En los tiempos que corren, la sexualidad y los derechos sexuales y (no) reproductivos están cobrando relevancia. Sin embargo, una etapa como es el climaterio continúa siendo tabú.
A partir del año 2000, cada 18 de octubre se marca en el calendario como el “Día Mundial de la Menopausia” y, durante todo el mes, se pretende visibilizar un etapa rodeada de mitos y desinformación para las personas con útero.
2023 y la #menopausia sigue siendo tabú. Muchas veces nos falta conocimiento y nos encontramos con mitos y estigmas que nos impiden hablar abiertamente sobre esta etapa de nuestras vidas😳
— No Pausa (@no_pausa) July 3, 2023
Es hora de cambiar esa narrativa. pic.twitter.com/TvEgUK5Snt
En un contexto donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2025 habrá más de mil millones de mujeres de 50 años o más, el climaterio abarca hoy un tercio de la vida de las personas que lo atraviesan. A pesar de eso, la falta de información dificulta transitar los cambios propios que produce el cuerpo.
Climaterio y menopausia: ¿De qué se trata?
La OMS define a la menopausia como el “cese permanente de la menstruación, determinado de manera retrospectiva después de 12 meses consecutivos de amenorrea, sin causas patológicas”.
Tal es la desinformación que ni siquiera se llama a esta etapa por su nombre correcto. Mientras la menopausia es el momento puntual en el cual ocurre la última menstruación, el climaterio se corresponde con el proceso que comprende el tiempo previo, el durante y el después, en el cual se producen cambios hormonales y biológicos en las personas menstruantes.
El climaterio aborda todas las fases, tanto la perimenopausia, como la menopausia y la posmenopausia. La OMS, además, indica que el 75% de las personas durante esta etapa experimentan síntomas que impactan en su calidad de vida.
Estos síntomas son diversos y cada persona puede tenerlos todos, como ninguno. Entre ellos son más frecuentes los sofocos, el insomnio, síntomas genitales y urinarios, caída del deseo sexual, sudoración nocturna, lagunas mentales, problemas en la piel y el cabello, e incluso depresión.
El problema de la desinformación
Más allá de los distintos síntomas, las personas al momento de llegar al climaterio también deben enfrentarse a la falta de información. En este sentido, la OMS afirma que el 70% de las personas llega a esta etapa sin información suficiente para decidir cómo abordarla y sin siquiera conocer su impacto físico y psicológico.
Ante la ausencia de datos sobre el tema, la organización No Pausa creó el Primer Observatorio de Datos sobre Climaterio y Menopausia de Latinoamérica. Para realizar su primer informe, se encuestó a casi 2.000 personas de diferentes países radicadas en Argentina, Colombia, Uruguay, Chile y Brasil.
De allí surgen datos como que el 40% de las encuestadas desconoce el término “climaterio” y más del 50% no recuerda cuando escuchó hablar de menopausia por primera vez. A su vez, el 93% de quienes respondieron la encuesta, manifestaron sentirse afectades en su vida laboral por los síntomas del climaterio.
En cuanto a los síntomas, el 40% de las personas encuestadas no relaciona los síntomas con cambios hormonales; además, el 80% no sabía que las migrañas y las llamadas lagunas mentales eran un síntoma posible. Sin embargo, la mayoría las experimentó alguna vez.
El tabú y el rechazo a la vejez
Ante la falta de información, las personas suelen llenar los espacios en blanco con mitos y falsas informaciones que circulan en internet. Que la menopausia es una enfermedad, que los síntomas son siempre los mismos, y que dicho proceso está relacionado a la vejez son algunos de los mitos más frecuentes.
A los síntomas y a la desinformación se le suma otro problema, el peso cultural y social de llegar a la menopausia. Las percepciones sobre esta etapa están ligadas a estereotipos más amplios vinculados a la feminidad y el envejecimiento. Además, asociado al rol de la mujer como madre, muchas veces quienes atraviesan este período se enfrentan a connotaciones despreciativas que van unidas a ideas de déficit, deterioro y vejez.
Este aspecto negativo puede observarse al buscar la palabra “menopausia” en internet: personas de más de sesenta años, con pelo blanco y arrugas, son las primeras imágenes que aparecen. Esto se relaciona, a su vez, con el edadismo o la gerontofobia, el cual implica la discriminación contra personas por razones de edad mayor. Una de sus consecuencias es la reproducción de estereotipos estigmatizantes.
Al respecto, la OMS asegura que en la mayoría de los países la concienciación sobre la menopausia y el acceso a la información y los servicios relacionados con ella siguen presentando deficiencias importantes. Por esta razón, muchas mujeres con síntomas menopáusicos se sienten incómodas exponiendo su experiencia y evitan tanto pedir ayuda como compartir sus experiencias.
En la misma línea, muchos gobiernos carecen de políticas sanitarias y de financiación para incluir el diagnóstico, asesoramiento y tratamiento relacionados con la menopausia. Por su parte, desde No Pausa aseguran que la falta de políticas públicas, la falta de consideraciones dentro del mercado laboral y la desinformación “fuerzan el tabú y potencian que esta etapa sea vivida de forma silenciosa y solitaria”.