Agrupaciones estudiantiles reclaman la falta de asistencia en materia de salud a Viviana Blanco, presidenta del Centro de Estudiantes Universitarios “Juana Azurduy” de la Unidad 8 de Los Hornos (La Plata, provincia de Buenos Aires). La licenciada falleció en contexto de encierro luego de un infarto el pasado 1 de noviembre.
Blanco es la primera mujer recibida en contexto de encierro de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Además, como militante, participaba de actividades estudiantes para promover y defender los derechos de las personas en cárceles y el acceso a la educación universitaria.
Desde el Centro de Estudiantes Universitarios en Contexto de Encierro Unidos realizaron un pedido para que se investigue la falta de asistencia médica días previos a su fallecimiento. El documento esta dirigido al Comite Nacional Para La Prevencion De La Tortura; a La Comision Provincial Por La Memoria; al Comite Contra La Tortura; al Centro De Estudios Legales y Sociales; la Asamblea Permanente Por Los Derechos Humanos. Además, denuncian que no recibía los tratamientos médicos necesarios frente a sus problemas médicos.
“Contamos con información fehaciente, como testimonios de sus compañeras de pabellón, audios de WhatsApp y su historia clínica, que demuestran que Viviana Blanco necesitaba tratamiento debido a diversas enfermedades que la afectaban y que el Sector de Salud de la Unidad se negó a ofrecer de manera eficiente y ademas diversos pedidos realizados por la misma a su juez Nicolas Gabriel Sanchez titular del juzgado Nº 3 del departamento judicial de San Martín a quienes hacemos directamente responsable”, expresaron a través de un documento.
El trabajo de Viviana en la educación
“Vivi” como le decían sus compañeres de la Facultad, creía en la educación como un derecho y luchó para que no sea un privilegio. Por ello, lo utilizó como una herramienta de transformación e inclusión para todxs aquelles que fueron expulsades del sistema.
Además de militante y presidenta de una organización estudiantil en cárceles, ejercía como docente en contexto de encierro en las Unidades Nº 8 y 9 de la Provincia de Buenos Aires.
Desde la agrupación Rodolfo Walsh de la FPYCS, dedicaron una líneas a despedirla y abrazar a su familia y compañeres.”Cambiaste la historia de la educación universitaria en cárceles, y con eso la vida de muches”, publicaron.
Además, en el pedido de parte del espacio estudiantil, dijeron: “para aquellos de nosotros que fuimos sus compañeros de estudio o sus alumnos, su deterioro de salud en los últimos tiempos era evidente”.
Habiendo expuesto toda la situación que atravesó Viviana en sus últimos meses de vida y con una atención médica paupérrima agravada por el contexto de encierro, piden una serie de medidas respecto a su fallecimiento.
En primer lugar la investigación clara y como segundo punto piden “que se tomen todas las medidas necesarias para llevar a cabo una investigación seria y rigurosa, incluyendo la recopilación de pruebas necesarias, con el propósito de esclarecer los hechos que condujeron al fallecimiento de Viviana”.
Por último exigieron: “que se nos informe acerca de las medidas que se están implementando para prevenir que más personas privadas de la libertad continúen perdiendo la vida debido a la acción u omisión del poder judicial o del servicio penitenciario bonaerense”.