Desde 2010 en la provincia de Río Negro, más precisamente en la ciudad de Allen, se encuentra el problemático pozo número “EFO 355” del yacimiento Estación Fernández Oro.
Allí, la empresa nacional Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), en sus múltiples excavaciones en la provincia, provocó una fuga de gas y fluidos de perforación que causaron la contaminación de una parte importante de la biodiversidad rionegrense.
Nota al Pie dialogó con Lidia Campos, vecina de la ciudad de Allen y militante social de la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua Allen, para conocer más sobre la situación.
¿Cómo y cuándo comenzó YPF a apropiarse de los recursos naturales de Allen?
En diciembre de 2010, Allen tuvo cambio de gobierno y comenzó su gestión una intendente mujer, médica. Los habitantes teníamos mucha esperanza de que se cumplieran todas las promesas de campaña. Sin embargo, fue todo para peor. A los meses, en el 2011, comenzamos a ver camionetas 4×4 con nombres de empresas desconocidas circular por las calles rurales, cosa rara.
Cuando preguntábamos a otros vecinos de las chacras quiénes eran, ellos respondían que eran de empresas petroleras. Nos acercamos a consultar al Concejo Deliberante, pero ni los concejales sabían quiénes eran. Ellos nos dijeron que tenían autorización “de más arriba”.
Les solicitamos entonces que averiguaran quiénes eran y que los invitaran al Concejo a contar cómo hicieron para comenzar a trabajar acá, cuando Allen es la Capital Nacional de la Pera.
Días después se hizo la reunión, la empresa se llamaba Apache. Entre otras cosas, hacía un tiempo que estaba operando también en la zona de Plaza Huincul-Neuquén, que se dedicaban a la extracción de hidrocarburos no convencionales. Además, ellos se regían por una ley nacional y venían con una lista de productores que la provincia les dio.
Estos productores eran personas que tenian deudas con bancos, con la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), con serios problemas económicos y ademas su chacra estaba ubicada cerca del Río Negro o algún otro curso de agua.
Entonces, ellos comenzaron a evaluar lo que ofrecía Apache por rentarles 1 o 2 hectáreas de su chacra para extraer petróleo y gas. Ese dinero que les ofrecían era mucho más de lo que ellos recibían por la cosecha después de un año de trabajo. Así también hubo otros familiares de chacareros que comentaron que fueron presionados para firmar.
Después de tres años, Apache se retiró y quien siguió operando fue YSUR S.R.L. Al poco tiempo ésta desapareció, por lo que de allí hasta ahora es YPF. Siempre todos estos cambios se hicieron a espaldas del pueblo, porque no estaba aprobada la Ley Nacional de Hidrocarburos No convencionales ni tampoco la ley provincial.
Con nuestros reclamos en la calle, presionamos para que se hicieran las audiencias públicas y se cumpliera en parte lo que reglamenta la Ley Nacional de Medio Ambiente N° 25.675.
¿Tuvieron alguna posibilidad a lo largo de todo este tiempo de lucha, de poder hablar con alguien que les ayude o visibilice este tema?
Nuestra lucha comenzó en 2011 informando a los habitantes de Allen del cambio de matriz productiva y de los perjuicios de la extracción de petróleo y gas con el método de fracking. Nos ayudaron mucho los estudiantes de la Universidad del Comahue (UNComa) de Neuquén, quienes sabían lo que era la fractura hidráulica y que se necesitaban millones de litros de agua por fractura para realizarla.
Nos contactamos con especialistas en la extracción de hidrocarburos, con los medios de comunicación locales primero, luego los de la región, los nacionales y también los extranjeros como el diario Le Monde, El País, La Vanguardia, y estudiantes de Francia, Alemania, Noruega, Inglaterra, Suecia, México, Brasil, Colombia, Uruguay y Chile, entre otros.
¿Llegaron a llevar a cabo algún tipo de medida de fuerza?
Formamos la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua el 12 de agosto de 2011 y desde ese momento no dejamos de hacer actividades informativas en la plaza principal de nuestra ciudad, en las escuelas primarias, secundarias, debates en las universidades de la región.
Realizamos Toxic Tours con los colegios secundarios para conocer la zona de pozos, el río, barrios de obreros rurales que son los más perjudicados, ya que la chacra que se alquila a YPF no produce más productos de calidad.
Hicimos una ordenanza que prohíbe la fractura hidraúlica en Allen y, por la lucha en la calle, fue aprobada por unanimidad por los concejales con voto nominal. Pero el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro la declaró inconstitucional tres meses después, argumentando que la provincia es quien decide por los recursos que estan en el subsuelo.
Presentamos recursos de amparo que frenaron la actividad de perforación en nuevos pozos ubicados al lado de escuelas primarias donde concurren hijos de obreros rurales protegiendolos de la contaminación sonora, de los tóxicos que se utilizan, de los escapes de gases y los derrames.
Este recurso de amparo llegó a la Corte Suprema de Justicia de Nación (CSJN), donde se explicaba que los chicos tenían problemas en las vías respiratorias altas, problemas hepáticos, de riñón, erupciones en la piel.
Allen supera la media nacional de chicos con leucemia: 12 chicos con 36.000 habitantes, cuando la media nacional es de 5 chicos cada 100.000 habitantes. En relación al derrame, ya han ocurrido otros como el de ahora, y la empresa YPF los ocultó siempre.
Desde el 2010, Río Negro no tiene la posibilidad de poder seguir produciendo materia de calidad tras el derrame de petróleo.
Incluso, se perdieron 8.000 puestos de trabajo, se cerraron muchos galpones de empaque y frigoríficos, además del repositorio de barros y residuos tóxicos de la actividad extractiva.