El mes pasado llegó a la cartelera porteña la última creación de la compañía Los Internacionales Teatro Ensamble. Los Minimax y el cazador de talentos es una hipnótica obra con texto y dirección a cargo de Manuel Santos Iñurrieta.
Ambientada en la Argentina de 1969, en pleno Cordobazo, mezcla referencias reales como la visita de Nelson Rockefeller al país y la llegada del hombre a la luna. La obra tiene un tono de comedia, pero también con espacio para la crítica social. Las funciones son los sábados a las 22.30, en la Sala Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Los Minimax y el cazador de talentos, una historia ligada a la política
Su trama gira alrededor de un grupo de revolucionarios que planean tomar una estación de radio, el mismo día que Nelson Rockefeller llega al país y se incendian unos 14 supermercados que son propiedad de su familia, parte de una cadena que se llaman Minimax. Este grupo tiene como meta hacerse oír y prometen leer un comunicado a manera de radioteatro, inspirados en el clásico La guerra de los mundos, de Orson Wells.
En la búsqueda de su cometido, son sorprendidos por un cambio en el clima, tan inusual cuando el cielo de Buenos Aires se transforma en una nevada mortal. Un hecho en concordancia con otro clásico nacional de ciencia ficción, El Eternauta, creación del guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López.
La propuesta estética y narrativa de este espectáculo está lleno de hechos históricos muy bien mezclados con la ficción en la dramaturgia de Manuel Santos Iñurrieta. Los Minimax y el cazador de talentos es una obra que invita a reflexionar sobre la sociedad argentina y su evolución a lo largo del tiempo a través de un tono humorístico y una cuidada selección de situaciones desopilantes.
Esta propuesta no solo entretiene, sino que logra transmitir mensajes profundos y críticos hacia la sociedad. Y este recurso de utilizar referencias históricas y culturales como la lucha revolucionaria, las desigualdades sociales y la influencia de las grandes corporaciones en la vida cotidiana, añaden capas de significado y valor a la ocurrente trama.
Ilimitada versatilidad
Para una obra con personajes tan heterogéneos como enigmáticos se necesita de un elenco a su altura. En esta atractiva producción, el elenco de Los Internacionales Teatro Ensamble brilla, proporcionando actuaciones sobresalientes y energías completas.
Rodrigo Isequilla Giudici, Gastón Ávila, Clara Barreira, Belén Ezquerra, Nicolás Finoli, Marina García, Manuel Santos Iñurrieta, Diana Kamen, Gaby Mercado y Lucía Salatino son una troupe de actores que demuestra un gran talento y capacidad de adaptarse a dispares situaciones en sus interpretaciones.
Todos los personajes en esta alocada historia, desde los revolucionarios con sus fuertes ideales hasta los contradictorios y los que resultan de bajo perfil, están llenos de variados matices. Y la interacción entre elles crea momentos cómicos y emotivos que mantienen al público atento a lo largo de la función de alrededor de una hora.
Además, la funcional escenografía de Diego Maroevic crea una atmósfera auténtica. Sumado al vestuario de Clara Barreira, Marina García, Lucía Salatino, y Maria Eugenia Summa, terminan de redondear la personalidad de cada personaje.
La dirección de Manuel Santos Iñurrieta es otro acierto en la obra, la cual otorga el equilibrio perfecto entre la sátira política y las vivaces emociones, haciendo que la platea se transporte en un viaje histórico, cargado de risa, misterio y reflexión.
En resumen
La propuesta estética y narrativa de Los Minimax y el cazador de talentos resulta tan llamativa como grotesca. No solo por llevar a escenas elementos de fácil relación con los cómics o películas de ficción, sino por su chispeante trama, una mezcla entre farsa y tragedia, que desde la poesía y la comedia permite explorar el interior de las organizaciones sociales en un contexto subterráneo.
Sin darse cuenta el público, la obra descubre sucesos escondidos en la historia de Argentina y las luchas revolucionarias a través del humor y la sátira política, mientras presenta una cuidada recreación de la época y destacadas interpretaciones del elenco.