“Voces, tiempo, verdad” es un libro que da cuenta de lo ocurrido en Cromañón durante la noche del 30 de diciembre de 2004, donde 194 personas perdieron la vida a causa de un incendio.
Diecinueve años después, la obra llega tras la noticia de que el edificio, ubicado en el barrio porteño de Once, se transformará en un espacio para la memoria, gracias a la incansable lucha de los sobrevivientes y familiares.
El libro, escrito por Bruno Larocca, fue presentado por la organización “No nos cuenten Cromañón” (NNCC) y ofrece una reflexión sobre la mayor tragedia no natural de Argentina, ocurrida en 2004.
Además, las páginas cuentan con las voces de prestigiosos sociólogos, comunicadores, activistas de derechos humanos, músicos, psicólogos, pensadores, abogados y sobrevivientes.
La presentación tuvo lugar este sábado 2 de diciembre en la Fundación Xeito Novo, ubicada en Sarandí 1280, Buenos Aires, y reunió a personalidades de la cultura, los Derechos Humanos y medios de comunicación.
En tanto, desde la organización, lo propusieron como una oportunidad para rendir homenaje a las víctimas y sobrevivientes, a 19 años de la Masacre de Cromañón.
Si bien el libro está en preventa desde hace algunas semanas, se entregará a partir de su presentación oficial de la mano de Pausa Impresiones. En su interior, incluye fotos históricas, documentos e imágenes de la lucha que NNCC lleva a cabo desde 2007.
En las primeras páginas, les lectores encontrarán un prólogo escrito por Estela de Carlotto y, además, habrá testimonios de muchas figuras que acompañaron el pedido de justicia a lo largo de estos años.
Es así que participaron con su testimonio directo: Indio Solari, Eugenio Zaffaroni, Víctor Hugo Morales, Gabriel Solano, Alfredo Moffat, José Palazzo, Alejandro Kaufman, Leandro Santoro, Carlos Sica, Fabio Lacolla, César San Juan, músicos y sobrevivientes.
Cromañón y la búsqueda de un espacio para la memoria
Desde la noche de la tragedia de Cromañón, se buscó poner fin a la vida nocturna en Buenos Aires al descubrirse que la mayoría de los boliches funcionaban con irregularidades en las habilitaciones, y desde ciertos sectores de la sociedad se intentó criminalizar a la juventud.
La búsqueda de justicia para las 194 personas fallecidas y los más de 3 mil sobrevivientes fue un caso único en el país. Esto se debió a la complejidad del proceso judicial por Cromañón, tan significativo que involucró cuatro juicios orales, en los cuales, en todos, se presentó y se cuestionó la responsabilidad del Estado.
Desde las organizaciones de sobrevivientes, se luchó por una ley que expropiara el edificio de Cromañón para transformarlo en un espacio de memoria y, la semana pasada, esa lucha se hizo realidad. El pasado viernes 30 de noviembre, el gobierno nacional reglamentó la normativa aprobada en 2022.
El presidente Alberto Fernández instruyó al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para llevar a cabo la declaración de utilidad pública del inmueble, aún a cargo de Rafael Levy, uno de los condenados por los hechos. Tanto la ley como el decreto reglamentario prevén la construcción de un espacio de memoria en el lugar y le otorgan el carácter de Monumento Histórico Nacional.
Gracias a la perseverancia de los sobrevivientes y familiares de las personas fallecidas, la memoria continúa viva para transmitir a las generaciones más jóvenes lo sucedido en Cromañón y por qué es crucial evitar que se repita un hecho que estigmatizó al rock nacional y criminalizó a la juventud.