Este viernes Amnistía Internacional presentó su informe “Domar el algoritmo: desafíos para la salud mental y privacidad en el uso de TikTok Argentina”. Los hallazgos de la investigación se centraron en dos ejes principales: privacidad y datos personales, por un lado; y salud mental, por el otro.
El evento tuvo lugar pasadas las 10 de la mañana en Art Lab, espacio ubicado en Roseti 93, Villa Crespo (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). La exposición del informe contó con la presencia de Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina.
Además, se destacó la participación de Martín Becerra, doctor en ciencias de la información y Victoria Irisarri, doctora en antropología; ambos líderes de la investigación. También participaron una integrante del Grupo de Jóvenes de la ONG y una de las investigadoras que realizó trabajo de campo.
En relación al creciente uso de las redes sociales, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski, alertó que estas “deberían combinar entretenimiento, comunicación y servir además como fuente de información, y de hecho han dado muestras de lo beneficiosas que pueden ser para socializar y conectar”.
Sin embargo, agregó: “nuestro estudio enciende algunas alarmas que preocupan no solo a mamás y papás sino a los propios usuarios de TikTok”.
Algoritmo y poca regulación en TikTok
La conferencia inició con la palabra de la directora adjunta de la ONG, quien expresó: “No buscamos demonizar a TikTok, sino generar herramientas y regulaciones para que sea un espacio seguro y cuidado”. Del mismo modo, explicó que el título del informe se relaciona con las estrategias que crean los jóvenes para intentar modificar el algoritmo según sus gustos.
En su turno, Becerra explicó que “la plataforma no ofrece información sobre el algoritmo, por eso las y los jóvenes nos transmitieron sus rutinas de ensayo y error para intentar ‘domar’ el algoritmo en el marco de una puja por el control inherente a toda tecnología”.
A su vez, el doctor en ciencias de la información, señaló que “el trabajo se realizó previo a las PASO, entonces el nivel de contenidos electorales fue bajo, sobre todo en menores de edad”.
Por su parte, Victoria Irisarri, contó que en la investigación surgió “como una sorpresa el miedo a volverse viral, hay miedo por esta imposibilidad de desactivar la circulación de videos y que eso vaya generando comentarios negativos”.
“Ninguna de las redes sociodigitales puede garantizar cuestiones de seguridad, privacidad y protección de los datos a sus usuarios. TikTok tiene un perfil más agresivo en este sentido: la extracción de datos no solo se hace dentro de esta plataforma, sino que dialoga con otras“, concluyó Irisarri.
Sobre el informe
Esta investigación se trata del primer proyecto etnográfico de este tipo en Argentina; se desarrolló entre febrero y junio de este año en cinco localidades. El enfoque consistió en comprender las experiencias cotidianas de jóvenes de entre 13 a 25 años en relación con dicha aplicación.
El informe detalla que durante la pandemia TikTok exacerbó su crecimiento, pero su aumento continuó en los años posteriores. Además, marca que el vínculo con la aplicación es percibido como más intenso y permanente entre las personas menores de edad.
En Argentina, TikTok tenía 16,2 millones de usuarios mayores de 18 años a comienzos de 2023, entre 2022 y 2023 sumó casi 5 millones de usuarios. Cabe mencionar que la compañía no informa acerca de datos de menores de 18 años. Este crecimiento es superior al de otras plataformas que ya lograron niveles de masividad universal.
Entre los datos aportados por el informe se destaca que, este último año, TikTok fue la principal fuente de noticias para las personas de entre 12 y 15 años, superando a Youtube e Instagram. Además especialistas alertan que TikTok se ha convertido en el nuevo buscador de jóvenes y adolescentes, que responden a sus inquietudes, ya no a través de Google, sino de esta aplicación.
En cuanto a la privacidad de la aplicación, Amnistía alerta que el modelo de negocio es transformar los datos brindados por los usuarios en perfiles para colocar publicidad dirigida o conductual. Otro dato relevante es que la extracción de datos de la privacidad no puede modificarse y es necesaria su aceptación para descargar la aplicación.
A sí mismo, TikTok almacena información de imagen y audio; e información de otras fuentes como Facebook, Twitter, Instagram y Google. En cuanto a las diferentes problemáticas, Amnistía Internacional destaca que “un efecto importante de las redes sociodigitales es la desjerarquización del conocimiento y la simetrización de los enunciadores”.
Otro eje fundamental de la investigación es la incidencia de la aplicación en la salud mental. Según los testimonios, en el uso de menores, dicha red social impacta en la sociabilidad, la construcción identitaria, la capacidad de atención, genera autodiagnósticos y miedo a recibir agresiones.
El trabajo de campo muestra esfuerzos diversos, por parte de los usuarios, para moldear su relación con la sofisticada programación algorítmica. A su vez, la sensación de adicción aparece vinculada con el celular en general y con TikTok en particular.
Durante su presentación, García Rey explicó que este informe busca proporcionar datos que, luego, sirvan cómo insumo para generar herramientas y reglas para un uso cuidado de la aplicación. Para ello, advirtió, es necesario crear campañas de concientización sobre la violencia online y un Estado presente para acompañar y evacuar dudas.