La Selección Argentina luchó hasta el final, pero no logró su principal objetivo en el Mundial de Fútbol Femenino 2023: cosechar su primera victoria mundialista.
Pese al resultado, los avances en la disciplina son notorios y las futbolistas dejaron en claro que este es el camino a seguir para abrirle paso a las futuras generaciones y cambiar el presente del fútbol femenino argentino, aún semiprofesional.
En este sentido, la cuarta participación de la Albiceleste en la competición dejó mucha tela para cortar. El rendimiento futbolístico, las decisiones del cuerpo técnico, comandado por Germán Portanova, el apoyo que recibieron las jugadoras y los retiros son solo algunos de los aspectos que Nota al Pie se propuso analizar en profundidad.
Con la ilusión a cuestas
En la previa, la expectativa por ver al seleccionado conseguir su ansiado triunfo estaba más latente que nunca. En diálogo con este medio, el entrenador Portanova aseguró semanas atrás: “Nosotros nos preparamos para intentar hacer historia. Nos fuimos afianzando en las fechas FIFA. Pudimos jugar con buenos rivales, esos partidos los queríamos, antes no se querían jugar por miedo a la derrota”.
Días más tarde, el director técnico oficializó la lista de convocadas con la sorpresiva y merecida inclusión de Camila Gómez Ares. También vale la pena mencionar la silenciosa ausencia de Agustina Barroso, quien conformó la dupla central junto a Aldana Cometti en la Copa América 2022, disputada en julio.
En dicha competencia, la Albiceleste finalizó tercera, por detrás de Brasil y Colombia. Allí obtuvo el boleto a la cita mundialista al vencer 3-1 a Paraguay. Sin embargo, también evidenció decisiones que 12 meses más tarde le costarían muy caro en el Mundial: titularidades inexplicables y cambios tardíos.
El debut con sabor a poco
Con la delegación ya instalada en Auckland, llegó el momento más esperado. El lunes 24 de julio Argentina saltó a la cancha frente a Italia con un once sin sorpresas, aunque sí cuestionado. Se vio un equipo compacto, que ofreció pocos espacios al rival para jugar, y cuando tuvo la pelota, buscó lastimar por la banda izquierda, en las gambetas de Estefanía Banini.
El cuerpo técnico decidió formar con Vanina Correa, Sophía Braun, Miriam Mayorga, Aldana Cometti, Eliana Stábile, Romina Núñez, Lorena Benítez, Daiana Falfán, Estefanía Banini, Florencia Bonsegundo y Mariana Larroquette. Ya en el complemento, aún 0-0, el equipo empezó a mermar en el aspecto físico.
El entrenador, pese al evidente desgaste de sus futbolistas, decidió mantener en cancha a todas las protagonistas hasta el tiempo de descuento, salvo por Romina Núñez, quien se retiró a los 75′ en lugar de la hostigada Yamila Rodríguez. En cambio, Milena Bertolini realizó modificaciones y desde el banco de suplentes llegó el gol de la victoria 1-0, a tres minutos del final, con un cabezazo de Cristiana Girelli.
Un torbellino de dudas y empuje
Pasado el trago amargo, la Albiceleste se midió con Sudáfrica, país ante el cual tampoco pudo exhibir su mejor versión. Con errores en el fondo argentino, las campeonas de África se pusieron 2-0 arriba en el marcador. A 15 del final, Argentina reaccionó para mantenerse con vida, gracias a los goles de Sophia Braun y Romina Núñez. Con el 2-2 consumado, la delegación sacó la calculadora.
Con el correr de los días, llegó la prueba más difícil: Suecia, top 3 en el Ranking FIFA, pero ya clasificado a octavos para ese entonces. Pese al enorme esfuerzo del seleccionado argentino por moverse en bloques y no otorgar espacios, las suecas habitualmente suplentes supieron imponerse 2-0 con calidad y jerarquía.
Los lamentos y reproches apuntaron hacia el banco de suplentes, con un cuerpo técnico que, pese a su excelente voluntad de trabajo, no le alcanzó para estar a la altura de las circunstancias. No solo no se animó a realizar las sustituciones necesarias en el debut, sino que repitió el mecanismo ante Suecia, con cambios tardíos.
Asimismo, la titularidad de algunas protagonistas también generó discusión en las redes sociales. La delantera Mariana Larroquette, futbolista con mayor cantidad de presencias en el seleccionado a nivel histórico, fue cuestionada por su poca influencia en el área rival.
Para tomar noción, es útil retomar el dato que aportó @OptaJavier en Twitter: “Con menos de 15 minutos en cancha, Yamila Rodríguez fue la jugadora de Argentina que más intervino con la pelota dentro del área rival ante Suecia (2, igual que Érica Lonigro)”, destacó. Justamente, Yamila fue la goleadora de la pasada Copa América, donde marcó 6 goles. Pese a esto, solo ingresó en los tres encuentros desde el banco de suplentes.
El famoso recambio generacional
Tras la caída ante Suecia, el vestuario argentino se invadió de lágrimas, producto de varias despedidas. En diálogo con la prensa, Estefanía Banini confirmó su retiro: “Hoy me toca irme, pero estoy orgullosa del camino que recorrí con la Selección Argentina”. Luego, agregó: “Con la celeste y blanca ya no habrá más gambetas, pero me voy muy tranquila”.
Tampoco se olvidó de mencionar los años en los que fue apartada del seleccionado junto a Florencia Bonsegundo y otras de sus compañeras, al exigir mejores condiciones laborales. En este sentido, Bonsegundo también seguiría sus pasos y se retiraría de la Albiceleste, según trascendió de forma extraoficial.
Quien también se merece una mención especial es Vanina Correa, histórica guardameta. Disputó todos los Mundiales a los que Argentina clasificó: Estados Unidos 2003, China 2007, Francia 2019 y la actual edición. Sinónimo de perseverancia, Correa deja una huella imborrable bajo los tres palos.
Es probable que más nombres se sumen a la lista en las próximas semanas. Por lo pronto, la Selección Argentina debe descansar, para apuntar próximamente a los Juegos Panamericanos, que se disputarán en Santiago de Chile entre octubre y noviembre de este año. Siempre con la cabeza en alto.