La gran obra “HIJAS” basada en historias reales y producida por el Laboratorio de Experimentación en Comunicación y Artes Escénicas de Cooperativa Lavaca, llega a las salas de MU Trinchera Boutique. La protagonista de la obra, Teresa Laborde, conversó en exclusiva con Nota al Pie para hablar sobre este proyecto que dialoga directamente con la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia.
El espectáculo se compone de cinco encuentros que abordan temas como la memoria, el valor del testimonio y la construcción colectiva del Nunca Más. Las historias se dan a través de voces que han trabajado estos conceptos a lo largo de sus vidas y carreras artísticas. Así, en el marco de estas narrativas, se entrelazan conversaciones que se desarrollan a lo largo de la obra y contribuyen a la trama.
Las cinco fechas tendrán lugar en MU Trinchera Boutique, ubicado en Riobamba 143 (CABA), a las 19:30. El primer encuentro será este viernes 15 de septiembre y contará con la participación de Teresa Laborde y Malena D’Alessio.
En un contexto sociopolítico complejo, “HIJAS” brinda la oportunidad de reflexionar sobre temas importantes en la sociedad actual, explorándolos de manera artística y creativa. Por consiguiente, el segundo encuentro tiene como protagonista a Eva Basterra, escritora, cantante e hija de Víctor Basterra, secuestrado en la ESMA, cuyo testimonio en el Juicio a la Juntas fue inmortalizado en un texto de Jorge Luis Borges.
La experiencia fue un trago amargo para el escritor. En las entrevistas que dio a la salida de Tribunales aseveró: “Convendría que cada persona asista a este juicio al menos una vez. Es necesario, pero debo confesar que no pienso volver porque quedé muy impresionado”.
El siguiente encuentro será el 29 de septiembre y participará Analia Kelinek, escritora y docente. La invitada especial es una de las fundadoras del colectivo Historias Desobedientes que reúne a hijas de genocidas que repudian la dictadura.
En tanto, el cuarto y quinto encuentro están pautados para el próximo mes de octubre. El 6 de octubre estará Lucila Quieto, fotógrafa y videoartista. Lucila es hija de Carlos Alberto Quieto, secuestrado y desaparecido cinco meses antes de su nacimiento. El 20 de octubre Martina Laborde finalizará HIJAS.
Teresa Laborde: una historia de Memoria, Verdad y Justicia
Teresa es una actriz y docente de Historia del Arte, nació en una maternidad clandestina luego de que su madre, Adriana Calvo, fuera secuestrada mientras transitaba su octavo mes de embarazo.
La catedrática pasó sus primeros 22 días de vida sin ropa ni pañales, y el testimonio de su madre fue representado en la película «Argentina, 1985» por Laura Paredes.
¿Qué significa para vos «Hijas»?
“Hijas” para mí, en principio, significa un desafío. Es salir de mi comodidad, volver también a mi primer amor que fueron las artes escénicas en sus diversidades, mi primera carrera que fue teatro y, sobre todo, un lugar de encuentro y organización donde se fusionan diferentes herramientas para mandar un mensaje.
También es un lugar de sororidad porque somos principalmente mujeres las que estamos llevando adelante este proyecto. Aclaro que es una propuesta que vino ya guionada, que trajo Claudia Acuña con toda la cooperativa de Lavaca y me pareció que era muy interesante la experimentación que iban a hacer entre las artes escénicas, la comunicación y la investigación periodística.
¿Qué nos podés adelantar sobre «Hijas»?
En principio son cinco encuentros que voy a tener con personas que en la mayoría de los casos no conozco íntimamente, así que voy a estar ahí con la gente y con el público, escuchándonos, conociendo y haciéndole preguntas a mujeres que admiro, artistas, en las cuales sus cuerpos han sido atravesados por el terrorismo de Estado. Ellas tienen en común eso: tener en sus familias o en sus memorias una marca muy grande y canalizar ese horror a través del arte.
¿Cómo ha sido el vínculo con tu madre?
Es difícil la pregunta porque los vínculos entre madre e hija van variando según la época, según el momento de cada una. Siempre lo sentí en general como muy fluido y de mucha protección. Mi madre decía que tenía la capa de visibilidad en vez de la de invisibilidad, que cuanto más la historia se conozca, cuanto más se sepa la verdad, cuanto más en los medios esté, menos probabilidades había de que nos pase algo, de que nos vuelva a pasar porque ya nos había pasado. Así que ahí ella se presentaba como una gran protectora con esa capa de visibilidad y nos transmitía mucha tranquilidad.
Siempre la vi rodeada de gente, sus amigas y compañeras de militancia de la asociación, que son otras sobrevivientes de torturas. La veía así muy fuerte, con alegría. Siempre fue un ejemplo para mí.
¿Cómo ha impactado en tu vida tu historia personal?
No puedo imaginarme una yo sin esa historia personal. Impactó en todo momento. Por eso es tan importante el derecho a la identidad porque soy lo que es mi historia y lo que he hecho con esa historia.
Además, la historia de ustedes es contada en la película «Argentina, 1985», ¿cómo fue ese momento donde visualizaste tu propia historia en un film?
A partir de “Argentina, 1985” cambió mi cotidianidad radicalmente. Mi esencia es mi esencia, es lo que me enseñó mi papá, mi mamá, mis amigas, la vida, pero esa película hizo un giro porque al ser tan conocida y tan terrible la historia de mi nacimiento, empecé a ir a muchas charlas en escuelas. He ido incluso a educación en encierro, unidades penitenciarias, a escuelas que están en unidades penitenciarias, universidades, terciarios, profesorados, educación para adultos, alfabetización.
¿Cuál creés que es el legado más importante que podemos extraer de aquella época oscura de la historia argentina?
La solidaridad, te puedo decir que la empatía porque imagínate que a mí me rescataron y le daban el caldo de comida. Me emociona cada vez que lo cuento. Pero le daban la comida a mi mamá porque era ella la única que tenía su beba. A las demás madres ya se las habían sacado.
Ahora apareció el nieto 133 y su mamá le cuidó la psiquis a la mía al no contarle que se habían robado a su bebé para que ella no tenga miedo de que me lleven a mí. Pusieron el cuerpo las que eran las subversivas, las que nos quisieron hacer creer que eran el otro demonio, pusieron el cuerpo para salvar una criatura que ni conocían.
Si tuvieras que gritar una verdad, ¿qué sería y por qué?
Mi verdad sería que la culpa de todo esto lo tienen los millonarios, los magnates, los empresarios, el agronegocio, la gente que se llena los bolsillos dándonos de comer mierda que vamos y compramos en góndolas de supermercado y que la vida en comunidad, en paz y en colectividad no es eso. La alimentación no es los comestibles que nos quieren dar. El progreso no es arruinar la tierra.