Este domingo, 13 de agosto, tendrรกn lugar las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultรกneas y Obligatorias (PASO) 2023. En medio de una atmรณsfera cargada de expectativas, es esencial comprender la amplitud y diversidad de les votantes que participan en este crucial proceso electoral.
Con un total de 35.394.425 ciudadanes habilitades en todo el territorio nacional y la disposiciรณn de 104.577 mesas de votaciรณn, el panorama electoral se enriquece con reveladores nรบmeros y datos de suma importancia. Mรกs allรก de ser meramente estadรญstico, resulta relevante resaltar que entre los votantes inscritos en el padrรณn, las mujeres, un total de 18.207.762, superan en nรบmero a los 17.606.722 hombres, consolidando asรญ su influencia en la toma de decisiones de la naciรณn.
El surgimiento del feminismo
Sin embargo, las mujeres en nuestro paรญs no siempre tuvieron esa influencia. Durante la segunda mitad del siglo XIX, los paรญses occidentales experimentaron cambios profundos como resultado del avance de la Segunda Revoluciรณn Industrial, el desarrollo cientรญfico, el surgimiento de la burguesรญa y la consolidaciรณn del proletariado industrial. Estos cambios generaron un impacto significativo en todos los aspectos de la sociedad.ย
En el รกmbito intelectual, surgieron teorรญas sociales como el marxismo, que abordaban cuestiones como la emancipaciรณn del proletariado y la nociรณn de la inferioridad de ciertas razas. Conjuntamente, prevalecรญan conceptos arraigados que categorizaban a las mujeres como seres dรฉbiles e inferiores, confinรกndolas a roles de maternidad y apoyo conyugal, conceptos atribuidos a la โnaturaleza femeninaโ. Este vรญnculo entre la mujer y la naturaleza, y el hombre con la cultura, llevรณ a la asignaciรณn de roles y espacios diferenciados, donde el hogar se concebรญa como el รกmbito privado de las mujeres, mientras que lo pรบblico se consideraba masculino.
Este contexto de patriarcado y masculinidad hegemรณnica defendรญa la preservaciรณn del orden establecido. Sin embargo, a finales del siglo XIX, como reacciรณn a esta desigualdad y opresiรณn, surgieron movimientos feministas que buscaban la igualdad de derechos en รกreas como propiedad, capacidad legal, derechos conyugales y participaciรณn polรญtica. El movimiento sufragista tuvo un papel especialmente destacado en estas demandas. Estas corrientes feministas tambiรฉn se expandieron hacia Argentina a principios del siglo XX.
En 1869, se promulgรณ en nuestro paรญs el Cรณdigo Civil de Dalmacio Vรฉlez Sarsfield, que estableciรณ lรญmites legales para las mujeres, especialmente las casadas. Estas normas relegaron a las mujeres casadas a una posiciรณn subordinada a sus esposos, limitando sus actividades y derechos, lo que perpetuรณ estereotipos de gรฉnero y roles tradicionales.
Las mujeres de clases populares enfrentaron obstรกculos adicionales, ya que muchas tuvieron que trabajar para sostener a sus familias. Sin embargo, su trabajo a menudo estaba subvalorado, y se les asignaban tareas de baja calificaciรณn, resultando en salarios inferiores en comparaciรณn con los hombres.
Los primeros pasos feministas en Argentina
En el inicio del siglo XX, Argentina viviรณ un auge econรณmico impulsado por la producciรณn agrรญcola-ganadera y la atracciรณn de oportunidades laborales, lo que atrajo una ola masiva de inmigrantes europeos. Estos trajeron consigo ideologรญas como el anarquismo y el socialismo, que tambiรฉn abogaban por los derechos de las mujeres. Tanto el anarquismo como el socialismo dieron voz a las mujeres, quienes lucharon contra la opresiรณn domรฉstica y la desigualdad en el mercado laboral.
