Hoy se cumple un nuevo aniversario de la trágica muerte de la cantante de cumbia, Míriam Alejandra Bianchi, más conocida en la cultura popular como Gilda, quien supo trascender generaciones con su música. Hace 25 años, cuando viajaba rumbo al norte de Entre Ríos, un camión embistió al micro donde viajaba. La artista perdió la vida a los 34 años, en medio de su ascendente carrera.
Rápidamente se convirtió en referente histórico de la movida tropical, abriendo camino para futures artistes y cantantes de todos los géneros que aman sus canciones. Luego de su muerte, Gilda obtuvo mayor reconocimiento, y sus obras se convirtieron un éxito en ventas, llegando a ser discos de oro, platino y doble platino.
Conmemoraciones y homenajes póstumos
En vida llegó a grabar 6 producciones, y luego se editó uno póstumo. Con cada conmemoración de su fallecimiento, su música se renueva en las voces de otres artistes y el fervor de sus fans cobra más fuerza. Por otro lado, su figura se volvió mística, ya que en vida, algunos seguidores le atribuián la condición de santa popular. Esto se potenció con su muerte y hasta se armó con parte del micro donde viajaba, un santuario en su honor en el lugar donde ocurrió el accidente.
En el 2015, su vida llegaría al teatro, con un biodrama encabezado por Florencia Berthold. Una obra que primero se consagró en el ambiente underground y luego en la calle Corrientes. Su historia trascendió fronteras en el 2016, con el lanzamiento de una película, Gilda, no me arrepiento de este amor. La cantante uruguaya Natalia Oreiro puso su cuerpo y voz para crear una sólida personificación. Además de grabar un disco con los mayores éxitos de Gilda.
El film fue un éxito en Argentina e internacionalmente. Y llevó las canciones de la reina de la cumbia a países como Israel, Rusia, Ucrania y resto de Europa Oriental. Además, se encuentra en producción una serie, basada en la vida Gilda, que mostrará otro lado de la cantante, con Brenda Asnicar en el papel protagónico.
Este año vale destacar dos homenajes, Abel Pintos, Karina y La Delio Valdez, durante la entrega de los Premios Gardel 2021, interpretaron una exquisita versión de su canción, Paisaje. Y durante el último mes, su sello discográfico Leader Music, editó un disco “Homenaje a Gilda: 25 Años”. Los éxitos de Gilda, reversionados por Soledad, Brenda Asnicar y Natalie Pérez, entre otres cantantes, tiene como meta llegar a las generaciones actuales y mantener su legado vivo.
Gilda, su historia
Nació el 11 de octubre de 1961 en Villa Paranacito (Entre Ríos) y fue hija de Omar Eduardo, un empleado municipal, e Isabel “Tita” Scioli, una profesora de piano. Con la temprana muerte de su padre, decidió ayudar a su familia y trabajó como maestra jardinera y profesora de educación física, aunque nunca terminó sus estudios. Tiempo después, Gilda tuvo dos hijos: Mariel y Fabricio.
Luego de ver un aviso en el diario con la búsqueda de una cantante para un grupo, su vida cambiaría. Una carrera musical de rápido ascenso, con composiciones que se diferenciaban en letras y estilo. Una voz particular explotó en los escenarios de la movida tropical. Y bajo el seudónimo Gilda llegaría el reconocimiento en éxitos como “Corazón valiente”, “No me arrepiento de este amor”, “Fuiste”, “No es mi despedida”, “Paisaje”, entre otras.
Gilda puso la voz en 2 discos del grupo “Las Primas”, cuando todavía no tenía en mente ser cantante solista. También compuso y grabó en un cassette el tema “La Playa Tropical” para el CD de Flavia Palmiero “Flavia está de fiesta”. Sus primeros pasos como vocalista llegaron en los 90. La primera formación en la que participó fue en La Barra, luego siguió como solista.
Con su voz dulce y su delgada figura, marcó diferencia del resto de las artistas tropicales del momento. Cabe resaltar que su fama como solista llegó con su disco «Corazón Valiente», cuya portada se convirtió en un emblema tras su muerte, donde aparece con un vestido morado y una corona de flores.
El abrupto final
Previo a su muerte, la compositora tenía pensado cambiar su estilo musical. Si bien deseaba investigar otros ritmos, siempre se mantuvo fiel a la cumbia. “No es mi despedida”, es una composición dedicada a una amiga de Gilda que vive en Bolivia, y que originalmente se iba a llamar “El Mundo” pero una semana antes del trágico accidente, Gilda misteriosamente modificó la letra.
Esa canción se convirtió en un himno a su adiós, grabada en un cassette, se editó, y formó parte del disco póstumo llamado “Entre el cielo y la tierra”. Hace 25 años el accidente automovilístico terminaba con la vida de la cantante en la Ruta Nacional 12, junto a su madre, su hija mayor, tres de sus músicos y el chofer del colectivo.
Si sobrevivió su hijo Fabricio, quien hoy mantiene viva la figura de su madre, y se compromete en cada homenaje a la artista. Quien además ha revelado, ella no quería ser recordada como una santa, sino como “La abanderada de la bailanta”.