El miércoles 18 de agosto diversas organizaciones ambientales se movilizaron a la Ciudad de Buenos Aires bajo un mismo propósito: exigir que se trate la Ley de Humedales con urgencia. La jornada comenzó a las 16 horas en Plaza de Mayo y culminó en el Congreso de la Nación. Allí, se realizó la entrega de una carta escrita de forma conjunta y firmada por más de 400 organizaciones de todo el país.
Esta movilización es la culminación de la convocatoria hecha por la Multisectorial Humedales Rosario, que duró una semana a saber desde el 11 de agosto. La finalidad fue visibilizar e instalar el debate en la agenda política. Comenzando con una caravana de kayaks desde Rosario que atravesó el Río Paraná.
Estuvieron presentes organizaciones como Jóvenes por el Clima, la Multisectorial Humedales Rosario, Red Ecosocialista del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), entre otras. Quienes se unieron a este reclamo por la salud, la vida y la biodiversidad.
Ley de Humedales
Nota al Pie dialogó con una integrante de la Multisectorial Humedales Rosario, Mariana Amoy. “Nosotros estamos acá porque el año pasado se logró un documento unificado y, gracias a ese documento, se terminó el año legislativo con un primer paso en lo que es la comisión de ambiente. Pero aún faltan 3 comisiones más”, detalló.
Agregó además que “en todo lo que va del año, no solo se siguió quemando hectáreas, sino que no hubo ningún tipo de respuesta por parte de ninguno de los políticos respecto de qué está pasando con las quemas en el Delta y qué con la Ley de Humedales.”
La organización afirma que el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) expone que se sobrepasó todos los límites geo-físicos del planeta y el planeta se encuentra inmerso en un colapso eco-sistémico sin precedentes.
Según el informe publicado por el Instituto de Investigación social, económica y política ciudadana (ISEPC), en Argentina, los humedales representan un cuarto del territorio (21%) y denuncia un ecocidio en ellos debido al sistema extractivista. Un ejemplo de ello es el Río Paraná: que en 2020 se incendiaron cerca de 300.000 hectáreas por intereses del sector inmobiliario o sectores ganaderos y durante 2021 continuaron los focos de incendio.
Por otro lado, este medio también dialogó con la coordinadora de la Red Ecosocialista del MST, Jessica Gentile, quien hizo hincapié en la importancia de los humedales ya que son, simbólicamente, como unos riñones de la biodiversidad donde se almacena el agua, vida, fauna, flora.
Una incansable lucha
El informe ISEPC expone que esta lucha por una ley de humedales tiene una antigüedad de alrededor de 15 años.
En 2013 se presentaron dos proyectos en relación a la protección de los humedales que obtuvieron media sanción en el Senado. Asimismo, en 2015 se presentaron dos más. Sin embargo, en 2018 perdieron el estado parlamentario para el tratamiento de la ley debido a obstáculos puestos por el oficialismo.
A pesar de ello, las organizaciones ambientales siguen luchando por su concreción. Desde mediados de 2020, existen 15 proyectos presentados para una Ley de Humedales, de los cuales 10 están en diputados y 5 en senadores. E incluso se debatió en la Cámara de Diputados durante el 2020 pero no avanza desde noviembre de ese año.
Ante el temor de perder el estado parlamentario este 2021, como sucedió con antelación, se movilizaron. “Salieron otras leyes, como los paros de conservación del cual nos preguntamos ¿Qué se está haciendo allí? O la ley de educación ambiental, que no estamos en contra, pero nos preguntamos ¿Por qué algunas leyes se ejecutan tan rápidamente y otras siguen postergadas por tantos años?”, cuestionó Amoy.
Entiende que hay un gobierno que no toma una decisión y no se posiciona frente al extractivismo presente ni frente al mal uso del medioambiente. “Por eso iniciamos esta travesía. Porque venir en kayak era una cuestión simbólica, es decir llegar a la capital desde el interior remando. Y segundo lugar, es una medida política porque decimos basta de silenciarnos”,manifestó.
