómo poder prevenirla. Es pediatra del Servicio de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y Coordinadora del Departamento Científico de la Fundación Vacunar.
Las múltiples causas de la meningitis
La meningitis es la infección e inflamación del líquido y de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. En general, “la inflamación de las meninges provoca síntomas como dolor de cabeza, fiebre, vómitos y rigidez del cuello.
Los bebés pueden presentar otros síntomas como rechazo del alimento, irritabilidad o decaimiento y rigidez corporal”, comenzó explicando la Dra. Castellano. “En muchas ocasiones al inicio del cuadro los síntomas pueden ser muy inespecíficos y confundirse con infecciones virales benignas”, agregó.
La mayorìa de las veces la meningitis es causada por virus y bacterias, siendo ocasionadas muy raramente por parásitos y hongos. Las bacterianas son las de mayor gravedad debido a su rápida progresión y riesgo de muerte.
Una de las bacterias que más frecuentemente provoca esta enfermedad es la Streptococcus pneumoniae. “Causa meningitis bacteriana en bebés, niños pequeños y adultos. También puede causar otros cuadros infecciosos como neumonía y otitis media aguda”, informó.
Además, es importante señalar a la Neisseria meningitidis. Esta bacteria causa “la enfermedad meningocócica invasiva. Se manifiesta como meningitis y/o infección en la sangre, de rápida evolución. Afecta principalmente a los lactantes aunque puede presentarse a cualquier edad”.
Por último, la especialista recordó a la “Haemophilus influenzae tipo B (Hib), que fue la principal causa de meningitis bacteriana en niños. Sin embargo, las vacunas contra el Hib han reducido considerablemente la cantidad de casos de este tipo de meningitis”.
Con todo lo anterior señalado, la Dra. Castellano definió claramente que “la meningitis bacteriana debe ser tratada rápidamente con antibióticos endovenosos para reducir los riesgos de muerte y secuelas graves”.
De los portadores a las secuelas
En la mayoría de las veces, el contagio se produce entre personas. “Las bacterias o los virus comunes que pueden causar meningitis se transmiten al toser, estornudar, besar o compartir utensilios para comer, un cepillo de dientes o un cigarrillo”, explicó la Dra. Castellanos.
Hay personas que pueden tener las bacterias que causan meningitis en la nariz y las fauces pero de forma asintomática. Estos “portadores” son capaces de transmitir estas bacterias.
“Las tasas de portación pueden variar de acuerdo a la edad y el germen. Los niños pequeños presentan las mayores tasas de portación de Streptococcus pneumoniae. Los adolescentes y adultos jóvenes presentan las mayores tasas de portación de Neisseria meningitidis, por lo que se los considera principales responsables de la transmisión de la enfermedad Meningocócica”, aclaró.
La presencia de secuelas es variable ya que depende de la bacteria. Puede haber pérdida auditiva y discapacidad neurológica. “La enfermedad meningocócica invasiva provocada por la bacteria Neisseria meningitidis puede causar amputaciones de miembros, cicatrices en la piel y trastornos psicológicos a largo plazo. La mortalidad puede ser muy elevada en los casos sin tratamiento inmediato”, indicó la médica.
El riesgo de transmisión del meningococo puede aumentar frente a la presencia de infecciones virales del tracto respiratorio superior, como influenza (gripe). También por el hacinamiento, tabaquismo y por el incremento de la circulación de otros virus como el Virus Sincicial Respiratorio e Influenza.
Vacunar para prevenir
Para prevenir la meningitis producida por las tres bacterias principales existen vacunas. Se debe consultar siempre con pediatras para las aplicación de vacunas y su seguimiento.
“La mayoría se encuentran incorporadas al Calendario Nacional, como la vacuna para Hib, dentro de la vacuna combinada pentavalente, la vacuna neumococo conjugada 13 valente y la vacuna meningocócica cuadrivalente para los serogrupos ACWY. Otras vacunas están incorporadas para aquellos con factores de riesgo y son la vacuna neumocócica polisacárida 23 valente y la vacuna para meningococo B.”
“Las vacunas para la meningitis disponibles reducen ampliamente el riesgo de enfermar, pero también existen serogrupos de Streptococcus pneumoniae o de Neisseria meningitidis que no pueden llegar a prevenirse a través de las vacunas actuales”, precisó.
Es por ello que “siempre hay que sospechar la enfermedad frente a un niño o adulto que presente síntomas compatibles con meningitis y consultar rápidamente al sistema de salud”.