Una nueva edición de los Premios Konex otorgó el máximo galardón al Dr. Gabriel Rabinovich, un investigador del CONICET que lidera estudios sobre inmunología y cáncer. Esta distinción reconoce su trayectoria y la importancia de sus hallazgos para generar terapias contra distintas enfermedades inmunológicas.
Sus investigaciones permitieron mejorar la comprensión de los mecanismos que regulan la respuesta inmunológica, revelando un nuevo paradigma. Esto posibilita el diseño de nuevas terapias innovadoras tanto en cáncer, enfermedades autoinmunes e inflamatorias crónicas. Están basadas en la modulación de unas proteínas denominadas galectinas y glicanos.
Gabriel Rabinovich es Doctor en Ciencias Químicas y dirige el Laboratorio de Glicomedicina del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET- F-IBYME). También es profesor titular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
Luego de recibir la distinción, declaró que “es un impulso muy grande para seguir trabajando en el acercamiento de nuestras investigaciones a la gente y brindarles nuevas oportunidades a pacientes. Nuestro objetivo actual es poder generar mayores oportunidades terapéuticas”. Cabe destacar que este premio fue otorgado a grandes personalidades de la ciencia, como Luis Federico Leloir, César Milstein, René Favaloro y Alberto Kornblihtt, entre otros.
Rabinovich, investigador del CONICET, y los avances en el tratamiento del cáncer
Desde hace 30 años, Rabinovich estudia unas proteínas denominadas galectinas, cuya investigación básica permite hoy realizar ciencia aplicada para diseñar nuevas terapias que regulen la respuesta inmunológica. “Solo tengo palabras de agradecimiento, es una gran alegría y un inmenso honor. Me emociona particularmente el impacto social de este premio, un reconocimiento muy arraigado a la sociedad”, expresó Rabinovich.
El rol clave de la proteína galectina-1 (Gal-1) en el sistema inmune fue descubierto por él en 1993. A partir de ese momento participó y dirigió investigaciones que permitieron establecer las funciones que tiene esa proteína en la regulación del sistema inmune, tanto en escenarios fisiológicos y patológicos. Muchas de esas investigaciones fueron publicadas en revistas internacionales.
En agosto cofundó Galtec, una empresa argentina de base tecnológica que tiene como objetivo desarrollar estrategias terapéuticas para el tratamiento de cáncer, enfermedades inflamatorias y autoinmunes. “A través de Galtec buscamos transformar descubrimientos científicos de tres décadas de trabajo en nuevas estrategias terapéuticas para el tratamiento de múltiples patologías. Nos proponemos el desarrollo final de productos terapéuticos que puedan modular la actividad de Gal-1, aumentar o bloquear su expresión con el objetivo de sintonizar la respuesta inmunológica, cuando está muy aumentada o muy disminuida”, explicó.
Gal-1: una proteína clave en el límite entre salud y enfermedad
Rabinovich comenzó a estudiar la proteína Gal-1 a comienzos de 1990, descubriendo su papel dentro del silenciamiento de la respuesta inmune. Con sus trabajos pudo demostrar que suprime la inflamación en articulaciones causadas por procesos artríticos. Esto era debido a la inhibición de la función de unas células, llamadas linfocitos T, que generan daños en los tejidos.
En 2004, comprobó que esta proteína ayuda a los tumores a escapar de la respuesta inmune mediada por linfocitos T. Notaron que cuando se bloqueaba a Gal-1, estas células lograban eliminar el tumor. Con los años, se amplió el conocimiento y la implicancia de esta proteína en la regulación de la respuesta inmune.
También descubrió otras funciones, como su papel en la tolerancia materno-fetal para el mantenimiento del embarazo y en la respuesta inflamatoria dentro del sistema nervioso central, conectando células claves. Además, demostró que Gal-1 modula la formación de nuevos vasos sanguíneos que favorecen la progresión de tumores y la formación de metástasis. Por último, determinó el papel de galectinas y azúcares en sepsis, enfermedades inflamatorias intestinales y cardiovasculares, sumando así un total de 320 trabajos científicos publicados.
Las investigaciones del Dr. Rabinovich permitieron identificar las funciones de la proteína Gal-1. Entre ellas se destaca el rol perjudicial en el cáncer, ayudando al tumor a escapar de los linfocitos, creando nuevos vasos sanguíneos y generando metástasis. Además, demostró que la proteína también es un inmunomodulador, siendo beneficioso en enfermedades autoinmunes (como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, uveítis y el síndrome de Sjögren), al evitar que las células T dañen tejidos funcionales.