Esta semana se llevaron adelante dos audiencias claves en el juicio que investiga la muerte de Rafael Nahuel, el joven mapuche asesinado en noviembre de 2017. De esta manera, entre el martes y miércoles fueron citados a declarar los peritos responsables de analizar las armas y proyectiles utilizados.
Los prefectos acusados por el homicidio son Sergio Guillermo Cavia, Francisco Javier Pintos, Carlos Valentín Sosa, Sergio Damián García y Juan Ramón Obregón. Todos ellos eran miembros de Albatros, la unidad de operaciones especiales que respondía a la Prefectura Naval Argentina.
Lo que el Tribunal Oral Federal de General Roca pretende esclarecer son las diferentes versiones que obtuvieron las tres pericias respecto a las armas utilizadas. Según la primera, el disparo que mató a Rafael Nahuel provino de un subfusil MP5, un arma que pertenecía al equipo del cabo 1° Francisco Javier Pintos.
No obstante, la Prefectura reclamó una segunda pericia. De esta manera, el juez subrogante del Juzgado Federal de Bariloche, Gustavo Villanueva, se la encomendó a Gendarmería. Sin embargo, esta segunda evaluación no pudo confirmar que el proyectil que mató al joven haya provenido del arma señalada previamente.
Frente a los diferentes resultados de la primera y la segunda, el Juzgado Federal de Bariloche ordenó un tercer estudio. Este último estuvo a cargo de una dependencia del Ministerio Público de la provincia de Salta. Como resultado, la tercera pericia expuso que el proyectil que mató a Nahuel había sido disparado por una pistola Pietro Beretta modelo 92.
Las declaraciones de los peritos
Según habían declarado los prefectos, los disparos que realizaron aquel 25 de noviembre en Villa Mascardi fueron en “defensa propia”. En ese sentido, aseguraron haber sido emboscados y atacados por la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que Rafael Nahuel integraba.
Sin embargo, los testimonios del perito Roberto Nigris contradicen los dichos de los agentes de Albatros. Según difundió la agencia Télam, el perito dio detalles sobre las vainas de proyectiles 9 mm encontradas en la inspección ocular realizada días después del crimen.
Al respecto, dijo que estaban ubicadas en un trayecto «de cien metros», lo que daría cuenta de una persecución por parte de los efectivos contra la comunidad mapuche. En esa línea, Roberto Nigris afirmó que durante la inspección ocular se encontraron 31 vainas correspondientes a subfusiles MP5 y pistolas Beretta.
Todas ellas eran provenientes de armas de fuego utilizadas por la fuerza de seguridad involucrada. Además, el perito mencionó que en esa inspección no se hallaron vainas correspondientes a disparos de otras armas.
Por otro lado, Nigris también puso en duda los resultados del estudio balístico que realizó Gendarmería y denunció irregularidades. En la audiencia, sostuvo que el juez Villanueva le había confirmado que la pericia no estaría a cargo de una fuerza de seguridad, “para garantizar la independencia de la medida de prueba”.
No obstante, una vez concretada, declaró que él intentó presenciar el trabajo de Gendarmería, pero que desde el Juzgado Federal de Bariloche se lo negaron.
A sus declaraciones se adhirió la licenciada en criminalística Karina Uribe, que participó junto a él de la primera pericia balística. Por su parte, dijo no encontrar explicaciones para que la segunda y la tercera pericias arrojasen resultados distintos.
¿Qué pasó con Rafael Nahuel?
Rafael Nahuel tenía 22 años cuando el 25 de noviembre de 2017 fue asesinado por efectivos del grupo Albatros. El crimen ocurrió dentro del territorio ancestral ubicado en el km 2.006 de la ruta nacional 40, cerca del Lago Mascardi, en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
El asesinato se dio tras el ingreso de los prefectos al predio que la comunidad mapuche reclamaba como propio. El objetivo era detener a quienes habían huido a las montañas dos días antes, cuando la Policía Federal y la Prefectura les habían desalojado.
Según las pericias, Nahuel murió de inmediato. El proyectil que lo mató había entrado de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba, por la cadera izquierda, atravesando varios órganos vitales. De esa represión también hubo otras cuatro personas heridas de gravedad.