Gustavo Cerati es considerado uno de los mayores referentes de la música en Latinoamérica. Su trascendencia como líder de Soda Stereo y su impecable y prolífica carrera como solista dejaron un legado no solo en Argentina y el continente, sino en el mundo hispanoparlante.
Para aquelles que desconozcan al hombre detrás del artista, Gustavo nació un 11 de agosto de 1959 en la Ciudad de Buenos Aires. Su familia estaba compuesta por sus padres, Lilian Clark y Juan José Cerati (fallecido); y sus hermanas, Estela y Laura.
Para quienes les interese su lado artístico, saltó a la fama a mediados de 1980, cuando creó junto a Charly Alberti y Zeta Bosio, Soda Stereo. El grupo se separó en 1997 con un imponente recital en el estadio River Plate, en donde quedó para la historia la frase: “Gracias Totales”.
A lo largo de 15 años, la banda exploró todos los sonidos y explotó su talento al límite en siete discos: Soda Stereo (1984), Nada personal (1985), Signos (1986), Doble vida (1988), Canción animal (1990), Dynamo (1992) y Sueño Stereo (1995).
Posteriormente, Soda Stereo tuvo un breve pero exitoso regreso con la gira “Me verás volver” en 2007, en donde se reencontraron con aquelles que anhelaban volver a disfrutar de la banda que cambió para siempre el rock latinoamericano. Sin embargo, no siempre fue Soda quien condicionó la carrera de Cerati.
Supo aprovechar todo su talento como compositor y cantautor solista entre 1992 y 2010, ofreciendole al mundo cinco discos de sublime conformación: Amor amarillo (1993), Bocanada (1999), Siempre es hoy (2002), Ahí vamos (2006) y Fuerza natural (2009).
Lamentablemente, su vida dio un vuelco inesperado en 2010. El 16 de mayo, luego de un recital en la ciudad de Caracas (Venezuela), el cantante sufrió un accidente cerebrovascular. El músico fue trasladado hasta la Argentina y fue alojado en el Instituto Fleni, permaneciendo allí desde el 7 de junio hasta octubre.Posteriormente, el músico quedó internado en la clínica ALCLA y permaneció en estado de coma durante cuatro años.
El 4 de septiembre de 2014, finalmente, Cerati falleció a causa de un paro respiratorio. Sus restos se velaron en las instalaciones de la Legislatura Porteña, en donde acudieron un centenar de seguidores, colegas y amigues que no podían dejar de despedirse y lamentar la pérdida de semejante artista.
Al día de hoy, Gustavo Cerati es recordado y amado por todas las generaciones. Su personalidad activa siempre lo caracterizó, dejándolo en claro el mismo, que cuando “no estaba cantando estaba escribiendo, sino estaba escribiendo estaba en el estudio”. Aunque murió, su obra late con “Fuerza Natural”, como esboza el nombre de su quinto álbum como solista.
Charlando con el artífice de “Algún tiempo atrás”
Nota Al Pie mantuvo un enriquecedor diálogo con el periodista y escritor, Sergio Marchi, quien cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito del rock latinoamericano. Trabajó en medios gráficos radiales, televisivos y virtuales, relacionados muchos de ellos con el rock nacional.
Tiene bajo el brazo varios libros publicados: “No digas nada. Una vida de Charly García” (1997);”Roger Waters, el cerebro de Pink Floyd” (2012); “Pappo. El hombre suburbano” (2011); “Spinetta: Ruido de Magia” (2019), entre otros. Actualmente conduce “El color de la noche” por Radio Universidad de Buenos Aires todos los miércoles a las 22hs.
“Algún tiempo atrás” es su más reciente obra, presentada el 1 de mayo del 2023 (Penguin Random House, Grupo Editorial). Consta de 608 páginas y las fotos identificadas en el interior del libro son obra de Alejandra López. A continuación, compartimos las impresiones más destacadas del autor, en una entrevista en donde mantenemos vivo el legado de Gustavo.
Eres un amante y conocedor del rock latino, ¿cómo nace la idea de escribir sobre Gustavo Cerati?
“Algún Tiempo Atrás”, surgió en mi cabeza en el 2018 cuando estaba haciendo la biografía de Alberto Spinetta. Fue cobrando ganas, deseo y en el 2020, me puse a trabajar. Lo primero que hice fue hablar con su hermana, Laura Cerati, quien es como la representante de la familia.