En esta coyuntura, mujeres destacadas emergieron como lรญderes en este proceso. En 1902, se estableciรณ el primer Centro Socialista Femenino en Argentina, donde se distinguieron figuras como Fenia, Adela y Mariana Chertkoff. Estas mujeres, originarias de Rusia, contrajeron matrimonio con influyentes miembros del partido socialista argentino y lucharon incansablemente por los derechos de las mujeres. Alicia Moreau de Justo, una destacada personalidad, fundรณ en 1919 el Comitรฉ Pro Derecho al Sufragio Femenino y desempeรฑรณ un papel fundamental en la formaciรณn de la Uniรณn Feminista Nacional. Otra figura importante, Julieta Lanteri, bregรณ por la obtenciรณn de la ciudadanรญa y logrรณ ejercer su voto en las elecciones municipales de Buenos Aires en 1911.
En 1924, Juan B. Justo y Mario Bravo llevaron adelante la propuesta conocida como Derechos Civiles de la Mujer Casada, Soltera o Viuda, la cual obtuvo la aprobaciรณn en el Senado. En 1926, esta iniciativa fue retomada en la Cรกmara de Diputados, culminando en la promulgaciรณn de la Ley 11.357, un hito significativo en lo que respecta a los derechos de las mujeres.
Estos acontecimientos tuvieron lugar durante las administraciones radicales de Hipรณlito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear, en un contexto internacional de posguerra que trajo consigo transformaciones profundas en los derechos femeninos. Durante la guerra, las mujeres desempeรฑaron funciones clave en el รกmbito laboral y el movimiento sufragista cobrรณ fuerza en numerosos paรญses de Europa y Estados Unidos. Esta coyuntura tambiรฉn dejรณ su huella en Argentina, donde se presentaron diversas propuestas en favor del sufragio femenino.
A pesar de estos avances, algunos sectores conservadores se mostraron reacios a otorgar iguales derechos polรญticos a las mujeres. Sin embargo, la lucha continuรณ, y la provincia de San Juan se convirtiรณ en pionera al otorgar el derecho al voto a las mujeres en 1928. A pesar de ciertas limitaciones, este avance marcรณ un hito importante.
La conquista de un derecho fundamental: el voto femenino se hace realidad
Un momento histรณrico de gran relevancia tuvo lugar el 11 de noviembre de 1951 en Argentina, que marcรณ un hito nacional al permitir a las mujeres argentinas ejercer su derecho al voto y participar como candidatas en las elecciones. Este logro, resultado de una larga y ardua lucha, contรณ con el impulso clave del gobierno peronista bajo el liderazgo indiscutible de Eva Perรณn. La gesta habรญa sido iniciada por el movimiento feminista despuรฉs de la promulgaciรณn de la Ley Sรกenz Peรฑa en 1912, que estableciรณ el sufragio secreto y obligatorio exclusivamente para los hombres mayores de 18 aรฑos.
La inclusiรณn del voto femenino constituรญa un pilar esencial en la plataforma electoral de Juan Domingo Perรณn y tambiรฉn estaba en sintonรญa con debates a nivel internacional. En 1945, Argentina habรญa respaldado las Actas de Chapultepec, un acuerdo de solidaridad mutua entre naciones americanas que abogaba por otorgar el sufragio a las mujeres. Sin embargo, la situaciรณn crรญtica en Europa tras la Segunda Guerra Mundial limitรณ la visibilidad de la agenda feminista en todo el mundo. Argentina asumiรณ un papel de liderazgo en este campo, resaltando que su ley de sufragio no conllevaba restricciones censitarias como otras legislaciones similares aprobadas en diferentes lugares.
A pesar de que la promulgaciรณn de la Ley 13.010 fue realizada en 1947, fue reciรฉn en 1951 cuando las mujeres pudieron finalmente ejercer su derecho al voto en Argentina. Sin embargo, permitir el sufragio femenino implicรณ la necesidad de reajustar los procedimientos administrativos estatales relacionados con la identificaciรณn de las personas, dado que en Argentina la identidad habรญa estado histรณricamente vinculada al registro militar desde el siglo XIX.
