Luego del anuncio de la tercera protesta contra el Gobierno de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, estipulada para el próximo lunes, la Policía local anunció que desplegará más de 8.000 efectivos en diversos puntos de Lima. La capital viene de ser escenario de manifestaciones previas que terminaron con decenas de muertos y cientos de heridos producto de la represión.
El alto mando policial precisó que se ha diseñado un plan operativo que abarca el Damero de Pizarro, en el centro histórico de Lima, los “conos” de la ciudad y las vías de aproximación a la capital, como la Panamericana Norte, Panamericana Sur y la Carretera Central.
La movilización será denominada como la tercera “Toma de Lima” y fue convocada por diversos sectores de la población que piden la renuncia de Boluarte, quien sucedió a Pedro Castillo en el poder y nunca llamó a elecciones anticipadas para descomprimir la situación.
Víctor Zanabria, jefe de la Dirección de Orden y Seguridad de la Policía Nacional, explicó cómo funcionará el operativo que planea evitar destrozos en los edificios públicos.
“Los indicadores de cómo se van a llevar a cabo estas movilizaciones prevén lo mismo: poco número de manifestantes, pero con un alto nivel de violencia”, aseguró.
“[Los policías] no solo han recibido entrenamiento técnico y táctico de control de disturbios, sino del uso de la fuerza y derechos humanos; que han sido una de las cuestiones que han sido llamadas de atención por las organizaciones gubernamentales que han evaluado la conflictividad social”, señaló Zanabria.
Además, explicó que la capacidad operativa para controlar Lima está por encima de los 20.000 o 30.000 manifestantes. Todavía no se sabe la convocatoria que tendrá la marcha, pero las autoridades ejecutivas minimizaron la misma.
La situación de Perú
Desde la destitución del expresidente Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre, ya son 60 los muertos en el marco de las protestas que tuvieron su epicentro en Lima. La mayoría fueron producidas por heridas de balas e incluyen a ocho adolescentes.
La presidenta de Perú por su parte, nunca presentó la renuncia y, además, afirmó hace poco tiempo que el adelanto de las elecciones ya es un tema cerrado, luego de que la propuesta haya fracasado dos veces en el congreso.
«Ese tema del adelanto de elecciones está cerrado, seguiremos trabajando de manera responsable, en respeto al Estado de derecho, la democracia y la Constitución, hasta julio de 2026», declaró días atrás Boluarte.
Respecto a la tercera Toma de Lima, la presidenta retrucó y amenazó a les manifestantes: “¿Cuántas muertes más quieren por el amor de Dios, acaso no les duele en el alma haber perdido a más de 60 personas en estas manifestaciones violentas? Ninguna de esas muertes la ha provocado ni la ha buscado el Gobierno”.
Sin embargo, un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación de los derechos humanos en el Perú durante las protestas contra Boluarte, concluyó que se hizo un “uso desproporcionado, indiscriminado y letal de la fuerza” por parte de los agentes de la policía.