El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el informe de la incidencia de la pobreza y la indigencia de los primeros seis meses del año. Este dato reveló que la pobreza alcanzó al 40,1% de la población, mientras que la indigencia llegó al 9,3%.
Estos índices vienen en aumento desde el 2022, en consecuencia del crecimiento descontrolado de la inflación. En este contexto, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), que determinan la línea de indigencia y pobreza respectivamente, aumentaron por encima de los ingresos y a un ritmo mayor que la inflación general.
Cabe destacar que este aumento de 0,9% de personas pobres, con respecto al semestre anterior, fue antes de la incertidumbre económica provocada por el proceso electoral y de la devaluación del tipo de cambio post elecciones primarias, dos fenómenos que se tradujeron en aumento de precios.
La reacción de Massa ante el informe
En el primer semestre del 2023, la cifra de pobreza del INDEC se acercó al techo registrado en la segunda mitad del 2020 (que fue del 42%), como efecto de la crisis por la pandemia por COVID-19.
El informe fue publicado en un momento incómodo para el oficialismo. El candidato a presidente de la Nación por Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, se encuentra en campaña para remontar el resultado de las PASO, superar los votos de Patricia Bullrich y alcanzar un ballotage con Javier Milei.
Al enterarse de la cifra de pobreza e indigencia, en pleno acto con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en la ciudad bonaerense de Ensenada, Massa se refirió al tema. “Es cierto que generamos empleo, pero también es cierto que el salario no alcanza. Es cierto que construimos Estado, pero también es cierto que no nos alcanzó para derrotar la pobreza”, afirmó con un tono autocrítico.
Esto se debe principalmente a que la inflación, sobre todo en alimentos, supera de forma constante a los ingresos. Por su parte, el director del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), Isaac Rudnik, declaró que “las medidas del gobierno supuestamente destinadas a controlar la inflación siguen transitando por el campo de los intentos fallidos, más destinados a generar anuncios que a producir cambios”.
Los números de la pobreza
Según el INDEC, la pobreza escaló del 36,5% en el primer semestre del 2022, a 39,2% en el segundo, hasta llegar al 40,1% actual. El ingreso promedio de los hogares pobres (un 29,6% de los hogares totales) fue de $124 mil, incapaz de costear el valor de la CBT, que se ubicó en casi $200 mil.
Las regiones donde la incidencia de la pobreza es mayor es en la región NEA (noreste argentino) y el Gran Buenos Aires. Además, la situación de vulnerabilidad de las niñeces y adolescencias del país es cada vez más crítica: más de la mitad de las personas de 0 a 14 años se encuentran bajo la línea de pobreza.
Esta situación podría empeorar para este segundo semestre, ya que la devaluación del 20% impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo un gran impacto en los precios. Según registró el Índice Barrial de Precios del ISEPCi, el valor de los alimentos aumentó un 27% de julio a agosto.
En este sentido, para Rudnik “la única opción realista pasa por tres medidas simples y básicas: desconocimiento de los acuerdos con el FMI; congelamiento de los precios de la Canasta Básica de Alimentos por doce meses; y aplicación irrestricta de la vigente Ley de Abastecimiento”.