Durante las últimas horas Rusia se plantó ante el bloqueo comercial y amenazó con finalizar el acuerdo con Ucrania, el cual viene renovando desde julio del año pasado. El mismo gira en torno al transporte de cereales desde los puertos del mar Negro.
Cabe destacar que para llegar a un acuerdo con el mencionado pacto debieron intervenir la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Turquía. Todo ello para que ambos países, aún en conflicto bélico, mantengan sus relaciones comerciales en la exportación de granos ucranianos.
Sin embargo, ahora Moscú advirtió que a partir del 17 de julio podría dar por finalizado dicho acuerdo, ya que ese día vence la última prórroga firmada.
¿Un fin al acuerdo?
Conforme a lo informado por la Cancillería de Rusia, el principal pedido es el de reinsertar el Banco Agrícola Ruso al sistema SWIFT (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), del cual fue desvinculado y una de las razones que ponen trabas a las exportaciones de Rusia.
En ese marco, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que “habrá que buscar alternativas” a la iniciativa de granos del mar Negro. Y, a su vez, argumentó que el bloqueo a las exportaciones agrícolas rusas atenta contra “la lógica del acuerdo”.
Si bien el recorrido de granos ucranianos no sufre ningún contratiempo en relación a lo acordado, las exportaciones de amoníaco ruso desde el puerto Yuzhny están estancadas, según informó el medio ruso RT.
Por su parte, desde el Ministerio de Exteriores de Rusia señalaron en un comunicado que Washington, Bruselas y Londres “siguen imponiendo sanciones, incluyendo a las exportaciones agrícolas rusas”.
Además, indicaron que “el artículo 3 de la iniciativa de granos del mar Negro estipula claramente la facilitación de la navegación marítima segura para la exportación de los cereales, víveres y fertilizantes, incluido el amoníaco, desde los puertos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhny”.
Turquía y su apoyo a Rusia
Los reclamos desde Rusia encontraron una vez más el respaldo de Turquía, que actuó como mediador con Ucrania y la ONU desde el inicio del conflicto y el cese de las exportaciones de granos.
En ese contexto, de acuerdo a lo publicado por RT, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, fue contundente al expresar que “lo que se prometió a Rusia no se materializó”.
El canciller comentó que Estados Unidos y Reino Unido son claves en el sector bancario y que “la conexión del banco Rosselkhozbank ruso en el sistema SWIFT también depende de ellos”.
En tanto, Cavusoglu señaló que un banco turco “está en la agenda para mediar en los pagos a Rusia por la venta de cereales y fertilizantes”.
Asimismo, recordó que la intención es mantener vigente el acuerdo firmado, siempre y cuando se cumplan los requisitos que solicitan los rusos.
¿Qué es SWIFT?
El país ruso reclama su reincorporación al SWIFT, el cual funciona como una canal de comunicación financiero internacional.
La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales se fundó en 1973 y tiene sede en Bélgica. Además, conecta a más de 11 mil organizaciones bancarias y de valores, infraestructuras de mercado y clientes corporativos en más de 200 países y territorios.
Dicha organización es una sociedad cooperativa internacional de derecho belga y se rige por la legislación de la Unión Europea (UE). A su vez, tiene un rol fundamental en el mundo financiero debido a que quien quiera transferir dinero a través de las fronteras debe hacerlo a través de SWIFT.
En este sentido, la exclusión del SWIFT para un país significa un golpe a su economía, ya que sus bancos no podrán comunicarse con las instituciones financieras de otros Estados adheridos a dicha sociedad.
Si bien Rusia cuenta con su propio SWIFT, el Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS), que alcanza a apenas alrededor de una decena de países.
Por ello, y para disminuir el golpe a su economía, Rusia presiona por la remoción del bloqueo impuesto que le impide comerciar a través del SWIFT.