A pesar de las múltiples voces en contra, Gerardo Morales, gobernador de Jujuy por la Alianza de Centroderecha, aprobó la reforma constitucional provincial. Las modificaciones incluyen la restricción al derecho a la protesta social y la prohibición del indulto, dos instrumentos claves de expresión del pueblo que a partir de este martes serán tomados como un acto criminal.
Jujuy es un sitio estratégico en la distribución de recursos mundial, por ejemplo por su reserva de litio. Esta reforma afecta de forma inmediata cualquier tipo de levantamiento contra las medidas gubernamentales de rapiña y represión.
Asimismo, la reforma apunta directamente contra las comunidades indígenas y sus tierras, ya que avala el desalojo de “propiedades privadas no consentidas”. No parece ser una coincidencia que estos mismos territorios sea áreas de yacimientos y explotación minera.
La «paz social» de Morales
Durante los últimos días, el pueblo jujeño se unió, nuevamente, para manifestarse contra el latente atentado hacia los derechos humanos. Si bien, entre la madrugada del domingo y la mañana del lunes, habían sido liberades les detenides en las manifestaciones, esta mañana el Gobierno de Gerardo Morales avanzó con la reforma constitucional, lo cual provocó una batalla campal por fuera de la Legislatura.
En la actualidad, efectives de la infantería jujeña atacan a les manifestantes y medios de comunicación con piedras y gases lacrimógenos. El grito de “esta es la paz social de Morales” se hace eco entre las personas que corren y van de un lado a otro en medio del humo y los proyectiles. Las calles se tiñen de sangre mientras las fuerzas policiales hieren a les ciudadanos, la imagen de un hombre en el suelo con una hemorragia en la cabeza, provocada por el golpe de una lata de gas, logró penetrar en la cámara de diversos canales de noticias.
Uno de los manifestantes reclamó que “el aparato represivo de Morales es digno de los años setenta”. Y otro agregó que “Morales está tirando a matar al pueblo, se tiene que ir”.
¿Enemigos o cómplices?
Los 40 votos positivos, de un total de 48 bancas, no hubiera sido posible sin el apoyo del peronismo local, el Partido Justicialista. Sin embargo, Morales actualizó su página de Twitter con el siguiente tuit: “Hago responsable al presidente @alferdez y a la vicepresidenta @CFKArgentina de la extrema violencia que se está viviendo en la provincia de Jujuy”.
Y, en lo que pareciera ser una ironía, continuó: “Los violentos no nos van a torcer el brazo. A 40 años de democracia, repudio y llamo a todos los argentinos a repudiar lo que está haciendo el kirchnerismo y el Frente de Izquierda en Jujuy”.
Las acusaciones de Morales provocaron la respuesta del presidente Alberto Fernández por la misma vía: “Usted es el único responsable de haber llevado a nuestra querida provincia de Jujuy a esta situación límite tratando de imponer una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional”, sostuvo el mandatario en su cuenta de Twitter.
En esa línea, aseguró que la reforma “desatiende acuerdos internacionales, no escucha a los pueblos originarios y niega el derecho a la protesta”. “El Gobierno nacional respeta el federalismo y los resultados electorales locales, pero debe garantizar la convivencia y el respeto a los derechos humanos”, continuó.
Por último, el presidente se desligó de responsabilidades y apuntó contra el Gobierno provincial: “Exigimos al Gobierno de Jujuy el cese inmediato de la represión. Asimismo, también exigimos al Gobierno de Jujuy que convoque a todos los actores sociales jujeños a encontrar caminos de diálogo para superar la controversia que ha creado”, finalizó. Un peloteo que poco aporta a la resolución del conflicto.