En su discurso luego de consagrarse presidente, Javier Milei volvió a hacer énfasis en la figura de Juan Bautista Alberdi como inspiración para su proyecto político. Actor clave en la creación de la Constitución Nacional de 1853 y exponente de la Generación del 37 que marcó una época de mucha imaginación política a mediados del siglo XIX, Alberdi reaparece como un modelo a recrear.
Nota al Pie conversó con Fernando Protto, historiador argentino, quien se refirió a los puntos en común y las diferencias entre el ideario alberdiano y la propuesta libertaria.
¿Qué relación hay entre el proyecto político que quiere impulsar Milei y el que representó Alberdi en su época?
Relación directa no hay porque primero hay que contextualizar los procesos históricos. Cuando Alberdi escribió una parte sobre política estaba en el exilio con (Juan Manuel) Rosas.
Luego vuelve e ingresa en el mundo de las pujas políticas que se disponían después de la caída de Rosas entre dos bandos claros: uno federal y “democrático” liderado por (Justo José) Urquiza, que quería instalar un sistema federal sacándole cierto poder a Buenos Aires.
Por el otro un sistema todavía unitario pero con una mirada claramente nacional pensado por (Bartolomé) Mitre en donde se aplicaban copias del modelo chileno unitario.
En esa lógica, (Domingo Faustino) Sarmiento se apoya en el modelo mitrista ubicando a Buenos Aires como centro del país y Alberdi se ubica con Urquiza, el triunfador de Caseros.
Previamente a la sanción de la Constitución Nacional, el 1 de mayo de 1853, el proyecto alberdiano apuntaba a construir un país en un lugar donde no lo hay. No es refundar sino volver a tomar los ideales de Mayo.
Alberdi integró un grupo en el cual estaban Mitre, Sarmiento, Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez, denominado Generación del 37, y se consideraban superadores de la disputa entre unitarios y federales y herederos de Mayo de 1810.
Luego ese grupo se fue esparciendo y se fueron peleando entre ellos, y algunos muriendo previamente, a partir de 1853 se transforman en la Generación Política Intelectual.
En ese sentido, el único punto coincidente es esta mirada del Estado en una situación ajena a la construcción del país, “liberado” a ciertas fuerzas del mercado y que todo se maneje a partir de los códigos legales que entienden a las personas no como parte de un colectivo sino como seres individuales.
Es lo único que existe en común real entre el pensamiento alberdiano y el de Javier Milei. El ideario de Alberdi está pensado en un Estado que interviene en la política y las cuestiones de la vida cotidiana y social a través de establecer un código general que es la Constitución Nacional.
Esta última, por más que fomente el libre comercio, establece que las personas van a tener libertad religiosa, promueve la inmigración extranjera, el desarrollo de arte y de trabajo rentado y de la formación de colonias agrícolas. No es la misma mirada que tiene Milei sobre la situación económica del país.
Historiadores coinciden que la Constitución de 1853 plasma la visión política de Alberdi, ¿por qué Milei la recupera continuamente?
Milei retoma la idea de los historiadores sobre el significado de la Constitución del 53 porque en realidad retoma la idea de fundar una nueva Nación. Alberdi y el grupo de la Generación del 37 entendían que la Nación cuando no surgía sola debía ser creada.
Ellos estaban en un debate muy fuerte en relación a la Nación a crearse entonces establecieron cuál debía ser, qué características iba a tener y cómo se iba a fundar. Esto lo notamos claramente cuando Milei plantea que todos aquellos que adhieran al modelo liberal serán aceptados.
Y aquellos que lo enfrenten porque quieran mantener sus privilegios serán atacados. Esta es la idea del pensamiento alberdiano en el sentido de nueva Nación y refundación del país y para esto tenemos que pensar un proyecto a largo plazo que lo constituye.
¿Esta es una idea factible? No, porque ya hay una Nación construida en base, casi, en ese pensamiento perdurable que dejó no solo la Generación del 37, sino la Generación del 80.
Y esto no podes refundarlo todo el tiempo porque, al fin y al cabo, el ideal de Nación integra a los otros a lo ya dado y no se puede reconstruir simplemente. Acá hay una cuestión más económica de Javier Milei que algo de carácter jurídico y político del pensamiento alberdiano.
¿Qué cuestiones trabajadas en su célebre texto “Bases” se relacionan con los principios liberales-libertarios de Milei?
Alberdi tiene varios textos y “Bases” es uno de ellos, copiado casi textualmente de la Constitución de Estados Unidos. Urquiza y la Constituyente del 53 la copiaron. Pero además tiene otros sobre los crímenes de la guerra, la monarquía absoluta. Hay varios Alberdi, no hay uno solo. Tuvo distintas etapas de vida y hay que ver cuál es la que Milei pregona. En general los libertarios promueven una muy puntillosa del pensamiento alberdiano en la defensa del ideal del individuo.
Pero, por otro lado, Alberdi fue una figura que impulsó la modernización del país a partir del desarrollo industrial. De hecho, él creía que la inmigración proveniente del Mediterráneo europeo era mala y debía provenir de la Europa sajona porque era industriosa, como podía ser la proveniente de los Países Bajos y el Reino Unido.
Él creía que debía ser una inmigración que genere una suplantación masiva de la nativa, que además debía aceptar las reglas del modelo liberal argentino, iba a traer modernización e industrias.
Por eso Alberdi plantea en Bases y otros textos la idea de la República Posible y la República Verdadera. La Verdadera es a la que todos aspiramos llegar: la del país grande, autodeterminado y soberano, pero se tarda más en alcanzarla.
Y en República Posible, Alberdi desacredita al indio y al gaucho y descreída de la idea sarmientina de la educación, yo creo que hay un punto en común. Milei descree en la educación, no solo para impartir conocimiento sino para formar en habilidades prácticas. Porque el modelo político se da solamente por sustitución e implantación de un modelo a otro.
Por fuera de eso no hay de juego financiero ni de bolsa, no hay idea de país exclusivamente agrícola. Alberdi pensaba en el desarrollo de un país industrial. Cuando él escribió eso era un país que todavía no llegaba ni a la pampa, ni a la Patagonia, ni al Gran Chaco.
Después escribe un texto contra la Guerra del Paraguay donde es muy claro: las ideas de civilización que propugnaba de alfabetización y desarrollo estaban dadas en el Paraguay y no en Buenos Aires.
¿Qué análisis personal haces de esta convocatoria para recuperar el legado de Alberdi en esta coyuntura nacional e internacional?
Alberdi, (Julio Argentino) Roca, Sarmiento, Esteban Echeverría son recuperables en sus pensamientos, su obra y sus discursos, no así el ideal político porque, como han dicho varios historiadores argentinos que no son precisamente anti liberales, sino todo lo contrario, el pensamiento de Alberdi y Sarmiento son parte de un contexto histórico.
Una cosa es que vuelvas 30, 40 o 50 años de la historia para recuperar su pensamiento. Pero en este caso es un ideal propio de una etapa que cumple casi 200 años. Podes pensar su obra en contexto pero no retomar su ideal propio de una Argentina que no tenía ni 1,5 millones de habitantes.
En 1853 no controlaba dos regiones, su capital no era Buenos Aires sino Paraná. Entonces no se pueden retomar ideales políticos de un proceso histórico que ya está caduco.
Una cosa es que vos retomes las ideas más generales de estos pensadores que el modelo de país que proyectaban porque ese país ya no existe. Estamos en otro país y deberán tomar pensadores más cercanos para poder construir este proceso.