El canciller chino, Wang Yi, dijo que las acciones de Israel en Gaza tras el ataque de Hamas la semana pasada fueron “más allá del ámbito de la defensa propia” y deben “cesar su castigo colectivo a la población” palestina.
Yi hizo estos comentarios ayer, durante una llamada telefónica con su homólogo saudita, el príncipe Faisal bin Farhan. También pidió a las partes involucradas que “no tomen ninguna medida que escale la situación” y que “deben volver a la mesa de negociaciones lo antes posible”.
El ataque de Hamas y la respuesta de Israel
De acuerdo a funcionarios israelíes, más de 1.300 personas murieron tras el ataque de los comandos de Hamas en territorio israelí el 7 de octubre, en su mayoría civiles y al menos 120 personas fueron tomadas como rehenes.
Sin embargo, como respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva militar contra la Franja de Gaza, un territorio pobre y asediado por Israel que está controlado por la organización islamista.
En ese marco, la respuesta israelí se cobró la vida de más de 2.200 palestinos, incluidos 700 niños, la cual ha sido condenada por la comunidad internacional. China, que hasta el momento mantenía una postura neutral en el conflicto, se ha sumado a las críticas.
CCTV, emisora estatal del país de Asia Oriental, también anunció hoy que el enviado de China para Medio Oriente, Zhai Jun, visitaría la región la próxima semana para promover un alto el fuego y conversaciones de paz.
Las principales fases del conflicto
Los orígenes del conflicto israelí-palestino se remontan a principios del siglo XX, cuando el movimiento sionista comenzó a promover la creación de un Estado judío en Palestina. En 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 181, que proponía la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe.
Sin embargo, la resolución fue rechazada por los estados árabes y la guerra árabe-israelí de 1948-1949 derivó en la creación del Estado de Israel, así como también en la expulsión de más de 700.000 palestinos de sus hogares.
Luego, con la Guerra de los Seis Días de 1967, que resultó en la captura por parte de Israel de Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán.
Seis años más tarde, en 1973, el conflicto continuó con la Guerra de Octubre o también conocida como Yom Kipur, cuyo enfrentamiento terminó en un empate militar, pero no logró ningún progreso significativo en la resolución del conflicto.
En la década de 1990 también se dieron una serie de acuerdos, como el de Oslo (1993), el cual reconoció la autoridad nacional Palestina como el representante legítimo del pueblo palestino y estableció una serie de etapas para el establecimiento de un Estado palestino.
Sin embargo, el conflicto entre los dos Estados nunca alcanzó un acuerdo de paz. Y, entre 2000 y 2005, continuó un segundo período de violencia generalizada entre Israel y Palestina.
Entre 2008 y 2009, el conflicto de la Franja de Gaza dejó a más de 1.400 palestinos y más de 100 israelíes como víctimas, mientras que, en 2014, derivó en la muerte de más de 2.200 palestinos y más de 70 israelíes.
En la actualidad, el mismo se encuentra en una fase de estancamiento. Israel y la Autoridad Nacional Palestina continúan negociando un acuerdo de paz, pero sin ningún avance concreto.
Como consecuencia, el conflicto israelí-palestino tuvo un impacto devastador en la región y causó la muerte de miles de personas, el desplazamiento de millones y la destrucción de infraestructura. También contribuyó a la inestabilidad regional y al terrorismo.