En un mundo donde la emergencia climática es cada día más acuciante, urge la necesidad de avanzar en el camino del consumo responsable de los recursos naturales. La energía es uno de ellos.
El desarrollo energético renovable no solo tiene un impacto positivo en el ambiente; sino que además contribuye a combatir la desigualdad estructural de las zonas más postergadas del país. Permite un mejor acceso a la satisfacción de necesidades básicas como la comunicación, el bombeo de agua potable, la calefacción; y la generación de puestos de trabajo.
Nota al Pie realizó un informe para conocer más sobre las energías renovables y los diversos tipos que se desarrollan en el país.
Energía limpia versus energía no sostenible
La energía cualquiera sea su tipo es un suministro indispensable para la producción de bienes y servicios y para el desarrollo la vida diaria. En la actualidad, debido a los altos niveles de mediación tecnológica alcanzados para la subsistencia, cada vez se necesita más y más del recurso; y de las fuentes naturales desde donde se extrae.
Esta necesidad esencial es la que conduce a la pregunta ¿de qué hablamos cuando hablamos de energías renovables y no renovables? ¿en dónde radica su diferencia y la importancia de su generación y uso?
La energía renovable es la que se conoce como energía limpia porque se extrae de la naturaleza. Su extracción no pone en peligro los recursos naturales del planeta; y se puede renovar a sí misma de forma ilimitada en un período corto de tiempo.
Entre las fuentes más conocidas de estas energías se encuentran las que provienen de desechos animales o vegetales (biomasa), del sol (solar), el viento (eólica) y del agua (hidráulica).
En cambio, la energía no renovable es la energía eléctrica proveniente del combustible fósil. Esta se extrae del uranio, el petróleo, el litio, el gas natural y el carbón.
El problema de esta energía es que por la gran demanda de consumo, la extracción necesaria para su producción se convierte en nociva y depredadora para el ambiente. Así como su uso también genera, en muchos casos, gases contaminantes.
Por otra parte, la rapidez con la que se consume no da tiempo a que esos recursos naturales se renueven en lo inmediato para volver a generarla. Todas estas características la convierten en energía no sostenible.
Energía renovable en Argentina
La energía renovable en Argentina comenzó a crecer luego de la sanción, en 2015, de la Ley 27.191. De acuerdo a las proyecciones establecidas en la ley, debería alcanzarse en 2025 el 20% de total abastecimiento energético del país vía fuentes renovables.
En este sentido, cabe destacar que en agosto de este año se logró el récord de abastecimiento histórico del 24,72 % de energía eléctrica renovable. Si bien el 80 por ciento de este abastecimiento fue producto de la energía eólica, en el país existen otras fuentes de energías limpias en desarrollo.
Diversos tipos de energías renovables que se desarrollan en el país
Diversos tipos de energías renovables: eólica, solar, biomasa, hidráulica y geotérmica.
Según informa la Secretaria de Energía de la Nación, las energías renovables que se desarrollan en el país son:
La energía solar que surge de la radiación producida por los rayos solares, que puede ser térmica o fotovoltaica. En la térmica el calor de los rayos del sol se recolecta y se usa para calentar fluidos. En cambio, en la fotovoltaica, las celdas de los paneles solares separan los fotones de los rayos solares para ser capturados por los electrones que generan la energía. Existen centrales fotovoltaicas en San Juan, San Luis, Salta, Catamarca, La Rioja y Mendoza.
La energía eólica proveniente de la fuerza cinética del viento convirtiéndola a través de la tecnología en energía mecánica o eléctrica. En nuestro país el mayor potencial eólico está concentrado en las provincias de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Buenos Aires.
Las Bioenergías que se agrupan en Biogás, Biocombustible y Biomasa todas estas provienen de desechos orgánicos animales o vegetales. Las principales plantas de este tipo de energía se encuentran en Misiones, San Luis, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires
Los Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos (PAH), que se obtienen de la fuerza cinética de una corriente de agua. Esta es la fuente de energía renovable más usada en el mundo para generar electricidad.
En Argentina se llaman“pequeños aprovechamientos” porque corresponde a centrales hidroeléctricas de hasta 50 megavatios de potencia instalada. Hay 39 centrales eléctricas de este tipo distribuidas en las provincias de Chubut, Córdoba, Jujuy, La Pampa; Mendoza, Rio Negro, Salta, San Juan, Santa Fe, Tucumán y Santiago del Estero.
La energía geotérmica que aprovecha el calor que se puede extraer de la corteza terrestre para transformarlo en energía eléctrica para uso humano o procesos industriales y agrícolas. En el país existen 4 puntos de interés geotérmico para generar energía eléctrica, dos en Copahue y Domuyo (Neuquén), otro en Tuzgle (Jujuy) y el cuarto en Valle del Cura (San Juan).
Beneficios y desventajas de las energías renovables
Las principales diferencias entre las energías renovables y las no renovables radica en la facilidad de su obtención, la rentabilidad que generan y sus costos. La energía renovable requiere de una mayor inversión inicial por el tipo de tecnología necesaria para desarrollarla, pero una vez instalada necesita mucho menos mantenimiento que las fuentes de energía no renovable.
Por otra parte, las energías limpias no emiten gases efecto invernadero ni contaminantes, con lo cual contribuyen en gran medida a preservar el ambiente. Al utilizar los recursos naturales directos no se agota nunca la fuente como ocurre con muchos de los combustibles fósiles que pueden extinguirse además del impacto ambiental que generan por el extractivismo necesario para obtenerlos.
Si bien la lista de beneficios es enorme existen algunas cuestiones que pueden ser consideradas desventajas. Por un lado, que al depender del curso natural las intermitencias climáticas podrían afectar su desarrollo por ejemplo de acuerdo a la intensidad del viento o los períodos de lluvia donde la potencia del sol es menor.
En este sentido también hay que tener en cuenta las limitaciones geográficas de los diferentes climas, topografías y vegetación.
Proyecciones a futuro
La distribución y el aumento de este tipo de energías en Argentina ha crecido de forma considerable durante el 2020 y se estima un crecimiento mucho mayor para los próximos años.
El desarrollo energético renovable no solo tiene un impacto positivo en el ambiente, sino que además favorece a las regiones más postergadas al permitirles un mejor acceso a la iluminación, la comunicación, el bombeo de agua potable, la calefacción y la creación de fuentes laborales.