En los últimos tiempos, la expansión de la Inteligencia Artificial (IA) es cada vez mayor. Su uso se extiende a ámbitos que van más allá del plano meramente tecnológico y es en este punto donde surgen interrogantes al respecto.
¿Hasta qué punto el uso de la IA supone un beneficio o una amenaza para la actividad humana? En el caso de la industria del libro, este nuevo avance tecnológico ya promete causar transformaciones radicales.
De acuerdo a una reseña elaborada por la Agencia Proyecto451, las implicancias de la IA en la industria del libro ya comenzaron a manifestarse. Tal es así que este desarrollo tecnológico puede intervenir en las diferentes etapas de la industria bibliográfica.
La misma parte del análisis realizado en el artículo de Publishers Weekly de Thad McIlroy. En él, el autor menciona que la IA repercutirá en las instancias de: adquisición, producción, marketing y descubrimiento, así como también en la industria del entretenimiento en relación al libro.
Cambios en la actividad bibliográfica y la IA
En sintonía con lo planteado, los debates giran en torno a cuáles son las transformaciones a las que puede dar lugar la inteligencia artificial en la actividad bibliográfica.
De esta manera, desde el plano de la adquisición y la producción, las habilidades estarán ligadas a la evaluación de la gramática y la expresión. En tanto, en lo que refiere a la generación de contenido, puede impactar justamente en las particularidades de la publicación.
En este contexto, es importante también señalar el crecimiento cada vez mayor que presenta la industria de la IA respecto a sus posibilidades de desarrollo. El informe “La IA desafía al libro”, de Manuel Gil, recopila datos al respecto.
Sobre este punto, se expone que las inversiones destinadas al desarrollo de IA alcanzaron niveles de un 20 a un 30% en la pandemia. A su vez, para el 2024 se estima que llegue a un 120%.
También cabe mencionar las implicancias de herramientas ligadas a la IA, tales como el Chat GP. Cabe destacar que ya se han publicado libros bajo este modelo de lenguaje artificial y la calidad de los textos resulta interesante.
Es aquí dónde surgen otros interrogantes cómo: ¿en qué posición quedan los seres humanes ante ello y la industria del libro?, ¿se encuentran ante una oportunidad o una amenaza respecto de la IA?
La mirada sobre el contexto actual
En cuanto a los interrogantes que se mencionaron anteriormente, hay diversas consideraciones al respecto. En principio, cabe exponer un análisis sobre la posición de les humanes ante la IA.
Recuerdo una clase con un profesor de la carrera de Comunicación en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y a quien admiro profundamente. En dicha charla hablamos algo bastante cercano al tema de la IA y la era tecnológica.
Así, en consideración del contexto de la sociedad informacional, mí profesor señalaba la importancia de que las personas puedan desempeñarse como “buenos programadores”.
Sin embargo, el concepto de “programadores” al que mí profesor hacía referencia no tenía nada que ver con programar desde lo computacional. En sí, se refería a que las personas puedan tomar la información, comprenderla y generar contenido nuevo.
Y es en ese punto en el que las personas cuentan con “una ventaja” frente a la IA y los algoritmos. La misma reside en la capacidad de interpretar, de problematizar y de ser entes-creadores originales, tal como ocurre dentro de la industria bibliográfica.
En este aspecto, desde el artículo de Gil, citando al especialista Enrique Fans, se plantea que la IA podría significar una oportunidad para la actividad de producción de libros. Sin embargo, será fundamental establecer una regulación que permita su desarrollo, así como también garantice un equilibrio.