En un nuevo capítulo de explotación de minerales y recursos de América Latina, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, confirmó en la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) que su bloque invertirá €45.000 millones en América Latina y el Caribe (ALC).
Estos proyectos fueron presentados como de transición ecológica, transformación digital inclusiva, para el desarrollo humano, resiliencia sanitaria y programas de vacunación. Sin embargo, por más lindo que suene, hay muchos intereses ocultos por detrás.
El financiamiento está enmarcado en la estrategia europea Global Gateway, que busca promover vínculos en los sectores digital, de la energía y del transporte, y reforzar los sistemas de salud, educación e investigación en colaboración con otros continentes.
Tras más de una década de distanciamiento, el bloque europeo se ha planteado como objetivo estratégico recomponer sus lazos con las naciones de América Latina y el Caribe, región que en el último siglo ha estado dentro de la órbita de Estados Unidos, pero que recientemente ha empezado a estrechar relaciones con países como China.
La UE presentó todos los proyectos que tienen en conjunto con los países latinoamericanos. Según el comunicado, el diseño de la agenda conjunta contempla más de 130 iniciativas. “La UE trabajará con los socios de ALC en el ámbito de las materias primas fundamentales (como el litio y otros) en la región (Argentina y Chile), así como con el Club de Materias Primas Fundamentales para reforzar las cadenas de suministro sostenibles”, reza el comunicado.
Sin embargo, por más maravilloso que suene la concentración del litio en manos extranjeras, y apenas unas pocas empresas multimillonarias radicadas en el país, dan cuenta de un negocio que crece de forma desigual sin dejar siquiera ganancias por retenciones. De hecho, en comparación con la soja, a la que se le aplica un 35% retenciones, las del litio apenas son del 4,5%.
La situación de América Latina
Para entender la importancia que puede tener la región para el resto del mundo que anhela explotar y exportar recursos, primero hay que mencionar varios factores.
La región posee una cantidad enorme de reservas de agua, minerales, energía, entre muchos otros que son los que más escasean. A esto deberíamos sumarle las cuencas petroleras, la cantidad de litio y coltán que hay para desarrollar las nuevas tecnologías; los grandes acuíferos de agua dulce; y la gran biodiversidad que existe.
Uno de los acuíferos más importantes de América del Sur es el Acuífero Guaraní, que está localizado en el sistema de la cuenca del Río de la Plata en los países de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay. Resulta el más importante en América del Sur y cubre más de 1.2 millones de kilómetros cuadrados, con una descarga anual promedio de 40 a 60 kilómetros cúbicos. Hay ya más de 2.600 pozos en la región, que proveen agua para más de 500 centros urbanos.
Por otro lado, Argentina, Bolivia y Chile poseen el 68% de los reservorios globales de litio en forma de salmueras, de más práctico procesamiento y mayor rentabilidad de extracción. Además, este mineral está considerado en uno de los elementos que aporta al futuro de una sociedad ecológicamente sustentable.
La presencia cada vez más fuerte de Rusia y China en el continente obliga a Estados Unidos a repensar toda su estrategia y reformular su capacidad de respuesta militar ante posibles conflictos por bienes o estructuras.
Los países de América Latina dejaron claro en la cumbre que necesitan exportar sus productos a Europa, pero que quieren dejar de ser únicamente proveedores de materias primas provenientes de la actividad extractivista: exigen que en la zona se elaboren los productos que saldrán de esos materiales y que más adelante serán consumidos por sus propios pobladores.
Las palabras de los protagonistas
Por parte de Argentina viajó Alberto Fernández, quien, como era de esperarse, se mostró muy conforme con la cumbre realizada en la capital de Bélgica. El presidente elogió “este espacio de diálogo para abordar los desafíos comunes que enfrentan ambas regiones”.
También señaló la importancia de “hablar con toda claridad para encontrar un mecanismo para terminar con el extractivismo”. Además, celebró el compromiso de terminar “con la idea de que América Latina es únicamente proveedora de producción primaria”. El mandatario argentino aseguró estar muy satisfecho por los puntos de encuentro, y sostuvo que “esto ha sido muy importante para la región”.
Por otro lado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro expresó al final de su discurso: “La debilidad de América Latina y el Caribe está en que la integración existe en la teoría y no en la práctica. En cambio, en Europa sucede a la inversa porque sí existe una integración real y muy fuerte”, habiendo superado ya la retórica de la práctica.
Quien se mostró enfáticamente satisfecho fue Lula Da Silva, quien contó a una nota con El País: “De todas las reuniones en las que participé con la UE, esta ha sido la reunión más exitosa de todas. Pocas veces vi tanto interés político y económico de los países de la UE hacia América Latina”.