“Quizás no vuelva a jugar nunca más por esta nota, pero la tranquilidad que siento no me la saca nadie”. Con esas palabras, Eliana Ceballos concluyó su testimonio para Nota al Pie, tras vivir un calvario durante su estadía como futbolista en el Club Atlético Lanús durante 9 meses.
“En el fútbol femenino argentino pasa eso. Si confrontas a una dirigencia y hablás públicamente sos carne de cañón porque no volvés a jugar. Te cortan las piernas o la carrera”, afirmó la jugadora. Luego, agregó: “La mayoría de mis ex compañeras se tuvieron que ir callándose la boca para poder seguir jugando en otros equipos”.
La lateral izquierda arribó al club en octubre del 2022, y desde entonces atravesó un infierno plagado de mentiras y destrato. La situación derivó en la rescisión de su contrato al entrenar de forma diferenciada, y el posterior descenso del Granate a la Primera B en la disciplina femenina.
Por la misma vía, expresó: “Me pregunto dónde está Javier Felice, el anterior presidente del Fútbol Femenino de Lanús. Él es el gran culpable, es la gran cabeza de todo esto. Hace unos meses lo tuvieron que sacar porque se estaba mandando muchas cagadas”. Asimismo, añadió: “Cuando llegué tuve las primeras conversaciones con él, siempre mintiendo, prometiendo y ocultando”.
Con problemas desde su arribo
Ceballos nació en Las Parejas, provincia de Santa Fe. Empezó a jugar a los 5 años rodeada de varones e inició su carrera en Rosario Central. Tras pasar por Sarmiento de Junín y Estudiantes de Buenos Aires, su representante le comentó la posibilidad de incorporarse a Lanús.
La santafesina puso la firma y selló su vínculo profesional con la institución hasta diciembre de 2023. En el arreglo, el club le aseguró un departamento para vivir junto a 3 de sus compañeras, con la inclusión del desayuno y la merienda de palabra.
Una vez instalada en la vivienda, observó que las condiciones no eran las adecuadas. “No teníamos lavarropas ni cocina, solo un anafe”, reveló la protagonista. “Felice nos garantizó que cuando volvieramos del receso en enero el departamento que nos había cedido el club iba a estar en las condiciones prometidas”, explicó.
Sin embargo, al retomar los entrenamientos en pleno verano notaron que todo seguía igual. “Quería meter más gente dentro del departamento, todas amontonadas. Ahí fue cuando empezamos a poner el grito en el cielo”, recordó. En ese momento, como equipo se plantearon incluso la posibilidad de realizar una sentada en la cancha.
De profesional, poco y nada
Por otro lado, el plantel siempre entrenó en el Predio Valentín Alsina. Más precisamente en césped sintético, pese al pedido explícito de las jugadoras por pisar césped natural. Allí también disputó la mayoría de sus partidos, salvo el clásico ante Banfield, que tuvo lugar en el Estadio Ciudad de Lanús.
Otro aspecto a resaltar es la pretemporada que realizaron a principios de año, gracias al utilero Marcelo, que consiguió los elementos para llevarla a cabo. “Él llevaba años ayudando en el club, pero decidió dar un paso al costado cuando vio que las cosas se estaban haciendo mal, y nos quedamos sin utilero. Quiero darle las gracias por bancarnos”, valoró la futbolista.
Cabe destacar que el plantel de Lanús estaba conformado por algunas jugadoras experimentadas, y varias jóvenes provenientes de la Reserva. “Como referentes siempre quisimos apartar del conflicto a las nenas, porque estaban ahí para completar y lógicamente no iban a chocar”, explicó la santafesina.
No obstante, continuó su relato: “Cuando había algún partido de las inferiores, Felice se encargaba de ir a Alsina y les hablaba una por una para que no se juntaran con las referentes. Las amenazaba diciéndoles que si no hacían lo que les pedía, no iban a jugar más ni subir a Primera División”.
Entre idas y vueltas
En junio de este año, en el cierre del Campeonato YPF, el Granate se midió ante El Porvenir y el encuentro finalizó con un ambiente muy caldeado, que derivó en 4 fechas de suspensión para Eliana Ceballos. Con el torneo finalizado, el cuerpo técnico comandado por Marcos Aguirre empezó a diagramar lo que sería la Copa de la Liga, no sin antes un extenso párate por el Mundial de Fútbol Femenino.
Ceballos recordó aquellos días de inactividad futbolística: “Para Aguirre era la mejor y me iba a tener en cuenta supuestamente, pero nunca tuvo los huevos para decirme las cosas de frente”. En este sentido, la lateral izquierda apuntó a la forma en que se dio su salida del club.
“Tenía ofertas para irme pero al ver la situación del equipo decidí quedarme hasta el final. La nueva dirigencia de la disciplina me citó a una reunión en la que me comentaron que, de oído, tenían entendido que me quería ir, pero les dije que era mentira”, narró la jugadora.
De esta manera, la santafesina sostuvo que su decisión era quedarse hasta diciembre, cuando finalizaría su vínculo contractual. “El cuerpo técnico necesitaba reforzar e insistí en que no había problema, pero que pensaba quedarme hasta fin de año. Me volví a reunir con la dirigencia y me hicieron saber que aparentemente el cuerpo técnico no quería que me quedara”, reveló.
Su salida de Lanús
Como consecuencia, el representante de Ceballos se sentó a negociar con la institución y le ofrecieron 3 meses de sueldo, además del pase libre. “No estaba de acuerdo porqué me querían pagar 3 en vez de los 6 restantes. Puse una abogada de Agremiados, y desde el club me aseguraron que si no rescindía iba a entrenar de forma diferenciada”, aseveró.
La ex Rosario Central se siguió presentando a entrenar de forma regular, pero ya sin la misma motivación que antes. “En un momento el DT me apartó del plantel y mis compañeras no entendían nada, yo callada la boca. Me retiré de la práctica, lo charlé con mi abogada y reconocí que no iba a bancar la situación, conociéndome sabía que iba a terminar a las piñas”, confesó.
Finalmente el club le dio el pase libre y 4 meses de sueldo. “No hace falta estar dos años en un club para conocer a las personas y las intenciones que tienen. Si hubiese querido podría haberlos llevado a juicio, pero atravesaba problemas personales y una operación familiar”, aseveró.
A modo de conclusión, Eliana Ceballos reflexionó: “Lanús es un club hermoso, conocí gente extraordinaria que trabaja ahí, como Tamara Olivera, otra de las utileras a quien le agradezco. El tiempo pone cada cosa en su lugar. No me alegra que hoy Lanús esté de la manera en que está, lo sufro por mis ex compañeras. Para ellos el femenino es un gasto, nos abandonaron”.