PASOS es un programa de articulación social, ocupacional y sustentable de la Fundación Pertenecer. Allí, jóvenes con discapacidad fabrican baldosas y ladrillos con botellas de plástico reciclado como materia prima. Se trata de una propuesta de trabajo alternativo que surgió para dar respuesta al déficit ocupacional para personas con discapacidad y los sectores más vulnerables de la sociedad. Por último, contribuye a disminuir los desechos plásticos.
Las baldosas que elaboran son un elemento innovador hecho con botellas de plástico (PET). De esta forma se generan materiales de construcción de vivienda evitando el uso de derivados del petróleo y la emisión de gases, ambas altamente contaminantes.
Del proyecto participan jóvenes con discapacidad que cobran una remuneración por su trabajo y que asumen un rol activo en todo el proceso. Los productos que elaboran son vendidos al mercado interno, con gran calidad al menor precio posible. Esto hace que también sea accesible para el Estado, para la reparación de veredas o la mejora habitacional.
Las botellas PET son recolectadas en escuelas y esquinas de Escobar y Martínez, ambas localidades de la provincia de Buenos Aires, donde se colocan unos cestos identificados para tal fin. Luego se trasladan hasta la Fundación, donde jóvenes con discapacidad las reciclan transformándolas en baldosas. El precio de venta hace posible la accesibilidad para familias y comunidades que no tienen su derecho al acceso a una vivienda digna garantizado.
Nota al Pie conversó con el estudiante de Psicología Social, Nicolás Quiroga, Coordinador Operativo de Tareas dentro del marco terapéutico. Entre los objetivos de PASOS está poder contribuir al trabajo como generador de identidad, al acceso a una vivienda digna y a cuidar el planeta a través del reciclaje.
Baldosas y ladrillos de plástico reciclado, una opción para cuidar el planeta
“PASOS nació como respuesta a la interpretación de necesidades, como es la falta de inclusión de poblaciones vulnerables. También la escasez de productos constructivos de viviendas, y viviendas en sí, junto con la contaminación ambiental”, comenzó explicando Quiroga. Sobre el proceso de creación y diseño de las baldosas, comentó que “fue un período largo de ensayo-error tendiente a generar la resistencia y prestancia adecuada”.
En nuestro país, cada día se producen y se descartan unas 200.000 toneladas anuales de envases PET. Si bien son reciclables, sólo un 30% se recuperan con este fin, es decir, unas 70.000 toneladas. Cada botella PET tarda más de 150 años en degradarse, por lo que terminan acumulándose y generando un gran daño ambiental. “Cada baldosa lleva aproximadamente 16 botellas de 2 litros, lo que equivale a unos 400 gramos de plástico. Al momento producimos 10800 baldosas, con lo cual reutilizamos más de 4 toneladas”, indicó.
Cada baldosa permite reciclar 1.7 kg de plástico, un aproximado de 37 botellas de 2.25 litros.
Para poder hacer las baldosas necesitan juntar muchas botellas. Por eso se unieron a diferentes instituciones que acopian el material desechable. “Estamos yendo a escuelas, instituciones, edificios. campos de deportes. Les damos una charla de concientización y les dejamos un cajón de 1 metro cuadrado. Cuando está completo nos avisan para ir a pasarlo a retirar y dejamos un nuevo Bolsón para así seguir recolectando”, comentó.
El plástico reciclado como oportunidad de inclusión laboral
Según explicó Quiroga, las dificultades que deben atravesar las personas con discapacidad para acceder a un trabajo son innumerables. “Ya sea por cuestiones propias del mercado laboral, como por las específicas de esta población. Por ejemplo, el incumplimiento de los cupos por ley, la falta de capacitación de los empleadores, la falta de competencia propia de la población que debido a no percibir horizontes llanos pierde la motivación”, mencionó.
El impacto social de PASOS alcanza a toda la comunidad. Desde la inclusión laboral de jóvenes con discapacidad hasta la concientización a nivel local sobre los beneficios del cuidado del medio ambiente. Esto hace que cada vez más personas decidan comenzar a separar su residuos y a colaborar con la entrega de botellas plásticas. Al ser económicas, estas baldosas permiten que los municipios puedan reparar una mayor cantidad de veredas. Esto a su vez contribuye a ciudades más accesibles para gente con movilidad reducida. Además, muchas personas en emergencia habitacional podrán mejorar sus hogares.
Hace un tiempo realizaron una encuesta donde preguntaban a sus integrantes qué significaba para sí mismos el proyecto. “En ellas se podían ver una variedad de respuestas, pero hay una que recuerdo con mucha emotividad. Una señora mayor que contestó que tenía cáncer hace tiempo que no tenía nada que hacer más que esperar la muerte. Juntar botellas le dio sentido a lo que queda de vida porque siente que colaboró para los que quedan”, manifestó. Por último, Quiroga explicó que “hay muchas maneras de participar dentro de PASOS. “Como productor, recolector, acoplados, logística, reproductor, concientizar, cliente, entre otras”.