Organismos del Estado argentino continúan invirtiendo en desarrollo tecnológico con el objeto de lograr avances en el campo aeroespacial. El Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), está trabajando en la investigación de nuevos materiales que serán utilizados en la construcción de un nuevo cohete.
El proyecto prevé obtener como resultado un lanzador argentino que sea capaz de colocar en órbita satélites de producción nacional. De ese modo se lograría colocar en el espacio esos dispositivos sin tener que contratar servicios de lanzamientos en otros países.
El INTEMA depende de la Universidad Nacional de Mar del Plata y coopera con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). La tarea que le ha sido encomendada es la de lograr nuevos componentes para lanzadores de satélites argentinos, realizados con materiales resistentes y livianos.
En este marco, Nota al Pie dialogó con Exequiel Rodriguez, integrante de INTEMA y responsable del proyecto para conocer detalles de sus desarrollos.
¿Podría explicarnos qué es un lanzador?
El lanzador es un cohete que tiene como objetivo colocar en órbita carga útil. Esa carga útil suelen ser satélites. El objetivo final de la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales y la empresa VENG que es el brazo ejecutor, es poder colocar los satélites que se fabrican en nuestro país desde nuestro propio territorio. Eso se realizará desde una base de lanzamiento que va a estar en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca. Ese lanzador, alcanzaría una carga útil de 500 kilogramos, por eso se podría usar para colocar satélites pequeños en órbita.
¿En qué consiste la investigación en nuevos materiales para un futuro lanzador de satélites?
Básicamente lo que estamos haciendo es desarrollar componentes para el vehículo Tronador. Puntualmente trabajamos en los recipientes de presión, o tanques que son los que contienen gases presurizantes. El vehículo necesita tanques que impulsen el combustible. Esos recipientes de presión antes eran fabricados con materiales tradicionales como el acero. Nosotros desarrollamos materiales ultra livianos con materiales compuestos reforzados con fibra de carbono que hacen que se reduzca su peso. Con eso se logra bajar el peso del cohete.
¿Ustedes hacen el desarrollo de los materiales para algunos componentes del lanzador, o también van a construir el lanzador?
Nosotros como INTEMA no somos los que construimos el cohete sino que somos proveedores de la empresa VENG en algunos desarrollos. Nosotros vamos a fabricar los recipientes de presión o tanques y luego se los vamos a dar a VENG para que los integre dentro del cohete. La tecnología que nosotros estamos desarrollando incluye la posibilidad de que se evalúe la factibilidad de ser incorporada al cuerpo mismo del cohete. Actualmente los cohetes están fabricados en aluminio pero existe la posibilidad de que todo el cuerpo del cohete sea fabricado con material compuesto reforzado con fibra de carbono.
¿Qué requisitos tienen que cumplir los materiales de un lanzador?
Todo el material que va a ir al espacio tiene que tener las siguiente característica: alta resistencia. Esto es resistencia mecánica, resistencia al medio ambiente agresivo como es el espacio que tiene grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. Y por supuesto tienen que ser materiales resistentes a las altas temperaturas, tal es el caso de los materiales que van a ir cerca de los motores. De acuerdo a la zona donde esté ubicado, son diferentes los requisitos en términos de lo que tiene que poder soportar. En el caso de los recipientes de presión, necesitan resistir cargas mecánicas muy altas. Además de todas esas características, los materiales tienen que ser livianos para que podamos tener más carga útil dentro del cohete.
¿Cómo se testean los materiales?
El ciclo del desarrollo de un material va desde la escala de laboratorio, luego escala piloto, donde se hacen pequeñas pruebas en muestras de laboratorio. Luego se va escalando el proceso, se fabrican placas y esas placas se ensayan con diversas temperaturas y con pruebas mecánicas. Luego se fabrica el componente con el material, en este caso sería un tanque. Ese tanque luego hay que someterlo a un montón de pruebas de estallido, llevarlo a diversas presiones, hacerle cargas cíclicas, ver los efectos que tiene los cuales deben ser mínimos. Es un trabajo muy exhaustivo.
¿Cuándo se estima que se podría culminar el lanzador?
Nosotros como INTEMA somos proveedores de VENG. Entonces no tenemos todo el panorama de los tiempos del proyecto global del cohete Tronador. Según nos han informado, se espera dentro de dos o tres años hacer un nuevo lanzamiento. El proyecto global, para que el cohete esté listo, llevará varios años más. Esto se debe a que hay que hacer muchos lanzamientos hasta que la tecnología sea probada. Es un proyecto de largo plazo. Lo importante es ir logrando hitos de nuevas tecnologías y considero que estamos en muy buen camino.