El 6 de agosto del 2013 se produjo la explosión de un edificio en la calle Salta al 2141, en la provincia de Santa Fe. Tras una cadena de negligencias, el incendio dejó 22 víctimas fatales, 60 heridos y decenas de familias desamparadas.
A una década de la tragedia, familiares y amigues de las 22 víctimas fallecidas en aquel accidente se reunieron reclamando Justicia.
Nota al Pie entrevistó a Adrián Gianangelo, hermano de una de las víctimas fatales del incidente, para conocer los detalles de lo que se demanda y cómo sigue el caso diez años después.
¿Qué fue lo que pasó aquel día?
Fue una cadena de negligencias con 11 responsables. Entre ellos están los gasistas matriculados que trabajaron en el regulador del edificio de Salta 2141 días antes de la tragedia, y los reclamistas, que son de la empresa Litoral Gas y deberían controlar los trabajos de los gasistas matriculados. Además, tienen la obligación de controlar el regulador y cada departamento.
Al mismo tiempo está el consorcio, que tiene el deber de custodiar los trabajos que se realizan en el edificio. Por otro lado está la gerencia técnica de la empresa, que controla a los reclamistas y a los gasistas matriculados.
Toda esa negligencia provocó una de las tragedias más grandes de Santa Fe, que terminó con la vida de 22 víctimas inocentes.
Todo inició con una fuga de gas cuando estaban trabajando gasistas matriculados y un ayudante en el edificio. No se sabe bien qué hicieron al manipular el regulador de gas y la válvula de bloqueo, pero se produjo una fuga y ese gas accedió por la puerta principal hacia el resto del edificio.
La empresa responsable demoró 2 horas y 48 minutos en cortar el gas porque no lograban encontrar el caño que pasaba por debajo de la vereda del edificio. Primero tuvieron que hacer un pozo y, una vez que lo encontraron, no tenían una máquina para obturar y tuvieron que hacerlo a martillazos.
Entonces, ese gas se prendió fuego, y ese fuego entró al edificio, incendiando todo el lugar. Al mismo tiempo, el gas que ingresó se acumuló —no se sabe bien si en el tercer o quinto piso— y se produjo una explosión, que derrumbó el edificio entero que contaba con 60 departamentos.
¿Cómo se enteraron que tu hermana estaba en el edificio al momento de la explosión?
Yo vivía en el tercer piso con mi hermana, alcancé a salir y mi hermana quedó atrapada allí. Como digo siempre, hubo una reunión clandestina donde participaron el consorcio del edificio y los propietarios de los departamentos. En esa reunión no pudimos participar los inquilinos, y fue allí que sellaron los destinos y nos condenaron a muerte a las 22 personas que estábamos allí.
¿Por qué digo esto? Porque en esa reunión clandestina contrataron un gasista más barato. En vez de poner dos reguladores, ponían uno, y también estaba la convivencia entre los reclamistas. A ellos los hacían pasar a mi departamento, que era el único departamento de todo el edificio que estaba habilitado, porque a mí un mes antes me habían cortado el gas y me habían sacado el medidor, así que tuve que adecuar toda la normativa, pero todo el edificio tenía fallas de gas y había olor.
Los inquilinos veníamos denunciando al consorcio Calvillo y nos decían siempre lo mismo. Tal fue así que, ese mismo lunes, antes de la tragedia con mi hermana fuimos al consorcio a decirle que “íbamos a volar todos” porque los calefones iban explotando. Además un reclamista me había dicho que cuando bajó a la cisterna donde estaban todos los caños de gas, estaba todo podrido. Me dijo “esto va a volar todo”. Eso fue semanas antes de la tragedia, o sea que era crónica de una muerte anunciada y siempre te decían “vos tenés voz pero no voto” y así era. Los votos en esa reunión clandestina fueron de siete propietarios que votaron en contratar el gasista más barato, y pasó la tragedia que siempre digo que fue una tragedia evitable.
¿En qué estado está la causa y cuál es la sensación de su familia ante tanta injusticia?
Ya fue llevado a cabo el juicio. A la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina le rogamos que tenga en cuenta nuestro pedido de Justicia, el planteo presentado de la acusación en la cual hay once responsables y la teoría de la imputación objetiva.
La sensación que tiene la familia es de injusticia. Es un dolor terrible, no sólo atravesado por la pérdida de un ser querido, sino que además debemos soportar 10 años de impunidad donde todas estas personas siguieron trabajando, siguieron con su vida y nosotros estamos presos del dolor, de la angustia y de la pérdida, de la ausencia física de mi hermana.