Artistas célebres de la historia del rock nacional firmaron un petitorio en rechazo al desfinanciamiento que propone el proyecto de Ley Ómnibus de Javier Milei, que pone en peligro a la cultura y que atenta contra el Instituto Nacional de la Música (INAMU).
Charly García, el Indio Solari, La Renga, León Gieco, Pedro Aznar, Fabiana Cantilo, entre otres, fueron quienes participaron de la firma en apoyo al comunicado que sacó la Mesa de la Industria y de la Actividad Musical.
El proyecto pretende realizar cambios significativos en el INAMU y de esta manera busca eliminar los logros que lo convirtieron en un modelo de transparencia, federalismo y eficiencia en el uso de sus limitados recursos. Para entrar en contexto, Diego Boris, ex presidente de la institución, dialogó con Nota al Pie sobre este atropello a la música argentina.
“Para este gobierno la cultura en general y el arte en particular no es importante. No es importante y no es necesario porque para ellos sólo las variables económicas deberían funcionar, demostrando claramente una insensibilidad profunda en ese sentido”, enfatizó el ex presidente de INAMU.
En ese sentido, Boris confirmó que el 23 de enero, en el Día Nacional de la Música, se llevarán a cabo diferentes actividades culturales en relación a la música. Las mismas se darán a un día del paro nacional organizado por la Confederación General del Trabajo (CGT), se preparan de lleno para debatir sobre la “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”.
¿Cómo afectará la eliminación de fondos específicos para la música a la calidad y cantidad de música producida en Argentina?
Si se elimina una de las fuentes de ingresos que tiene el INAMU, donde también genera sus propios ingresos, claramente borra la posibilidad de solucionar parte de los procesos artísticos. El INAMU no da el 100% de lo que sale una producción, puede dar un 20%, un 25%, el resto lo pone el artista autogestionado.
Si esa parte de la ayuda, que a veces hace que los proyectos se puedan concretar, ya no existe, se afecta mucho la economía del arte, porque ahí hay una ignorancia muy profunda en estos que se creen que saben de economía.
Cada peso que da un órgano de fomento se multiplica por 4 o por 5 y muchas veces se realizan producciones que no se harían.
¿Qué impacto tendrá la eliminación del artículo 31 de la Ley N° 26.801 en la presencia de bandas argentinas en el escenario internacional?
Este artículo ponía un poquito de soberanía y también les daba trabajo a artistas argentinos. Cuando venía un artista internacional, que haya un artista argentino teloneando le permitía cobrar el derecho a autor, hacerse conocer ante mucha gente. Pero, ¿cuál es el problema de que exista esa posibilidad?La verdad es que, cuando se habla de otros países y se ponen como ejemplo, en muchos de ellos existen estas normas de mínima protección. Esto tiene que ver con querer dar una señal de que acá el Estado no se va a meter en nada de nada.
¿Cuál fue tu lectura cuando supiste lo que este gobierno planea hacer con la cultura?
La verdad que es difícil hacer una lectura lineal con respecto al ensañamiento de este gobierno con respecto a la cultura, a la posibilidad del fomento, a las distintas artes, y a la necesidad de relacionarlo con un producto hecho en serie.
Nuestra sociedad generó consensos que vienen desde hace más de 70 años. Lo que produce el arte no es similar a la producción que se hace en serie sobre bienes y servicios.
Lo que hizo esta gestión es barrer con todos esos consensos y querer igualar a las producciones artísticas con un producto que tiene más que ver con la lógica de mercado, y esa lógica de mercado tiene más que ver con la competencia que con la necesidad de expresión.
Desde el vamos, apenas vimos los proyectos dijimos “estamos en problemas, hay un gobierno que no tiene ni idea de lo que significa el arte y por consecuencia la cultura”.
¿Cómo afectará la modificación del INAMU a les artistas locales?
Prácticamente desaparece el órgano de fomento. Primero, porque se desfinancia. Segundo, porque lo mejor que tiene el INAMU es que hizo que no tenga ni una sola denuncia por un subsidio mal dado en nueve años, que tenga la aprobación de la gestión por las 23 provincias y CABA durante los nueve años por unanimidad, que tenga un protagonismo en la elección de los beneficiarios por 80 representantes de asociaciones.
Tanto esos representantes de asociaciones como los 24 representantes gubernamentales hacen su labor ad honorem, porque sienten que vale la pena ser parte de un organismo de estas características. Por eso tiene una valoración internacional muy grande el INAMU.
¿Por qué considerás que es importante defender a la comunidad de la música?
Uno de los grandes beneficios que tienen los organismos de fomento es justamente la federalización. El Instituto de la Música tiene un federalismo profundo e institucional. La aprobación de la gestión del INAMU no la tiene el Poder Ejecutivo, la tiene una asamblea federal, 23 provincias y CABA, en sus representaciones gubernamentales de Cultura.
También tiene un federalismo asociativo territorial en donde la elección de los beneficiarios recae en más de 80 representantes de asociaciones de músicos y de músicas que tienen personería jurídica o gremial en alguna de las provincias que integran nuestro país.
Por lo tanto, cuando quieren afectar, están afectando un federalismo profundo que hace que no todo se concentre en las decisiones de Buenos Aires.