Desmiente que el hecho de que no se trate la ley en los espacios donde se esgrimen las políticas públicas, significa que nadie habla de ella. “Con la travesía demostramos que son muchas las personas que les importa, no solo son ambientalistas”, afirmó Amoy.
Se refiere a quienes habitan en el humedal y que trabajan en él a través de distintas formas de producción que no necesariamente son las hegemónicas. “Esta gente nos fue dando aliento. Entonces entendemos que esto no es un problema de la ciudadanía, sino que es algo que se niega total y absolutamente desde el estado”, aseveró la entrevistada.
Amenaza de intereses
Sofia Camussi, miembro de la Coordinadora de Basta de Falsas Soluciones y el movimiento Rebelión o Extinción, en diálogo con este medio cuestionó la relevancia al trato de la ley. “Es interesante el proceso de cajoneo de leyes, ya que se tratan como apiladas es decir que si una no se aprueba se va “al fondo de la pila”, afirmó.
Sin embargo, aclaró: “la ley que nos compete hoy tiene una crisis climática de fondo. Entonces ¿desde donde se le presta atención al planeta y a nuestras urgencias que tenemos como seres humanos?”. Camussi entiende que hay una disociación de nuestro cuerpo y existencia con el territorio.
Gentile añadió que la resistencia por cuidar y proteger los humedales radica en que significaría que deje de haber actividad extractiva. “Implica terminar con el agro negocio y la especulación inmobiliaria, es decir, tocar intereses económicos muy grandes”, afirmó.
Cree que “ellos son los principales responsables de llevarnos al ecocidio que estamos asistiendo. Con más de 1 millón de hectáreas prendidas fuego que no fueron por causas azarosas».
Entiende que se necesita poner freno al agro negocio a través de una mutación a otro modelo agroecológico sin transgénicos y donde se priorice la vida por encima de las ganancias.
Qué plantea la Ley
El proyecto de ley tiene el fin de que se regule cómo y qué producir, cómo vivir en torno a estos ecosistemas. Estableciendo medidas y acciones concretas para su protección.
Los puntos claves son: en primer lugar, definir qué es el ecosistema, es decir a que se refiere cuando hablamos de humedales. En segundo lugar, generar un inventario de humedales es decir relevamiento que los identifique en 4 niveles. Estos son: regiones de humedales, sistemas de paisajes de humedales, unidades de paisajes de humedales y unidad de humedal.
En tercer lugar, un ordenamiento territorial el cual implica que cada provincia deberá incorporar los humedales a su Ordenamiento Ambiental Territorial. Cuarto lugar, el acceso a toda la población a los beneficios que brindan los humedales, garantizando los derechos que habitan y dependen de ellos para vivir, y que no retrocedan en los niveles ya alcanzados. El quinto puntos es que toda intervención en humedales deberá tener aprobada la Evaluación de Impacto Ambiental.
En sexto lugar, que se restauren las zonas degradadas. En séptimo lugar, que no se permita la realización de nuevas actividades ni la ampliación de las actividades existentes en los humedales. Y, por último, que se cree el Fondo Nacional de Humedales, para el cumplimiento de lo establecido en la Ley.
Camussi explicó: “Tenemos el derecho de pedir una ley que proteja los humedales y se cumpla. Argentina tiene una ley de protección de bosques, es una de las mejores, pero su tasa de deforestación es muy grande. Entonces la ley sirve porque nos da un piso legal para accionar, es una herramienta. Pero estamos yendo a un colapsó que necesita una organización colectiva también”.
Por último, concluyó: “Se está tratando de instaurar una ley que salve el humedal a priori y no a posteriori. No solo actuar cuando ya se quemó el humedal y sancionar a quienes lo hicieron. La ley plantea cómo proteger un área y que tenga la posibilidad de auto regenerarse. Porque ya está muy dañada”.