Marcos Levín, expropietario de la empresa de transporte de pasajeros La Veloz del Norte, afronta junto a otras dos personas un juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.
En la jornada de ayer, el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 1 de Salta comenzó a juzgar a Levin por el secuestro y las torturas contra 17 trabajadores de su empresa. En tanto, los otros dos imputados en la misma causa son el ex jefe de Personal de la empresa, José Antonio Grueso, y el ex comisario Víctor Hugo Almirón, jefe de la Comisaría Cuarta de Salta.
El tribunal está presidido por Marta Liliana Snopek y lo completan sus pares María Alejandra Cataldi y Abelardo Jorge Basbus. A su vez, el fiscal general Carlos Martín Amad, a cargo del Área de Derechos Humanos de la Unidad Fiscal Salta, representa al Ministerio Público.
Los casos de crímenes de lesa humanidad
Los hechos de los que son acusados tuvieron lugar entre el 20 y el 24 de enero de 1977 a partir de una falsa denuncia por estafa que presentó el propio Levín contra sus propios empleados.
En ese momento, las fuerzas ilegales del Estado persiguieron y detuvieron a 17 personas, quienes habían participado en protestas sindicales para exigir mejoras en los derechos laborales.
Las víctimas habían sido secuestradas en el trabajo, en viaje e incluso en sus propias casas. Luego, fueron trasladadas hacia la Comisaría Cuarta de Salta, donde sufrieron torturas y estuvieron alojadas durante varios días.
Asimismo, otra parte de los trabajadores secuestrados fueron puestos en libertad o trasladados al Penal de Villa Las Rosas, aunque en su mayoría fueron despedidos.
De acuerdo a lo relatado por extrabajadores, el propio Marcos Levín y José Antonio Grueso, ex jefe de personal de la empresa y quien aparentemente ayudó a confeccionar la lista de personas a detener, se encontraban en la comisaría al momento que eran interrogados y torturados los trabajadores.
También fueron señalados por el aporte de vehículos para trasladar a los detenidos, mientras que, según citó el sitio oficial de Nación, Levín mantenía un “vínculo muy estrecho con la policía local y varios efectivos trabajaban o habían trabajado para él”.
Además, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es parte de la querella y participa del proceso judicial a través de la Coordinación de Asistencia a Testigos Víctimas en el acompañamiento de familiares y sobrevivientes.
La tanda de testimonios
En el día de ayer, y durante la primera jornada del juicio, se leyeron los cargos que se le imputa tanto a Levin como a Grueso y Almirón, quienes siguieron los acontecimientos por videoconferencia.
También testificaron algunas de las víctimas que dejaron en claro la participación de la empresa La Veloz del Norte en los crímenes que se acusan.
El primero en hablar fue Víctor Cobos, quien contó que era conductor de larga distancia de la compañía y delegado en la firma al momento de ser detenido ilegalmente.
Según relató durante el juicio, el mismo fue secuestrado mientras estaba en el garaje de la empresa, momento en el que el comisario Víctor Bocos y el policía Figueroa (f) lo esposaron, le pusieron una capucha y lo subieron a un Ford Falcon celeste para derivarlo a la Comisaría Cuarta.
Una vez trasladado, detalló que lo llevaron a una habitación del fondo que era usada para la tortura. “A las 6 de la tarde empieza mi suplicio, y así todos los días” mientras estuvo en esa dependencia. Además, manifestó no ser el único, sino que “mucha gente fue torturada”.
La hermana de Cobos, Cristina, también prestó declaración: “La cúpula empresarial se benefició de manera importante con la política económica que implantó la dictadura militar y además participó activamente en la tortura y el secuestro de los obreros, trabajadores y militantes políticos y de empresarios que estaban en otros sectores”, afirmó.
No obstante, la última testigo en la sala del tribunal fue Carmen Juárez , quien contó que siempre pasaba por la puerta del garaje de la transportista y veía a policías en ese lugar.
Incluso Juárez recordó que, en una ocasión, su padre fue agredido sin motivos por esos policías: “Lo llevaron y lo tuvieron detenido en La Veloz del Norte”, en el garaje, donde fue gravemente golpeado.
Y, a modo de conclusión, la testigo recordó que, producto de la agresión recibida, su padre quedó con secuelas en la columna. De esta manera, el testimonio de Juárez sirvió para unir la acción conjunta entre las fuerzas del Estado y la empresa.
El segundo juicio a Levín
Un dato importante es que este es el segundo juicio contra Marcos Levín, quien fue condenado a 12 años de prisión en 2016 por el secuestro del delegado Víctor Cobos. Por entonces, Levín fue el primer empresario en ser declarado culpable por su participación en el terrorismo de Estado.
En este caso, la pata civil empresarial que había participado de los crímenes de Estado llegó a una condena. Aunque, distinto fue el caso de Pedro Blaquier, dueño de la azucarera Ledesma y vinculado a la Noche del Apagón en Jujuy, que murió impune a causa de un lento proceder de la Justicia.
En cuanto al fallo condenatorio de Levín, en 2017, un año después de la sentencia, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal decidió absolverlo junto a los ex policías Víctor Bocos y Enrique Cardozo al considerar que los delitos no se encuadraban bajo la figura de lesa humanidad.
En ese sentido, recién el 18 de octubre del año pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó dejar sin efecto el fallo de Casación, así como también que se emita un nuevo pronunciamiento.
En 2016, el TOF de Salta había condenado a Levín a 12 años de prisión por privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos en perjuicio de un trabajador de su empresa. En tanto, los ex policías Víctor Bocos y Víctor Hugo Almirón recibieron la misma pena, mientras que Cardozo fue condenado a 8 años.
Sin embargo, tras la anulación de la condena, se estableció que los hechos forman parte de un ataque que deben ser considerados como crímenes de lesa humanidad. Por ello, se espera una nueva sentencia para los responsables.
Las víctimas
Juan Alberto Alonso, Carlos Lidoro Aponte, Carlos Eugenio Bais, Emilio Borquez, Norberto Borquez, Víctor Manuel Cobos, Carlos Francisco Delaloye, Oscar Horacio Espeche Rodas y Sebastián Lindor Gallará son algunas de las personas detenidas y desaparecidas en la causa.
Por último, también figuran los nombres de Ciriaco Nolberto Justiniano, Manuel Eugenio Modad, Carlos Horacio Pereyra, Aurelio Rada, Miguel Ángel Rodríguez, Jorge Arturo Romero, Rubén Héctor Vrh y Sonia Rey, siendo esta última la única mujer.