La familia, en principio, no estuvo de acuerdo para colaborar en hacer una biografía conmigo. Avancé solo y después de un par de años, le pedí a Laura, si podía hablar con su madre, Lilian Clark.
(Lamentablemente) respondió que no estaba en línea como para ponerse a recordar, tenía 90 años de edad y me pedía que respetara eso. En vista de esto, propuse que hablara Laura. Pasó un tiempo más largo y finalmente dijo que sí y acá estamos.
¿Cómo fue el proceso de investigación?
Fue una investigación personal basada en un montón de experiencias que viví, porque Soda Stereo y yo somos contemporáneos de alguna manera. Hice más de 100 entrevistas, mucho trabajo, pero que en definitiva dio sus frutos. Tuve la ayuda de todos aquellos que participaron fue un proceso natural, hasta encontrar que estaban armadas todas las piezas.
En varias declaraciones sostuviste que Charly Alberti y Zeta Bosio, ex compañeres de Soda Stereo no quisieron participar del libro…
Los invité a participar en la creación del libro pero ambos dijeron que no. Están en todo su derecho. Entiendo que quieren ver si pueden preservar algo para algún otro proyecto de ellos. Sé que anda dando vueltas una historia sobre hacer una serie o a lo mejor otro libro.
Es importante destacar que conociste a Gustavo. Entonces, lograste más fundamentos antes de plasmar su vida.
Empecé mi carrera en 1983. A Gustavo lo conocí un año después en persona y vi a Soda Stereo por primera vez en 1985. De alguna manera era natural que nos cruzaramos todo el tiempo porque requerían prensa, hacer notas y necesitaba material porque se encontraban en ascenso de su carrera.
Dirigí la revista Rock and Pop unos cuantos años y cuando ponía a Soda Stereo en tapa, las ventas aumentaban. Entrevisté muchas veces a Gustavo e incluso me fui de gira con Soda Stereo. Los vi en Mar del Plata, en Santa Fe, en Paraguay…hasta en ¡Nueva York! Tuve bastante acceso a su entorno.
¿Cómo percibís la vigencia y el legado de Gustavo Cerati?
Continúa presente con su música, cada vez que suenan sus canciones y de algún modo sigue vivo. Obviamente no es lo mismo que si hubiese seguido estando entre nosotros, pero es el modo que tienen los artistas de ir trascendiendo. Al día de hoy hay muchas generaciones descubriéndolo.
Me escriben lectores muy jóvenes, quienes no pudieron ni siquiera haber visto a Soda Stereo. Intento que el libro pueda darles un poco más de acceso a la persona, al personaje y a su música.
¿La familia Cerati pudo leer el libro? ¿Te dieron algún comentario?
Cuando saqué el libro, envié cinco ejemplares a la familia, pensando en Laura, Lilian, Estela, Benito y Lisa. Después no tuve noticias, así que no sé si lo leyeron o no.
En una entrevista con un medio expresaste una frontal frase respecto a la situación de la enfermedad de Gustavo Cerati…
Sí, dije la frase en el reportaje que me hizo Felipe Leibovich: “Cuando uno tiene una patología circulatoria la vida se convierte en una cárcel”. Gustavo fue un hombre de pasiones terrenales, al que le gustaba la comida, beber y sobre todo fumar. Todo eso tuvo que ser restringido al máximo, lo sufrió muchísimo.
Muchos lo recordamos el día de su nacimiento (11 de agosto de 1959) pero a les seguidores les hace ruido evocar su fallecimiento…
Mi referencia es que el 4 de septiembre del 2014 no es el día más importante para recordarlo. Podés verlo como una negación de la muerte, pero para mí es como una afirmación de la vida.
Trato de evocarlo con alegría y sus fans hacen lo mismo. Seguramente si Gustavo estuviese vivo, la construcción del libro la hubiésemos hecho juntos, algo más divertido.
Hay muchos autores que han armado biografías de Gustavo, marcando la diferencia, ¿por qué tendría que interesarle tu libro a la gente?
La verdad que no lo sé. Pero sé que hago los libros pensando en hacer el mejor producto posible. “Algún Tiempo Atrás”, es una obra hecha con amor, una biografía exhaustiva y muy documentada.
No tengo así una visión de mis libros de que deban ser consumidos por todo el mundo. Trato de escribirlos con cariño y hay títulos que uno tiene que buscarlos. Este vino de movida, desde que llegó al puesto número uno. No se bajó de ahí y por eso se respetó el título.