Tras el enorme logro de Las Panteras en la Copa Panamericana, el combinado masculino se consagró el pasado miércoles campeón del certamen Sudamericano de vóley disputado en Recife, Brasil. En una actuación formidable, los dirigidos por Marcelo Méndez vencieron al local 3 a 0 en el partido definitorio. Fue con parciales de 25-19, 29-27 y 25-22 para que el país obtenga este trofeo luego de 59 años.
Argentina, con confianza y contundencia desde el inicio del encuentro
Ante una multitud de hinchas brasileños en el estadio, el cotejo empezó parejo. Tras un sólido ataque de Facundo Conte, la selección albiceleste se puso 8-6. Con el correr de los puntos, la visita adquirió fluidez defensiva y contragolpeó con calidad. Además se hizo fuerte por el centro con el aporte de Nicolás Zerba y Agustín Loser. Así sacó ventajas de 14-10.
Si bien los entrenados por Renan Dal Zotto se acercaron en el tanteador (19-17), los argentinos respondieron desde el saque y el triple bloqueo. El representativo nacional cerró el set por 25-19 después de un fuerte remate de Luciano Vicentín. El punta receptor entrerriano sería, a la postre, elegido como el jugador más valioso de la competencia.
Hacia el segundo parcial fue el anfitrión quien se ubicó 8-6 al frente. Pero la reacción de Argentina no tardó en llegar y, con cuatro tantos seguidos, dio vuelta el marcador por 10-8. En ese pasaje se destacó la tarea de Vicentín en recepción.
La cuestión negativa del equipo estuvo en los errores de servicio. En ese capítulo los de Méndez erraron seis saques. No obstante, mantuvieron la concentración en los demás factores del juego y cerraron 29-27 la manga con un bloqueo de Loser.
Alegría celeste y blanca en Brasil
La escuadra visitante comenzó el tercer set con un notorio envión anímico. Así se puso 7-4 tras una jugada que contó con un espectacular armado del capitán De Cecco. Luego mantuvo las diferencias para el 10-7. Sin embargo el local, con el apoyo de su gente, mostró parte de su jerarquía y pasó al frente 17-15.
Pero Argentina en ningún momento perdió la paciencia y continuó con su plan estratégico, el cual volvió a dar resultados. Jan Martínez, quien ingresó desde el banco de los suplentes, resultó clave para cerrar el partido. Primero desde su aporte defensivo, y luego a través de su sólido turno de servicio. Un ace del porteño aseguró el 25-22 final para el combinado celeste y blanco.
De este modo se desató el inolvidable festejo nacional, en lo que significa su segundo título sudamericano. El anterior ocurrió en 1964, edición en la que Brasil no participó.
El camino hacia el objetivo
El Campeonato Sudamericano reunió a los cinco mejores seleccionados de la región, los cuales se enfrentaron en formato de todos contra todos. En el debut, el 26 de agosto, Argentina venció 3 a 0 a Colombia con parciales de 25-16, 25-15 y 25-22. En esa jornada Méndez presentó un equipo alternativo en el que Ezequiel Palacios fue la figura con 12 puntos.
Dos días más tarde fue el turno de enfrentar a Chile. Se trató de otra victoria en sets corridos: 25-19, 25-20 y 25-15. Loser se destacó con 10 tantos y su habitual desempeño en bloqueo.
Previo al decisivo cotejo ante el local, el martes el conjunto albiceleste le ganó a Perú por 3 a 1. El marcador fue de 25-16, 20-25, 25-9 y 25-18. El seleccionado peruano fue el único que logró quitarle un set a Argentina en el todo el torneo. Ese día Conte, Zerba y Bruno Lima marcaron 15 puntos cada uno.