En el día de ayer, la jueza Vanesa Peluffo, dictó prisión preventiva para el agente de la Policía de la Ciudad, Facundo Agustín Matías Torres, alias “Cachorro”. El acusado se encuentra procesado por el encubrimiento del homicidio del joven futbolista de Barracas Central, Lucas González, ocurrido en noviembre de 2021 en dicho barrio porteño.
La causa
Bajo la carátula de “encubrimiento agravado y privación ilegal de la libertad”, y tras ser identificado como partícipe en la detención ilegal de los tres menores de edad que acompañaban a Lucas González, Torres permanecerá detenido.
“Queda claro que fue él quien facilitó el arma de juguete que se secuestró del interior del vehículo en que viajaban los adolescentes”, afirmó la jueza.
Según Peluffo, el accionar de acomodar el arma de juguete de forma intencional tuvo como objetivo “dar cauce a una falsa versión de los hechos y deslindar, en principio, la responsabilidad de la brigada al buscar revertir los roles de las personas involucradas”.
Por esa razón, dispuso el procesamiento por “encubrimiento doblemente agravado por la condición de funcionario público”. Torres está acusado de alterar los rastros, las pruebas y los instrumentos del delito para despistar las evidencias sobre la implicación de Gabriel Alejandro Issasi, Juan José Nieva y Fabián Andrés López en el asesinato del jugador de 17 años de edad.
En esta misma línea, la jueza solicitó el embargo por 1,2 millones de pesos sobre los bienes de Torres, quien se encuentra alojado en la cárcel de Marcos Paz.
¿Qué pasó con Lucas González?
Las pericias policiales afirman que Lucas González fue asesinado por un disparo en la cabeza, el cual fue efectuado luego de que tres integrantes de una brigada de la Policía de la Ciudad detuvieran la VW Suran en el que viajaba. En el interior del vehículo se encontraban, además, sus amigos Julián Alejandro Salas, Lucas Santiago González y Joaquín Zúñiga Gómez.
La detención del auto del padre de Lucas habría sido sin justificación aparente, en el momento en que la víctima y sus compañeros volvían a sus casas, luego de finalizar con un entrenamiento en Barracas Central, ubicado las cercanías del ingreso a la Villa 21-24.
Lucas y sus amigos se detuvieron en la calle Luzuriaga, luego de parar a comprar un jugo en un kiosco. Allí, fueron interceptados por un auto marca Nissan, conducido por policías de civil que les dispararon e hirieron de muerte en la cabeza al joven González.
La madre de uno de los amigos de Lucas contó que vieron una serie de videos en los cuales pudieron comprobar que les tiraron 8 tiros. “Me dijo mi hijo que su cuerpo cayó y su sangre le dio al chico de atrás, para luego terminar cayendo arriba de las piernas de Julián. Luego, Julián quiso poner segunda, vio que Lucas tenía sangre y siguió en tercera. Le tocó bocina a dos policías que estaban en la calle y no le dieron pelota”, contó la mujer.
Actualmente, los tres miembros de la brigada y otros 11 efectivos están siendo juzgados en instancia oral y pública, la cual atraviesa la etapa de alegatos previa al veredicto.