El plástico es uno de los materiales que se encuentran en el ojo de la tormenta ya que el consumo sobrepasa la producción. Sin embargo, algo que no se tiene en cuenta es que el plástico contiene más de 13.0000 sustancias químicas peligrosas para la salud humana.
Nota al Pie analiza el mercado global del plástico y la contaminación que provoca. En ese sentido, dialogó con Tatiana Céspedes, Integrante de las campañas de Greenpeace Andino (Chile, Argentina y Colombia), quién contó sobre la contaminación por ese material. Mientras tanto, en París se debaten las sesiones del Comité Internacional de Negociaciones.
Producir- desechar: un ciclo que nunca termina con el plástico
La contaminación por plástico en los océanos es un desafío que amenaza a los ecosistemas marinos en todo el mundo. En los océanos se han observado microplásticos, pequeñas partículas de menos de 5 milímetros. Estos pueden ser ingeridos por los animales que viven en los océanos, causando daños en su salud y afectando los ecosistemas enteros.
Ahora bien, las personas se han acostumbrado a vivir en una cultura de lo desechable de tal forma que la gran mayoría de los productos contienen plástico en sus envoltorios o en su producción. Sin embargo, la falta de regulación por parte de los Estados para que el plástico comience una transición de recirculación aún no se ha implementado.
De la misma forma, hay que tener en cuenta que el plástico se acumula en áreas conocidas como «islas de basura» o «giros oceánicos», donde las corrientes marinas concentran los desechos.
Para comparar el consumo y la producción, la compañía Coca-Cola Femsa registró en el 2022 un total de ventas de 3.284 millones de cajas unidad. En cuanto a sustentabilidad, la compañía internacional registró un 31% de resina de PET reciclada y se recolectaron alrededor de 122 mil toneladas de botellas de plástico.
Para Tatiana Céspedes, integrante de la organización Greenpeace, el consumo del plástico creó una necesidad. “Una de las mayores características que tiene el plástico es que es muy maleable y no necesitan grandes cantidades de plata o de dinero para poder emplearlo y comercializarlo”, contó.
Según el último informe de Cadenas de Valor de la Subsecretaría de Programación Macroeconómica, si se analiza el mercado plástico en Latinoamérica, la capacidad instalada de resinas plásticas se concentra en Brasil con el 48%; le sigue México con el 29%; Argentina con el 10%; Colombia con el 8%; y, por último, Venezuela con el 5%.
Re-circular: una iniciativa que debe comenzar
Según los datos de la Changing Markets Foundation, Coca-Cola produjo un total de 2.900.000 de envases, mientras que PepsiCo produjo 2.300.000; le sigue Nestlé con 1.700.000 y Danone con 820.000.
“La lucha contra el plástico y contra toda esta contaminación plástica que estamos viendo, se ha convertido en una batalla ambiental que debe ser afrontada involucrando a todos los sectores, desde el gobierno, las empresas productoras, los distribuidores, los supermercados y los ciudadanos”, expresó Céspedes.
En ese sentido, faltan políticas por parte del Estado para que se implementen regulaciones y que estás se apliquen de manera eficiente para lograr cambios. Según la integrante de Greenpeace, “una persona, en promedio al día en Colombia, genera 4.3 kilogramos de residuos, los cuales casi el 50% viene siendo únicamente plástico”.
Los datos de la Subsecretaría de Programación Macroeconómica Argentina muestran que la mayor demanda de mercado son Brasil, Argentina y México; mientras que Colombia, Perú y Chile son los de mayor crecimiento.
Aun así, el consumo supera la producción por lo que la región debe recurrir al abastecimiento importado. Entre ellos se encuentra el Benceno, utilizado para la fabricación de plásticos, resinas y fibras sintéticas; el Ácido Tereftálico (TCA), utilizado en juguetes de plástico, industria textil, botellas de plástico y el Monoetilenglicol (MEG), disolvente para pintura y plástico.
Para que el medioambiente comience a sanar, es preciso señalar que deben adoptarse medidas de re-circulación.
Según Greenpeace, la industria del plástico en Europa la producción alcanzó los 61,8 millones de toneladas en 2018. Asia concentra la mayor producción del mundo, siendo responsable de la mitad de la producción mundial, con el 51% del total.
En cuanto a China, es el principal productor de plásticos con un 30% del total, siguiéndole América del Norte con un 18%. Europa ha pasado a un tercer puesto en la producción de plástico con un 17% del total en 2018. Más de dos tercios de la demanda de plásticos se concentró solo en seis países: Alemania con el 24,6%, Italia con el 13,9%, Francia con el 9,4%, España con el 7,6%, el Reino Unido con el 7,3% y Polonia con el 6.8%.
El plástico, un mal que continúa contaminando
Los plásticos proceden de recursos naturales como el gas, el petróleo, el carbón y la sal común. Dentro de los derivados del plástico se pueden encontrar el Polietileno Tereftalato (PET) que se produce a través del Ácido Tereftálico y el Etilenglicol por policondensación. Dentro de sus ventajas aparece que es transparente, irrompible e impermeable.
Otro tipo de plástico conocido es el Polietileno de Alta Densidad (PEAD), un termoplástico que se fabrica a partir del Etileno, elaborado a partir del Etano, uno de los componentes del gas natural. Dentro de sus ventajas aparece que es resistente a las bajas temperaturas, inerte y no tóxico.
Además, también se pueden encontrar el Polipropileno, el Poliestireno y el Policarbonato, acrílicos, etc. Todos ellos, conforman una cadena de consumo descomunal. Si bien la industria plástica explica que el plástico ahorra energía de calefacción y refrigeración, y es duradero y versátil, la otra cara de la moneda es que es un gran enemigo del medio ambiente.
Con respecto a la producción y el reciclaje de este material, Céspedes explicó: “Estamos recibiendo por residuos, una gran cantidad de plásticos provenientes de Europa y de Asia que vienen y terminan acá en plantas de reciclaje. Estamos por un lado produciendo, pero también estamos recibiendo, eso hace que las cifras sean muy alarmantes”.
Cabe destcar que la falta de políticas bien aplicadas y la falta de conciencia ciudadana hace que, este tipo de acciones se vean cada vez más en aumento.
“Tenemos la posibilidad de exigir una solución coordinada a nivel mundial y que nos permita decir no más plásticos, rechazar todo el plástico que se está generando y darle una transición justa a las personas que dependen de él”, sostuvo la integrante de Greenpeace.