Basรกndose en el censo de 1947, se determinรณ la cantidad de mujeres a las cuales se debรญa proporcionar primero su certificado de nacimiento y la libreta cรญvica. Este proceso resultรณ ser complejo y delicado, especialmente considerando que en paralelo se estaba debatiendo y ampliando tambiรฉn los derechos polรญticos de les habitantes de los territorios nacionales, que no habรญan tenido la posibilidad de votar y que finalmente lo lograron en 1951.
A lo largo de un perรญodo de cuatro aรฑos, tuvo lugar un proceso en el cual las delegadas censistas desempeรฑaron un rol de vital importancia en representaciรณn del Partido Peronista Femenino en todas las provincias del paรญs. Inicialmente, su tarea consistรญa en rastrear la ubicaciรณn e identidad de las mujeres registradas. Sin embargo, su labor incansable trascendiรณ este propรณsito, convirtiรฉndose en un factor fundamental para impulsar un movimiento popular de mujeres sumamente dinรกmico, participativo y comprometido en abordar de manera efectiva las necesidades apremiantes de las comunidades.
Esta campaรฑa demostrรณ ser un rotundo รฉxito en tรฉrminos numรฉricos: las mujeres acudieron en masa a las urnas. En las elecciones, el padrรณn electoral incluรญa a 8.623.646 electores, entre ellos 4.222.467 mujeres. De ese total, un impresionante 90,32% ejerciรณ su derecho al voto y mรกs de la mitad de ellas optรณ por respaldar al peronismo. El resto de las electoras, que sumaban 1.375.096, optaron por otras fuerzas polรญticas, que en total sumaban ocho candidaturas diferentes.
Ley de Cupo Femenino en Argentina y presencia en las listas de partidos polรญticos
Ademรกs del hito histรณrico de la sanciรณn del voto femenino en 1951, Argentina tambiรฉn ha logrado avances significativos en la inclusiรณn y representaciรณn de las mujeres en la esfera polรญtica. La Ley de Cupo Femenino, promulgada en 1991, fue un paso crucial en este sentido. Esta ley estableciรณ que al menos un tercio de las listas de candidates y cargos electivos debรญan estar ocupados por mujeres, asegurando asรญ una mayor participaciรณn y representaciรณn polรญtica de las mujeres en los procesos electorales.
La implementaciรณn de la Ley de Cupo Femenino ha tenido un impacto notable en la composiciรณn de las listas de los partidos polรญticos. Las mujeres han ocupado posiciones destacadas en las listas y han accedido a cargos tanto a nivel legislativo como ejecutivo. Este cambio permitiรณ que las voces y perspectivas femeninas sean tenidas en cuenta en la toma de decisiones polรญticas y en la formulaciรณn de polรญticas pรบblicas.
La presencia femenina en las listas de partidos polรญticos no solo ha enriquecido el debate pรบblico, sino que tambiรฉn contribuye a abordar cuestiones de gรฉnero y promover la equidad en diversos รกmbitos. Las mujeres polรญticas han impulsado agendas relacionadas con la igualdad de gรฉnero, la violencia contra las mujeres, la salud reproductiva y otros temas relevantes para la sociedad.
Es importante destacar que, si bien la Ley de Cupo Femenino fue un avance significativo, todavรญa persisten desafรญos en cuanto a la igualdad de gรฉnero y la participaciรณn plena de las mujeres en la polรญtica. Aunque se han logrado avances en tรฉrminos de cantidad, es necesario seguir trabajando para garantizar una representaciรณn equitativa y una participaciรณn efectiva de las mujeres en todos los niveles de gobierno y en todas las รกreas de la vida polรญtica.