El libro Televisión Pública y Convergencia digital lanzó su segunda edición, la cual incluye dos nuevos capítulos. En un mes donde se habla de comunicación y consumo de medios, pensar a les ciudadanes como sujetos de derechos es una oportunidad. De esta manera, el autor de la obra, Adrián Sergio Maglieri, investigó acerca de las políticas públicas que permiten acceder a mayores contenidos.
Nota al Pie dialogó con Maglieri, quien también es docente, para conocer cómo se llevó adelante la investigación. De la producción se desprenden preguntas cómo: ¿Para qué sirve tener medios públicos?; ¿Qué papel juega la TV Pública en el fortalecimiento de la democracia?; ¿Cómo contribuir a la inclusión social desde la TV Pública y sus pantallas digitales?, entre otras.
“En 2023 lo que hicimos es una reedición actualizada del libro. Hay dos nuevos capítulos y un nuevo prólogo con información sobre los últimos cambios de la TV pública”, explicó a modo de introducción.
Democracia y comunicación: cómo se relacionan
Para Maglieri, es necesario entender a la comunicación como “un verdadero derecho humano y a los ciudadanos como sujetos de derecho”. Desde esta mirada, asegura que la “TV pública cumple un rol fundamental para una enorme cantidad de población”.
Para entender mejor la función social que cumple tener una señal pública, el escritor recordó el papel de la televisión durante la pandemia de COVID 19. “Las propias señales públicas se transforman en agente de difusión de cuestiones educativas”, sostuvo.
Al respecto, observó que “muchas de estas señales comienzan a transmitir contenidos que tenían que ver con las escuelas, o sea, tiene una función educativa, una función social y una función cultural esencial”.
Sin embargo, entra en tensión otra cuestión importante. A la comunicación, derechos y democracia se suma la variante intereses privados. En este sentido, el autor hace una lectura crítica: “Hay una competencia directa con las señales o los intereses privados”.
“Si nosotros tenemos como país buenas señales públicas, buenos contenidos, buenas series, buenas películas producidas y fomentadas por el Estado; es lo que a algunos intereses privados que no les conviene”, sostuvo.
Otro ejemplo sobre el cual el autor invitó a reflexionar es sobre el fútbol. “No les convenía que la televisión pública tuviera el programa Fútbol para Todos dentro de la programación de la TV Pública porque le significaba tener a la señal del Estado una mayor cantidad de audiencia”, apuntó.
La oportunidad de tener una identidad cultural
La invitación del autor del trabajo, que fue resultado de un estudio de Maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), es a reflexionar sobre la búsqueda de una voz propia.
“Este carácter de lo público tiene la importancia de defender nuestra propia identidad cultural como argentinos. Tener señales públicas que estén fortalecidas hace que existan buenas producciones, que sea participativa, que tenga lugar para los jóvenes y para los más niños”, expresó.
En este sentido, comentó que “lo importante a destacar de todo esto es que genera trabajos genuinos: a nuestros actores, nuestras actrices, nuestros dibujantes”. Asimismo, beneficia a “nuestros creativos, la gente que produce guiones para hacer una serie o una película. Se necesita mucha gente trabajando atrás en el detrás de escena y esto es defensa de la producción de la industria nacional”.